Mirada Sur: Trump, Fujimori, atentados, corrupción y Copa América
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México y El Salvador miran a Trump
La relación con Estados Unidos ha sido, históricamente, clave para la política de América Latina. Pero pocas veces como esta semana, los países de nuestra región han seguido con mayor atención lo que ocurre en una convención partidaria al norte del Río Grande. Es que en medio de los rumores de una inminente renuncia a su candidatura del presidente Biden, y tras el impactante intento de asesinato contra Donald Trump, todos los ojos del continente estuvieron puestos en la presencia de la nueva fórmula presidencial en la cumbre republicana.
El primer detalle de interés fue el personaje elegido por Trump para acompañarlo en su carrera a la Casa Blanca. Es que el senador de Ohio, James David Vance, es alguien que genera inquietud en México, tanto por su firme defensa de la construcción del famoso muro fronterizo, y su duro discurso anti inmigrante, como por su idea de declarar a los grupos narco de ese país como organizaciones terroristas. “Tenemos que reconocer que el gobierno mexicano está siendo, en muchos sentidos, desestabilizado por el constante flujo de fentanilo”, aseguró en una entrevista en 2023 con NBC. “Quiero empoderar al presidente de Estados Unidos para que utilice el poder del ejército para perseguir a estos cárteles de las drogas”. ¿Será que, en una nueva gestión de Trump, se involucrará a los militares americanos en el combate directo con los cárteles de la droga? ¿De qué forma? Preguntas que rondan la cabeza de muchos mexicanos en estos momentos.
Un segundo tema importante que surgió de la Convención Republicana fue el duro ataque de Trump contra quien hasta ahora era visto como uno de sus más cercanos aliados en la región, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele. De manera muy sorpresiva, Trump sostuvo que “Hay un presidente que intenta convencer al mundo entero de que está haciendo un trabajo maravilloso, pero no es así. Está enviando sus criminales, sus narcotraficantes, sus presos, está enviando todos a EE. UU.”, dijo Trump.
También Trump se refirió a Venezuela, aunque de manera un poco confusa, ya que dijo que, si bien Caracas es uno de los lugares más peligrosos del mundo, allí la criminalidad estaría bajando, también porque envían a sus delincuentes a Estados Unidos. Tal vez una referencia al grupo criminal venezolano Tren de Aragua, vinculado al gobierno de Maduro. Sobre estos temas intentamos tener el punto de vista de Joseph Humire, experto en seguridad regional que solemos consultar en Mirada Sur. Pero su presencia en Buenos Aires para el aniversario del ataque a la AMIA complicó sus respuestas. Que seguramente tendremos en la próxima edición de este boletín.
Fujimori volvería a postularse a la Presidencia
“Si Biden puede, por qué yo no”, habrá sido el razonamiento de Aberto Fujimori. Es que el ex presidente, con 85 años y varios problemas de salud y legales a cuestas, volvería a ser candidato a dirigir el Perú, según informó esta semana su hija Keiko. “Mi padre y yo hemos conversado y decidido juntos que él será el candidato presidencial”, dijo la ex candidata del partido Fuerza Popular.
Fujimori abandonó en diciembre pasado la cárcel de Lima en la que cumplía una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad, luego de que el Tribunal Constitucional le restituyera un indulto humanitario. El ex presidente fue condenado a 25 años de prisión por dos matanzas de civiles perpetradas por un escuadrón del Ejército en el marco de la lucha contra Sendero Luminoso a principios de la década de 1990. Cumplió 16 años y fue indultado.
Dudas. ¿Por qué Fujimori, que cumple 86 años en pocas semanas, padece un cáncer en la lengua y ha sido sometido a una operación de cadera, de la que está en proceso de recuperación, querría ser candidato? Se lo preguntamos a José Beteta, de la Asociación de Contribuyentes del Perú, y quien, mostrando su profundo conocimiento de la realidad política de su país, nos había adelantado hace poco que esto podría suceder. Según José: “casi todos los constitucionalistas y especialistas en temas electorales han coincidido en que Alberto Fujimori no va a poder legalmente postular a la presidencia porque la constitución peruana lo prohíbe, y porque el indulto que él ha recibido no es una amnistía. Entonces, ¿por qué lo ha hecho? Se estima que lo ha hecho para mover un poco a la gente, motivar, generar un impulso positivo hacia Keiko, en un contexto en el cual un juicio oral la ha expuesto bastante”.
