Carambola política
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Luis Arce cumplirá la mitad de su mandato presidencial los primeros días de mayo de 2023. La Constitución le permite repostular para el período 2025-2030, pero también autoriza la iniciativa ciudadana para la realización de un referéndum revocatorio a petición del 15% del padrón electoral, iniciada la otra mitad de su gestión. Queda vetado el último año de ejercicio en el cargo.
El mandatario expresó su postura sobre el tema en una entrevista con la cadena Telesur, en la que no hubo repreguntas, aprovechando su visita a Caracas para recordar la primera década de la muerte de Hugo Chávez. En Bolivia no concede entrevistas a medios independientes sobre asuntos de interés nacional y tampoco realiza conferencias de prensa en las tendría que responder preguntas de los periodistas.
Fijó su posición una semana después de vencido el plazo otorgado por el cabildo nacional, el 25 de febrero, para que disponga amnistía presidencial a más de 180 presos políticos o, de lo contrario, se prepare para la revocatoria de mandato. Dijo que se trata de un inaceptable chantaje de la derecha boliviana, encabezada por el Comité Cívico cruceño, pero recogió el guante.
Con tono parsimonioso, afirmó que su gobierno y él están dispuestos a encarar el desafío, dejando a los cívicos, especialmente cruceños, la materialización de la iniciativa ciudadana porque el Gobierno no liberará a Luis Fernando Camacho, Jeanine Áñez, Marco Antonio Pumari, dirigentes de Adepcoca, exautoridades y excomandantes en el gobierno transitorio, e integrantes de la Resistencia Juvenil Cochala, entre otros.
La idea no le vino nada mal a Arce y sus seguidores, más aún si los resultados de encuestas hechas con actores políticos, analistas, periodistas y especialistas en distintos ámbitos, como la encargada por la FES-Bolivia (Friedrich Ebert Stiftung), establece que el 60,5% de 127 líderes de opinión consultados respondió que un referéndum revocatorio no es viable y terminará fortaleciendo a Arce y/o al MAS-IPSP.
Es la oportunidad que el arcismo estaba esperando para ejecutar una carambola política que en una sola acción elimine la posibilidad de que Evo Morales sea nuevamente candidato presidencial del masismo y la derecha boliviana encabezada por el Comité Cívico pro Santa Cruz, como dijo Arce, sufra una derrota clave de cara a las elecciones de 2025.
Si el resultado es favorable al Presidente y Vicepresidente, por ejemplo un porcentaje ratificatorio mayor al 55,6% con el que ganaron las elecciones de 2020, será la manera de decirle al caudillo que su tiempo acabó en las papeletas electorales y asestar una derrota tempranera a quienes creen que el próximo candidato presidencial que represente a las oposiciones debe surgir de tierras cruceñas.
¿Insistirán los cívicos en llevar adelante un proceso revocatorio vía iniciativa popular? ¿Seguirá en los planes del masismo apoyar la revocatoria de mandato de Arce para inviabilizarlo como eventual postulante del masismo en los próximos comicios?
Por lo pronto, los nuevos líderes del Comité Cívico cruceño, matizaron su postura inicial y pasaron de “los cabildos no se discuten, se acatan” a “vamos a realizar consultas a expertos y al Tribunal Supremo Electoral”. Y los masistas bajaron el tono de sus denuncias de megacorrupción e inmoralidad del gobierno de Arce, lo que no quiere decir que Morales y sus seguidores hayan arriado banderas.
Quedan dos meses para saber si los cívicos activarán el proceso de revocatoria de mandato de Arce aprobado por el cabildo nacional, sabiendo que puede convertirse en un bumerán y si el arcismo realiza una operación política a gran escala para convencer a los cívicos, especialmente a los cruceños, que será la manera de sacar a Morales de escena.
Quedan dos meses para que el evismo siga golpeando con denuncias mediáticas de corrupción a todo nivel para debilitar al gobierno de Arce, esperando que el movimiento cívico nacional inicie la revocatoria de mandato y el caudillo pueda ordenar el apoyo a esa iniciativa.
Aunque parezca descabellado, Arce y su gobierno aguardan que el mecanismo constitucional se ejecute porque están seguros que pueden hacer una carambola política perfecta que despeje el camino hacia la repostulación autorizada por la Constituicón.