Honduras: histórica investidura de la nueva presidenta
Con Iris Xiomara Castro, por primera vez en la historia de Honduras una mujer es elegida para ejercer la presidencia.
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Iris Xiomara Castro, nacida en Tegucigalpa y esposa del expresidente Manuel Zelaya Rosales, establece un nuevo hito en la historia al convertirse en la primera mujer en ostentar la presidencia, rompiendo el bipartidismo tradicional en Honduras. A sus 62 años de edad, tomó posesión en su cargo para gobernar en el periodo 2022-2026.
La afluencia de hondureños a la ceremonia de traspaso fue masiva y diversas delegaciones internacionales demostraron su respaldo a la nueva presidenta. En un hecho importante, se contó con la participación de la señora Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, quien sostuvo reuniones bilaterales y manifestó la voluntad de su Gobierno para apoyar la lucha anticorrupción y promover la recuperación económica de Honduras. Esto abre nuevas esperanzas y futuras oportunidades.
A consecuencia de las disputas que se suscitan al interior del Poder Legislativo, en el que se registra el hecho insólito de contar con dos presidentes y dos juntas directivas paralelas, Xiomara Castro tomó la decisión de realizar su promesa de ley ante una jueza nacional y no de manos de alguno de los presidentes del Legislativo. Esta es una acción atípica que se genera para prevenir toda ilegitimidad en su juramento.
Combate a la corrupción y la impunidad
En su primer discurso como presidenta de los hondureños, indicó que el erario público se encuentra en una situación precaria a consecuencia de la corrupción y la malversación de fondos durante la administración de Juan Orlando Hernández. Esta condición obliga a más del 70 % de la población a vivir en pobreza y vulnerabilidad, lo que impulsa a sus compatriotas a ser parte de las famosas caravanas de migrantes que viajan a otros territorios en búsqueda de libertades económicas, sociales y culturales.
Ante su pueblo y la comunidad internacional, prometió trabajar incansablemente en el combate a la corrupción y la impunidad, flagelos que han capturado la institucionalidad estatal e impiden el desarrollo de la nación. En vista de que asume la presidencia de un país en ruinas, manifestó que es urgente reorientar las políticas públicas, fomentar nuevas líneas estratégicas de inversión y minimizar los altos flujos de endeudamiento.
Por otra parte, lamentó que el gobierno saliente haya desarrollado y aprobado un presupuesto general para 2022 que no se adapta a la realidad y se destina al pago ostentoso de sueldos y salarios. Esta situación limita la ejecución de proyectos de desarrollo, por lo que indicó que trabajará en la reorientación del presupuesto y fomentará la transparencia y optimización de los recursos.
Promesas y gabinete
Destacan entre sus primeras promesas de gobierno: solicitar la colaboración ante la ONU para la instalación de una comisión internacional contra la corrupción y la impunidad, trabajar para la derogación de la Ley de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDES), promover la aprobación de una ley de participación ciudadana sobre consultas constitucionales, designar atribuciones al soberano en la toma de decisiones, impulsar un subsidio a la energía eléctrica para que los pequeños consumidores no paguen por consumo y reducir los intereses bancarios para préstamos al rubro productivo, entre otras acciones.
Junto con sus promesas, Castro presentó el gabinete de gobierno que la acompañará en este proyecto. Alrededor de este se han suscitado algunas críticas, debido a la designación de familiares en puestos claves, lo que podría considerarse nepotismo.
En su cierre de discurso, la presidenta expresó que fomentaría la ley de condena a la reelección presidencial de 2017, por tratarse de un acto ilegal que violentó la Carta Magna. A la vez instó a retomar investigaciones sobre casos violatorios que se dieron durante el golpe de Estado de 2009.
Sobre el futuro del expresidente Juan Orlando Hernández
Durante la investidura presidencial no se contó con la participación de Juan Orlando Hernández, quien dejó la Casa de Gobierno en medio de críticas y múltiples acusaciones que lo vinculan con el crimen organizado, narcotráfico y corrupción. Trascendió en redes sociales que la congresista estadounidense Norma Torres solicitó al Departamento de Justicia de su país que se procese una orden de extradición en contra de Hernández por el delito de narcotráfico. Hernández niega esta acusación y manifiesta su inocencia.
En el goce de su derecho pleno como expresidente, Hernández se juramentó en ceremonia virtual como nuevo diputado del Parlamento Centroamericano (PARLACEN), funciones que desempeñará durante el mismo periodo que dura el mandato de Xiomara Castro.
Un Congreso Nacional y dos presidentes
No todo es armonía en el panorama político del país, ya que persisten los conflictos entre parlamentarios por la presidencia de este poder del Estado. Por un lado, el grupo que preside el diputado Luis Redondo, que surgió del acuerdo de coalición entre los partidos Libre y Salvador de Honduras, que permitió la victoria de Xiomara Castro en las elecciones. Por otra parte, el grupo que preside el diputado Jorge Cálix, quien salió electo por Libre pero posteriormente se alió con la bancada del Partido Nacional para alcanzar sus ambiciones.
Estas discrepancias involucran a los tres poderes del Estado y podrían provocar graves repercusiones en el sistema de Estado de derecho. La presidenta Xiomara Castro ha manifestado que reconoce la titularidad del diputado Luis Redondo. Sin embargo, el Partido Nacional (ahora de oposición) dio a conocer que reconoce la titularidad del diputado Jorge Cálix. Ante esta situación, se especula que la Corte Suprema de Justicia presentará un dictamen en favor de Jorge Cálix, dadas las influencias del Partido Nacional en el Poder Judicial.
La población hondureña comienza a preocuparse por las divisiones en el Congreso Nacional, que podrían generar nuevas confrontaciones en las calles. Algunos expertos consideran que la lucha de poder en el Legislativo se debe al interés de grupos particulares para concebir una ley de extradición que limite ciertas acciones judiciales.
Esperanzas y oportunidades
El 2022 se presenta como un año de esperanzas y oportunidades para el pueblo hondureño. Xiomara Castro asume la presidencia en medio de diversos retos a consecuencia de la pandemia de covid-19, las herencias negativas del gobierno de Hernández, las confrontaciones internas por el poder en el Legislativo y la falta de confianza en la institucionalidad. Se requiere madurez para unir a la sociedad y concebir un plan nacional de desarrollo que dignifique a las personas.
Para alcanzar esto es de vital que la ciudadanía se involucre y ayude a forjar un sistema de Estado de derecho confiable. En consecuencia, los diputados deberán deponer sus pretensiones individuales y buscar el bien de la nación. De no ser así, el país podría experimentar un nuevo clima de ingobernabilidad y repetir los sucesos grises que han enlutado su historia.
Polarización en el Congreso Nacional
La lucha de poderes al interior del Legislativo podría tener repercusiones en la agenda de Xiomara Castro, pues corresponde a los diputados la discusión y aprobación de iniciativas como la instalación de una comisión internacional contra la corrupción e impunidad y la derogación o continuidad de las ZEDES, por mencionar algunos ejemplos. Destaca que este tipo de mociones requieren la aprobación de mayoría calificada, es decir, un mínimo de 86 votos de los 128 diputados que integran el Congreso Nacional.
Que impere una forma de gobierno complementaria e independiente será fundamental en los próximos meses. De persistir la polarización en el Congreso Nacional se podría romper el orden constitucional y retornar a una crisis política. En ese sentido, se requiere sabiduría política para impulsar un diálogo y generar los consensos que anhela la nación.
Se necesita humildad, madurez y sabiduría
Sobre las menciones de Xiomara Castro a temas vinculados con el golpe de Estado de 2009, no estoy seguro de que sea el momento oportuno y si es lo que necesita el país en este instante. Honduras requiere un clima agradable y pacífico para atraer la inversión, generar nuevas fuentes de empleo y forjar un sistema social que garantice el desarrollo pleno de la persona humana. Pero este proceso solo puede lograrse con humildad para perdonar, madurez para dialogar y sabiduría para unificar a la sociedad.
La primera mujer presidenta de Honduras asume su cargo con entusiasmo y la promesa de trabajar con honestidad para el bienestar de su nación.