José nos explicaba que “Keiko, Alberto y el fujimorismo trabajan sobre la base de un 20% del electorado que les es fiel. Ese es el poder que tiene Keiko, que en los últimos años casi siempre ha aparecido como la mujer política más poderosa del Perú. Por la capacidad que ha tenido de sostener una bancada, un partido que sin lugar a duda es el partido más fuerte del Perú, Fuerza Popular. Pero que además ha tejido una serie de redes empresariales, políticas y de bases que son muy sólidas. Y si lo pones en contexto frente a una presidenta como Dilma Boluarte, que es un meridiano desastre, débil, vulnerable, vacío, más aún la figura de Keiko se torna más importante”.
Aniversario de la AMIA entre amenazas
Esta semana se cumplieron 30 años del atentado contra la sede judía de la AMIA en Buenos Aires, donde murieron 85 personas, y más de 300 resultaron heridas. Se trata del atentado terrorista islámico más grave en la historia de América Latina, y ocurrió apenas dos años después de otro salvaje ataque a la embajada de Israel en la misma ciudad en el que murieron 22 personas. La tragedia de la AMIA conmocionó a la sociedad argentina y hoy sigue generando gran polémica por las controversias vividas durante la investigación, acusaciones de corrupción y encubrimiento a múltiples funcionarios argentinos y la incapacidad de procesar a ninguno de los autores físicos e intelectuales del atentado.
El presidente Milei, concurrió a la conmemoración, mostrando diferencias con los gobiernos previos, que intentaron acercamientos varios con Irán, país que, según las investigaciones, estuvo detrás de ambos atentados. De hecho, esta misma semana, el gobierno argentino declaró al grupo Hamas, vinculado con Irán, como una organización terrorista internacional.
Un editorial del Teheran Times, órgano de los Guardianes de la Revolución, que afirmó esta semana que Irán le hará “lamentar su enemistad” a la Argentina.
Voz del experto. Para tener una mirada distinta de estos hechos, consultamos a Dina Siegel, del American Jewish Committee, quien se encontraba en Buenos Aires para el evento. “Argentina declaró a Hamas como organización terrorista, algo que ya había sido llevado a cabo tanto por Paraguay como por la OEA hace varios años. El presidente Milei con esto trata de enviar un mensaje muy claro de su alineamiento con Estados Unidos y con Israel y de apoyo a los israelíes que siguen secuestrados por Hamas desde el 7 de octubre”.
Según Dina, “son muy preocupantes las amenazas de Irán, aunque no es la primera vez que las realizan. Obviamente en este contexto internacional tan álgido, preocupa más y además con el precedente de los atentados terroristas. En Argentina no hay una legislación antiterrorista adecuada como la tiene Estados Unidos y otros países. Es muy importante que esa legislación se adecue a los tiempos actuales. Y por el otro lado, también todo lo que es las fronteras, toda la inteligencia que tiene que existir para poder controlar la entrada de elementos peligrosos, no está actualizada tampoco”.
Para finalizar, Dina sostenía que “Argentina finalmente después de treinta años se está poniendo las pilas con acciones muy concretas para contrarrestar a todo este cúmulo de actores malignos y que esto no vuelva a suceder jamás. El de ayer fue un evento muy emotivo, más de 10 mil personas estuvieron presentes, vino gente de todo el mundo, varios presidentes, el presidente de Uruguay, el presidente de Paraguay. Este era un momento de toma de conciencia para recordar, pero también para elevar la voz por verdad y justicia”.
Brasil, 10 años después del “Lava Jato”
Mientras el gobierno de Lula da Silva enfrenta vientos contrarios en lo económico, y en la geopolítica regional, Brasil recordó esta semana el 10 aniversario del episodio más oscuro de la carrera política de su presidente: el mega escándalo de corrupción llamado “Lava jato”. La investigación comenzó como un caso común de lavado de dinero, pero acabó revelando un complejo esquema de sobornos dentro y fuera de Brasil, que salpicó varios países latinoamericanos y africanos. Y terminó llevando presos a varios presidentes (entre ellos a Lula), y golpeando a algunas de las mayores empresas del continente.
