Renuncia otro ministro de Castillo mientras su popularidad se viene a pique
Avelino Guillén salió del ministro del Interior porque supuestamente no obtuvo respaldo de Castillo y denunció "gabinetes en la sombra". En paralelo, crece el rechazo hacia la gestión del mandatario sin haber cumplido un año en el cargo
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Oriana Rivas
Una corta gestión y muchas renuncias. Así podría definirse la presidencia de Pedro Castillo, luego de que numerosos ministros renunciaran o fueran alejados de sus cargos. Sumado a otras polémicas, esto desencadenó en una popularidad que apenas llega al 28,9 %, según el último balance del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Un número nada envidiable para un mandatario que asumió apenas en julio de 2021.
Hasta noviembre se contabilizaron 10 ministros en la lista de renuncias, entre ellos Guido Bellido, primer ministro; Luis Barranzuela, ministro de Interior; y Walter Ayala, de Defensa. Otro de los funcionarios que causó polémica fue Héctor Béjar, al renunciar de forma “irrevocable” un 17 de agosto, menos de un mes después de ser designado titular del Ministerio de Relaciones Exteriores. Sobre el entonces canciller de 87 años pesa el estigma por unas declaraciones en las que aseveró que el grupo terrorista Sendero Luminoso fue obra de la Marina de Guerra peruana. Eso sin contar que Béjar estuvo codo a codo con el Che Guevara para el año 1962 y participó en la fundación del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
No importa que haya purgado en octubre pasado su gabinete para deshacerse del ala radical del comunista Vladimir Cerrón. Los problemas continúan. En este sentido, la última renuncia pertenece a Avelino Guillén, ministro del Interior de Castillo. De acuerdo con RRP Noticias, dijo que al gobierno peruano «le falta definir un rumbo, fijarse metas y planes, y entender que el país no puede ser manejado como un sindicato».
El motivo de la última renuncia
Guillén mantenía diferencias con Javier Gallardo, jefe de la Policía Nacional del Perú (PNP). Eso lo llevó a pedirle a Castillo su destitución, algo que no ocurrió. Uno de los roces detonó el año pasado, cuando el comandante general de la Policía quiso pasar al retiro a seis de los generales que el ministro consideraba de los más eficientes, apuntó EFE.
El presidente peruano finalmente decidió que la mitad de esos seis generales se quedaran en sus puestos y la otra mitad fueran retirados. Posteriormente el conflicto se agudizó con los nombramientos en las direcciones clave de la Policía y, sobre todo, con el desmantelamiento del actual equipo de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac).
Por si no fuera suficiente, existen denuncias de corrupción dentro de la Policía por ascensos pagados, con montos que llegarían a los 25000 dólares. Falta que Castillo acepte la renuncia de Guillén, sin embargo, el ministro evidenció que en el entorno del presidente de izquierda hay «una guerra permanente» de asesores «de diversas tendencias y sectores». En conjunto, estos grupos forman «gabinetes en la sombra». Una bandeja de plata que deja servida a la luz pública.
No hay que desestimar lo que encuestas recientes revelaron sobre la gestión Castillo. Solo el el 28,9 % lo respalda, indicó IEP. Respecto a lucha contra la corrupción estatal, el 11 % de los encuestados mantiene que su gobierno la maneja «bien o muy bien», pero basta mencionar que en septiembre pasado ese número era de 27 %. Referido a lucha contra la pobreza, 11 % cree que se maneja «bien o muy bien», pero hace cuatro meses la valoración era de 23 %.
Es una caída obvia de su imagen. Si vamos a otro informe elaborado por Ipsos, el resultado es igual de desalentador. El 63 % de peruanos consultados cree que Castillo «no dice la verdad» frente a un 26 % de la población que sí confía en las declaraciones del mandatario.
Continuando con los números, replicados por EFE, el 66 % de los encuestados calificó como «equivocadas» las mayoría de las decisiones del presidente izquierdista, frente al 26 % que opinó que son «acertadas». Mientras que 50 % de la población considera que Castillo está involucrado en casos de corrupción, el 41 % opina que el mandatario «no es corrupto».
Así van las cosas para el mandatario, quien además acumula puntos para la vacancia con su propuesta de ceder mar a Bolivia y con el cierre de la primera emisora sin notificación previa.