Las divisas del país se desploman a 372 millones de dólares y las RIN se reducen en 334 millones
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Según el más reciente reporte estadístico del Banco Central de Bolivia (BCB), correspondiente al 8 de febrero, las reservas en efectivo se han desplomado hasta los 372 millones de dólares, muy por debajo de los 620 millones de dólares que existían en el reporte del 24 de enero.
Las reservas internacionales (RIN) en general, es decir, sumando divisas y oro, han disminuido hasta los 3.538 millones de dólares, según el reporte publicado anoche, a diferencia del 24 de enero, cuando todavía estaban en 3.872 millones de dólares, según informó el diario Página Siete.
Las reservas en divisas se encuentran en un nivel de 372 millones de dólares, mientras que las reservas de oro están en 2.592 millones de dólares, los Derechos Especiales de Giro (DEG) 538 millones de dólares y la posición con el Fondo Monetario Internacional (FMI) 35 millones de dólares.
Los datos al 24 de enero, que fue el penúltimo reporte que había publicado el BCB, daban cuenta de que las divisas estaban en 620 millones de dólares, DEG 540 millones de dólares, oro 2.676 millones de dólares y posición con el FMI 35 millones de dólares.
La noticia ha empezado a generar reacciones de alarma entre algunos analistas económicos, por el nivel históricamente bajo en el que se encuentran las reservas y particularmente las divisas.
El analista Gonzalo Chávez, en un análisis titulado “El carnaval y las reservas internacionales”, que fue publicado en sus redes sociales este viernes, ha señalado que “los gobiernos de Morales, Áñez y Arce gastaron o invirtieron más de 11.400 millones de dólares de las reservas internacionales”.
Agregó que “las inversiones que se hicieron con las reservas internacionales hasta el momento no muestran ninguna rentabilidad en términos de ingresos fiscales, rentabilidad o de otro tipo”.
En ese marco, ha calificado de “desordenadas” las medidas adoptadas por el Gobierno para recuperar las reservas, las que se resumen en lo siguiente: obligar a las empresas estatales que tienen dólares afuera, a traerlos a Bolivia; establecer un bono por las remesas de los migrantes; pedir la aprobación de la ley del oro y, últimamente, “tal vez la intervención más desastrosa”, que es la tasa de tipo de cambio preferencial para los exportadores.
Esto, según dijo, llevará a una inestabilidad del mercado de divisas, por lo que recomendó al Gobierno cuidar el tipo de cambio eliminando el impuesto a las transacciones financieras, remunerando las cuentas en dólares en el sistema financiero boliviano, convirtiendo los DEG en divisas, liberando las exportaciones y, sobre todo, racionalizando el gasto y la inversión pública.