El caso formó parte de un entramado de corrupción por el cual enormes empresas de construcción pagaban sobornos a los políticos que gobernaban Brasil por aquel entonces, a cambio de fastuosos contratos de obra pública en el país. Y que luego, a medida que la influencia de Lula da Silva crecía en la región, también se extendieron fuera del país.
En su momento, este escándalo no sólo motivó la cárcel de Lula da Silva y de la cúpula de su partido. Sino que marcó un cambio de signo radical en la política de Brasil. Sin embargo, el mecanismo de “delación premiada” en el que se basaron la mayoría de las condenas, fue revisado por la justicia en los años posteriores. Permitiendo que muchos de los procesados recuperaran la libertad. Y, en el caso de Lula, que volvieran al gobierno.
Hoy, si bien el “lava jato” es visto como un parteaguas en la historia política de Brasil, buena parte de los jueces y fiscales que lo protagonizaron, han visto como sus carreras han caído en desgracia. Y la política en el país, parece haber vuelto a su ritmo de siempre.
Final escandaloso en la Copa América
En Mirada Sur no acostumbramos a hablar de deporte. Pero cualquiera que conozca América Latina, sabe que el fútbol es, mucho más que un deporte, un fenómeno cultural y político. En ese contexto, la Copa América que recién culminó con el festejo de Argentina como nuevo campeón, tenía muchos ingredientes de interés general. Se jugaba en Estados Unidos, donde será el próximo mundial. Era el último gran campeonato de Leonel Messi, probablemente el mejor jugador del mundo de la última década, y la final era en Miami, ciudad donde hoy juega, y capital latina de Estados Unidos. Y se especulaba que podía ser el paso final para que los estadounidenses adopten el fútbol como uno de sus deportes favoritos, tras décadas de mostrarse distante.
El resultado final fue bastante menos feliz de lo que hubieran deseado los organizadores.
Para empezar, el partido definitorio entre Argentina y Colombia se demoró horas en empezar, por un caos en la organización del ingreso de los espectadores, que se saldó con decenas de detenidos y lastimados. Además de cientos de personas que no pudieron ingresar pese al pago de entradas muy caras. Como si fuera poco, Messi se lesionó y no pudo jugar el final de su partido “despedida”.
Pero incluso antes hubo mucha polémica. El equipo estadounidense fue eliminado en primera ronda, y desde su entorno se denunció que fue perjudicado por el arbitraje. Algo que ratificó el técnico de Canadá, que se quejó de un sesgo en favor de los equipos sudamericanos. También el técnico de Uruguay, el argentino Marcelo Bielsa, denunció que la organización del evento había sido un desastre, con campos de juego y de entrenamiento en pésimas condiciones. A la vez que azuzaba el histórico prejuicio latinoamericano contra Estados Unidos.
Esto a partir de la investigación contra jugadores de Uruguay que ingresaron a una tribuna a participar de una gresca monumental, alegando que sus familiares estaban siendo agredidos por fanáticos colombianos. ¡Cómo será la cosa, que hasta el presidente de la federación colombiana de fútbol terminó en la cárcel!
Voz local. Para tener una mirada “local”, esta vez consultamos nada menos que al director del Archbridge Institute, Gonzalo Schwarz, sobre cómo había visto el evento, la organización, y en general el choque cultural de la llegada de la elite del fútbol latinoamericano a Estados Unidos. Gonzalo, que asistió a varios partidos con el corazón dividido entre Uruguay, Bolivia y Estados Unidos (aunque todos sabemos que es celeste de corazón), nos dijo lo siguiente: “yo vi todo muy normal. Había mucha gente afuera, en los parqueos, tomando, haciendo asado, como se hace también en todos los partidos de fútbol americano, el beisbol y todas esas cosas. O sea, yo no vi nada que estuviera mal armado en los demás partidos. Sinceramente, en los partidos que yo fui, me pareció que estaba todo muy bien organizado”. Habrá que atribuir entonces los líos, a la fogosidad con la que se vive el fútbol al sur del Río Grande. Y, tal vez, a la falta de preparación de las autoridades locales, ante este tipo de exceso emotivo.
Newsletter publicado originalmente en Mirada Sur
Martín Aguirre, Director
Rodrigo Caballero, Editor