Las reuniones, los acuerdos, las transacciones y la falta de palabra de Alex Saab con la DEA
Comenzó a colaborar con la DEA en 2016. Será enjuiciado en octubre.
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Alex Saab, una de las personas más defendidas por el régimen chavista, fue un informante de la DEA y proporcionó a los investigadores estadounidenses datos sobre los esquemas de corrupción que montó junto al entorno de Nicolás Maduro en al menos seis reuniones y la entrega de más de 10 millones de dólares en cuatro transacciones bancarias.
El proceso está detallado en un documento revelado el miércoles en el proceso judicial que enfrenta en Estados Unidos, según informó Página Siete sobre la base de un reporte de Infobae. A continuación, un detalle del proceso que llevó al empresario colombiano Alex Saab a convertirse en colaborador de la agencia estadounidense antinarcóticos.
Primeras reuniones
8 y 10 de agosto de 2016: La historia se remonta a hace más de cinco años, cuando Saab, que estaba bajo la mira de los investigadores, se reunió con agentes especiales de la DEA y el FBI en Bogotá. En las reuniones, el empresario dio información relacionada con algunas de sus empresas que tenían contratos con el Gobierno venezolano para un plan de viviendas sociales, y detalló la forma en que recibía los pagos, con el flujo de dinero.
Las reuniones continuaron el 28 de noviembre de 2017. Más de un año después, en compañía de un abogado, se reunió con agentes estadounidenses y un fiscal federal para otro informe.
El 2 de junio de 2018, un abogado estadounidense entregó a Saab un borrador de propuesta en la que se admite que el empresario había pagado sobornos a funcionarios del régimen de Maduro. En informes posteriores, Saab admitió haber hecho los pagos ilegales vinculados a contratos que ganó un plan de entrega de alimentos.
Primer acuerdo
El 27 de junio de 2018 se firma el acuerdo formal y Saab se convierte en colaborador. Saab aceptó ser una fuente activa de la DEA e inició el vínculo con los agentes, comunicándose por teléfono, mensajes de texto y de voz. Según afirma el documento judicial, Saab realizó “una cooperación proactiva”.
En el marco de este acuerdo, aceptó devolver ganancias obtenidas de actividades ilícitas, junto al también acusado Álvaro Pulido Vargas, alias “Germán Enrique Rubio Salas”.
Transacciones
El 9 de agosto de 2018 comienzan las transacciones de devolución de dinero de los sobornos. Saab realizó una transferencia electrónica de 3.255.593 dólares desde una cuenta que él controlaba a una cuenta bancaria controlada por la DEA.
El 24 de septiembre de 2018, Saab realizó otra transferencia electrónica, por un monto ligeramente superior, es decir 3.313.757 dólares a una cuenta controlada por la DEA.
El 1 de noviembre de 2018 se realiza otra transferencia por 3.138.844 dólares totalizando casi 10 millones de dólares.
El 5 de febrero de 2019, Saab realizó una cuarta transferencia, por un monto algo menor, es decir 2.942.501 dólares.
Fecha límite de entrega
El 4 de abril de 2019, el empresario, representado por su abogado estadounidense, se reunió con agentes de la DEA y fiscales de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos y del Departamento de Justicia en Europa en un lugar no detallado.
Allí, Saab recibió una fecha límite para entregarse a la justicia de Florida. Según le advirtieron, si no se entregaba antes del 30 de mayo de 2019, ya no seguiría siendo una fuente colaboradora y sería acusado penalmente en el Distrito Sur de Florida.
El 30 de mayo de 2019, Saab no se entrega a la justicia y la DEA inició el proceso para desactivarlo como fuente colaboradora. Desde entonces, no recibió más comunicaciones de Saab.
El 25 de julio de 2019 Saab fue procesado en este caso en el Distrito Sur de Florida.
Desde entonces, el empresario sabía que no podía tocar suelo estadounidense. Pero fue detenido en Cabo Verde a raíz de una orden de captura internacional, y fue extraditado a Estados Unidos en octubre de 2021.
El empresario enfrenta en una corte de Miami un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero, del que se declaró “no culpable” el pasado 15 de noviembre ante la jueza Alicia Otazo-Reyes.
Saab enfrenta una condena de unos 20 años si es hallado culpable del único cargo que tiene en la corte de Miami, pena que puede ser reducida si hace un trato con la Fiscalía, que suele incluir delación de otras personas.
Estados Unidos ha descrito a Saab como el principal conducto para la corrupción en Venezuela, alguien que cosechó enormes ganancias inesperadas de contratos dudosos para importar alimentos mientras millones de personas en la nación sudamericana pasaban hambre.
El régimen de Maduro lo considera un diplomático que fue secuestrado mientras cumplía una misión humanitaria que se hizo más urgente por las sanciones de Estados Unidos.
El tema de la inmunidad diplomática que alega la defensa de Saab en la Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito, con sede en Atlanta (Georgia), está dilatando el comienzo del juicio en su contra por lavado de dinero en la corte de Florida.
Saab, de 50 años y encarcelado en Miami desde octubre pasado, compareció el miércoles y el juez Scola programó el juicio para el próximo 11 de octubre de este año.