Tren metropolitano: un mes después de inaugurado aún no fijan el costo de pasaje para los usuarios
Un ingeniero y un dirignete anotan debilidades en lo técnico, económico y vial.
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El 13 de septiembre, el presidente Luis Arce inauguró entusiasta una línea y media de las tres del Tren Metropolitano de Cochabamba, un tranvía eléctrico que cubre al menos seis municipios de ese departamento. Ha pasado un mes y no se ha fijado el costo del pasaje en ese nuevo sistema de transporte urbano para los cochabambinos, entre otras debilidades del proyecto.
Gonzalo Maldonado, representante de la Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba (Aiseme), dijo que en un estudio de factibilidad realizado en 2015 se planteó que el pasaje para el uso del tranvía debería ser de entre 3 y 3,50 bolivianos, pero un mes después de inaugurado el servicio, aún no se ha definido nada sobre ese aspecto.
“Mínimo debe cubrir sus necesidades de operación y mantenimiento como nuevo sistema. En este momento, todo está tan desordenado que ni siquiera hay un precio o tarifa”, dijo Maldonado al diario Los Tiempos de Cochabamba y explicó que en la primera etapa, la administración del tren debe apuntar a la sostenibilidad, ya que de momento no es viable hablar de rentabilidad.
Desde hace un mes, el uso del tren eléctrico urbano ha sido utilizado más con fines turísticos que de transporte alternativo debido a que no se ha fijado el costo del pasaje y, por tanto, los usuarios no pueden saber cómo afectará su economía cotidiana al utilizar el nuevo sistema de transporte en Cochabamba.
Maldonado sostuvo que si bien desde el 13 de septiembre a la fecha hay bastante afluencia para acceder a los recorridos gratuitos, todavía no se puede decir que será el medio preferido por la población para trasladarse porque su uso en este momento todavía no es masivo.
El ingeniero comentó que otro de los cuestionamientos, esta vez de carácter técnico, es la recepción provisional de la obra. El proyecto final del tranvía establece el funcionamiento de tres líneas (roja, amarilla y verde). Hace un mes solo fueron puestas en funcionamiento la línea roja y un tramo de la verde.
“La recepción provisional se hace cuando una obra está acabada y de allí surgen interrogantes que hay que subsanar en un plazo de 90 días, pero en este caso no está terminada y el Gobierno lo recibió e hizo pública la operación del sistema y allí recién se están dando cuenta de que hay deficiencias”, subrayó.
Ante esa situación, Maldonado dijo que lo ideal es que se paralice la operación del tren hasta que se concluya con la línea verde. La línea roja, hacia el sur, es la única terminada. La verde, hacia al Valle Bajo, está en un 90%, y la amarilla recién se ejecutará.
Tercera debilidad. El ejecutivo de la Central del Transporte de Quillacollo, Martín Mamani, anunció que se enviará una nota a la Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF), dependiente del Ministerio de Obras Públicas, para pedir una reunión sobre la señalización y el funcionamiento del tren.
“Necesitamos saber cómo será la señalización, especialmente en los cruces y avenidas adyacentes. Por eso es importante la socialización. Tiene que explicar cada qué tiempo van a pasar los vagones del tren. En Quillacollo hay tres paradas, si no se hace esto, va a haber un caos vehicular”, puntualizó el dirigente.