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Por Marcelo Duclos1
Argentina vive en un loop permanente. Y el 17 de octubre, día de la lealtad peronista, es el recordatorio ideal. Es que, el Partido Justicialista, si bien no es el único responsable, es uno de los principales culpables de la repetición constante del país. En la jornada de hoy, desde el ministerio de Economía de Sergio Massa confirmaron que, para acompañar la política antiinflacionaria (la “guerra” que inició Alberto Fernández parece que se perdió por abandono) se lanzarán los “Precios justos”.
Como para diferenciar al massismo de la barbarie kirchnerista, los voceros de la cartera económica aseguraron que, a diferencia de los programas anteriores, esto “no es un congelamiento de precios”. Reconocieron que los mismos “no funcionan”, por lo que se decidieron por otra vieja receta de Argentina y del peronismo: el “acuerdo de precios”. Es decir, el programa voluntario donde las empresas se comprometen a mantener un “precio” por determinado tiempo, para no seguir empujando hacia arriba el índice de precios al consumidor.
Lo cierto es que si hay alguien en el país (y en el gobierno) que no cree en estas estupideces es el ministro Massa. Mucho menos su mano derecha, el “antikirchnerista” y “ortodoxo” Gabriel Rubisntein. Sin embargo, parece que hay que darle algo de circo, al país que cada vez tiene más caro el pan. El, como se dice por estos pagos, “fulbito para la gilada”, tiene que ver con que el índice de inflación viene bajando, pero no en los tiempos que Massa quisiera. Reconociendo el desastre, el ministro ayer dijo que tiene más problemas que el “plomero del Titanic”.
En septiembre, la inflación fue del 6,2 %. Un delirio total, cuyo único dato positivo es el predecesor de agosto del 7 %. “Guatepeor y Guatemala”, en ese orden. El que espere que el programa de “Precios justos” hará una contribución a este problema, que siga soñando. A lo sumo algún producto de la canasta será relevado en las próximas mediciones, con la finalidad de maquillar levemente los próximos índices. Pero el problema de la devaluación del peso seguirá estando allí. Massa y Rubinstein lo saben bien. Por ahora, lo único que está haciendo el equipo económico es tratar de emitir menos reduciendo los subsidios de energía, lo que es la contracara del “tarifazo”, por lo que nadie percibe una recuperación en materia del poder adquisitivo. Las reformas de fondo siguen brillando por su ausencia y, como sucedió con Macri, el pasivo se financia con deuda. Sí, los críticos del endeudamiento del proceso anterior, siguen apelando al mismo cortoplacismo para llegar a las elecciones.
Como dijimos en reiteradas oportunidades, un precio es un precio libre. Cualquier otra cosa, lleve el rótulo de “justo”, “cuidado”, “congelado”, o lo que sea…no es un precio. Además de generar el problema fundamental del socialismo (la distorsión en la asignación de recursos en la economía), la insistencia con estos programas y sus rótulos siguen contribuyendo a la desinformación e incultura en materia de economía.