Elecciones en Alemania. Más incertidumbres que certezas
En las urnas avanzan SPD, verdes y liberales, retroceden CDU/CSU y los extremos y no hay claridad sobre quien será el sucesor de Angela Merkel como canciller federal de Alemania.
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Por: Sebastian Grundberger1
Los alemanes han elegido un nuevo Bundestag. En línea con lo que vaticinaron las encuestas, esta elección modifica marcadamente la correlación de fuerzas y señala un cambio de época. Después de 16 años de gobierno de la canciller Angela Merkel, será otro el escenario político.
El resultado oficial preliminar es el siguiente:
Algunas claves para entender el veredicto de las urnas:
1. SPD, vuelta a primera fuerza. Por primera vez desde 1998, la SPD vuelve a ser la primera fuerza política. Hace tres meses esto parecía muy poco probable. El resultado es sobre todo un mérito de Olaf Scholz, candidato a canciller socialdemócrata y actual vicecanciller de Alemania y ministro de Finanzas. Tiene un perfil centrista y tecnócrata. Llama la atención que un partido que en los últimos años ha virado hacía a la izquierda logre este buen resultado justamente con un político moderado.
2. CDU/CSU, una caída dolorosa. La CDU/CSU ha cosechado su peor resultado en las urnas desde su existencia. Es difícil mencionar una sola razón por este mal resultado y seguramente habrá muchas explicaciones en las semanas venideras. El desgaste de 16 años liderando el gobierno, la falta de unidad en la designación del candidato Armin Laschet, errores en la campaña, descontento popular por los efectos de la crisis y un entorno político enrarecido son algunas de las posibles pautas. Lo cierto es que el partido va a tener que recomponerse y renovarse si aspira a volver a liderar.
3. Los Verdes, de más a menos. Aunque Los Verdes han cosechado el mejor resultado de su historia, con menos de 15 % quedaron lejos de lo que parecía hace solamente tres meses una posibilidad real, convertirse en primera fuerza política. Con el cambio climático como principal bandera lograron captar muchos votos del movimiento climático. No obstante, su candidata Annalena Baerbock cometió varios errores, entre ellos publicar un currículo vitae con datos falsos o plagiar partes de un libro, que le costaron caro. Aunque la cúpula de los verdes está liderada por personas más bien moderadas, muchos nuevos diputados y diputadas tienen un perfil más de izquierda. Será interesante observar si el partido va a poder mantener su cohesión interna.
4. FDP, de menos a más. Un desarrollo inverso ha tenido la liberal FDP, que ha aprovechado la crisis del coronavirus para criticar las medidas sanitarias y exigir más libertades sin mostrar cercanía con grupos de extrema derecha o teóricos de la conspiración. Los liberales también han aprovechado la debilidad de la CDU/CSU. Llama la atención que hayan sido el partido más votado entre quienes sufragaban por primera vez, incluso delante de Los Verdes. En general, es llamativo el avance de los partidos «pequeños» a costa de los grandes.
5. Los extremos, una pérdida notoria. Tanto el extremo derecho como el extremo izquierdo de la política alemana han perdido claramente. El caso de Die Linke (La Izquierda) es particularmente llamativo. Perdió casi la mitad de sus votos dejándola al borde de quedar fuera del Parlamento. Obtuvo su peor resultado desde 1994. La AfD igualmente ha perdido, aunque en menor medida. El electorado alemán muestra así una tendencia hacia las opciones de centro y no participa en la tendencia de fortalecer a los extremos vista en otros países.
¿Qué viene ahora?
Alemania obedece a la lógica de un sistema parlamentario. Así, para formar gobierno se necesita una mayoría parlamentaria. Para esto ahora se iniciarán las conversaciones para la formación de una coalición. Esta no necesariamente tiene que ser encabezada por el partido mas fuerte, sino por el partido que logre negociar una mayoría parlamentaria. Según el resultado preliminar, hay tres opciones reales para ello.
Las coaliciones en Alemania suelen denominarse según los colores asociados con los partidos que las integran. La primera es una coalición semáforo entre la SPD, los verdes y los liberales, encabezada por Olaf Scholz como canciller federal. La segunda es una coalición Jamaica, liderada por la CDU/CSU, con Armin Laschet como canciller y formada también por liberales y verdes. La última opción, que muchos aseguran no apreciarla, es una reedición de la gran coalición entre SPD y CDU/CSU.
Una coalición formada por SPD, verdes y Die Linke, no alcanzaría una mayoría parlamentaria, lo que es un alivio para muchos votantes moderados que temían que una participación de la izquierda pudiera resultar en un gobierno de marcada tendencia izquierdista. El partido que queda definitivamente afuera de todas las coaliciones es la derechista AfD, que ha hecho guiños a grupos antivacunas y cuyo discurso se ha movido hacía posiciones cada vez más extremas.
Pase lo que pase, se esperan largas y complejas negociaciones para formar un nuevo gobierno. Mientras no esté asegurada una mayoría parlamentaria por uno de los candidatos, la canciller sigue siendo, de forma interina, Angela Merkel.
1Sebastian Grundberger es representante de la Fundación Konrad Adenauer en Montevideo, Uruguay, y director del Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina, con sede en Montevideo.
*Este artículo fue publicado originalmente en dialogopolitico.org el 27 de septiembre de 2021.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo