Joe Biden tiende la mano a los republicanos, reafirma su apoyo a Ucrania y advierte a China
El presidente de EEUU está listo para una nueva carrera por la Casa Blanca.
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Las dos horas de discurso sobre el estado de la Unión del presidente de Estados Unidos Joe Biden dejaron claro que revivió políticamente y que su intención es volver a competir por quedarse en la Casa Blanca en el próximo período presidencial. Lo hizo tendiendo puentes con los republicanos, mostrando su apoyo incondicional a Ucrania ante la invasión rusa y lanzando una contundente advertencia a China.
Biden inició su discurso saludando personalmente a las principales autoridades del Congreso, tanto demócratas como republicanas. Tendió su mano al nuevo presidente de la Cámara de representantes, el republicano Kevin McCarthy y le hizo una pequeña broma que le arrancó una sonrisa. “No quiero arruinar tu reputación, pero espero trabajar de cerca contigo”, afirmó el mandatario.
Después, recordó lo que los republicanos y demócratas pueden conseguir trabajando juntos. “A menudo nos dicen que los demócratas y los republicanos no pueden trabajar juntos. Pero en estos dos últimos años hemos demostrado que los cínicos y los detractores estaban equivocados. Sí, discrepamos mucho. Y sí, hubo momentos en los que los demócratas tuvieron que actuar solos. Pero una y otra vez, demócratas y republicanos se unieron”, dijo Biden.
El mandatario felicitó al primer afroamericano que lidera la minoría demócrata en la Cámara, el representante por Nueva York Hakeem Jeffries y realizó una mención especial por toda su carrera a su correligionaria Nancy Pelosi, quien lideró la mayoría demócrata en la Cámara durante décadas. “La más grande portavoz de la Cámara en la historia” de Estados Unidos, dijo Biden de Pelosi y arrancó aplausos cerrados.
Biden reafirmó su apoyo a Ucrania para frenar la ambición imperialista de Vladímir Putin y resaltó el papel de su país como garante del orden internacional frente a amenazas que buscan acabar con el mundo libre. “Recordemos que el mundo nos observa. Hablé desde esta sala hace un año, pocos días después de que Vladimir Putin desencadenara su brutal guerra contra Ucrania. Un asalto asesino, que evoca imágenes de la muerte y la destrucción que sufrió Europa en la Segunda Guerra Mundial. La invasión de Putin ha sido una prueba para los siglos. Una prueba para Estados Unidos. Una prueba para el mundo”.
Recordó que planteó si su país y Occidente estaban dispuestos a salir en defensa de Ucrania. “¿Defenderíamos los principios más básicos? ¿Defenderíamos la soberanía? ¿Defenderíamos el derecho de las personas a vivir libres de la tiranía? ¿Defenderíamos la democracia? Un año después, sabemos la respuesta. Sí, lo haríamos”, afirmó en presencia de la embajadora de Ucrania en Estados Unidos, una de las invitadas de honor.
Así como el presidente estadounidense ofreció a Ucrania todo su apoyo para defenderse de Rusia, fue firme a lanzar una advertencia a China tras el incidente del globo espía. “Antes de que yo llegara al cargo, se contaba que la República Popular China estaba aumentando su poder y que Estados Unidos estaba cayendo en el mundo. Ya no es así”, aseguró.
“He dejado claro con el presidente Xi que buscamos la competencia, no el conflicto”, agregó y defendió su política frente a China: “No me disculparé por invertir para hacer fuerte a Estados Unidos, invertir en la innovación estadounidense, en industrias que definirán el futuro y que el Gobierno de China pretende dominar. Invirtiendo en nuestras alianzas y trabajando con nuestros aliados para proteger nuestras tecnologías avanzadas para que no se utilicen contra nosotros. Modernizar nuestro ejército para salvaguardar la estabilidad y disuadir las agresiones”, afirmó.
“Hoy estamos en la posición más fuerte en décadas para competir con China o con cualquier otro país del mundo. Me comprometo a trabajar con China allí donde pueda hacer avanzar los intereses estadounidenses y beneficiar al mundo. Pero no se equivoquen: como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger a nuestro país”, advirtió Biden.
La lectura del mandatario estadounidense fue optimista: “Seamos claros: ganar la competición con China debería unirnos a todos. Nos enfrentamos a graves desafíos en todo el mundo. Pero en los dos últimos años, las democracias se han hecho más fuertes, no más débiles. Las autocracias se han debilitado, no fortalecido”.
Biden se refirió a varios temas internos pero resaltó el de las matanzas por el uso indiscriminado de armas en Estados Unidos. Personalmente saludó a uno de los invitados al debate, Brandon Tsay, el joven “héroe” de 26 años que hace dos semanas, durante las celebraciones del Año Nuevo chino, desarmó al tirador que acababa de matar a 11 personas en una sala de baile de Monterey Park, en California.
El presidente contó la historia de Tsay, “que pospuso sus sueños universitarios para permanecer al lado de su madre, que se estaba muriendo de cáncer. Ahora trabaja en un estudio de danza fundado por sus abuelos”. En ese estudio, en la localidad de Alhambra, no lejos de Monterey Park, “vio a un hombre apuntándole con una pistola. Pensó que iba a morir, pero luego pensó en la gente que había dentro. En ese instante tuvo el valor de actuar y arrebató la pistola semiautomática a un hombre que ya había matado a 11 personas en otra academia de baile”.
Tsay, subrayó Biden, salvó vidas. “Es hora de que nosotros hagamos lo mismo. Prohibamos las armas de asalto de una vez por todas”. Recordó que durante los diez años que la prohibición estuvo en vigor, entre 1994 y 2004, “los tiroteos masivos disminuyeron. Después de que los republicanos la dejaran expirar, los tiroteos masivos se triplicaron. “Terminemos el trabajo y volvamos a prohibir las armas de asalto”. pidió el mandatario.
Hizo un llamado para frenar el uso de armas en Estados Unidos. Biden nunca ocultó su intención de regular el acceso a las armas, incluida la prohibición de armas de asalto o de combate, las más mortíferas, y elevar la edad mínima para comprar este tipo de armamento.
Biden defendió “la ley de seguridad de armas más amplia en tres décadas”, surgida precisamente al hilo de la matanza de Uvalde, el año pasado, y que contó con apoyo bipartidista en su tramitación en el Congreso.
“Gracias a Dios lo hicimos, y eso incluye cosas que la mayoría de los propietarios de armas responsables apoyan, como la mejora de los controles de antecedentes para los jóvenes de 18 a 21 años y las leyes de bandera roja que mantienen las armas fuera del alcance de las personas que son un peligro para sí mismas y para los demás”, sostuvo, aunque advirtió que el trabajo no ha terminado.