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El lunes 13 de mayo, en la capital de la República se produjo el lanzamiento de la agenda del Bicentenario, basada en la historia, la cultura, el patrimonio y el turismo y con todas las instituciones públicas, privadas, sociales y productivas del departamento presentes. El marco físico de la Casa de la Libertad, la poesía de la Señora Matilde Casazola, una puesta en escena con Doña Juana Azurduy, el gobernador, el alcalde de la ciudad y el rector de la universidad San Francisco Xavier, juntos, y campanas, palomas y drones en vuelo, marcaron un momento emocionante.
El Gabinete del Bicentenario de la Gobernación de Chuquisaca, con el Gobernador y todos sus Secretarios, se están tomado el noble trabajo de convocar a la consciencia nacional para construir una celebración que reconcilie.
Entre las actividades regulares, han organizado los denominados Encuentros de Café en los que reúnen la energía del pensamiento nacional. El jueves 25 de julio ha concluido una jornada que nos muestra el mejor camino del reencuentro, esta vez con un grupo de 24 comunicadores que expresan el sentimiento de la gente que necesita se aliente la esperanza. Desde el punto de vista estratégico, éste ha sido el resultado mejor logrado, que se suma al espectáculo único e irreproducible de los Tejados sucrenses. La invitación a conversar con un café de grano boliviano, como expresión de un producto que establece comunicación y alienta la producción, con la presencia de ese turbión de comunicadores, está permitiendo que la idea de reencuentro se expanda.
Expresamos a los chuquisaqueños que Bolivia se siente muy cómoda en estos espacios, y por eso las personas responden a una invitación que, al no tener sello partidario, debe constituir el logro más importante de una gestión con sello nacional que se amplía fraterna y sin resistencia; la Bolivia del reencuentro está siendo convocada, una vez más, ¡desde Charcas! Gracias María Del Carmen Almendras por coordinar una actividad que ha concentrado al pensamiento creativo de los líderes de la comunicación boliviana, y que comparten como diría Manuela Sáenz, una ensoñación constructiva.
Me parece necesario denunciar entusiasta los nombres de quienes de manera generosa se sumaron en nombre de ellos mismos y de quienes los escuchamos y leemos cotidianamente, a esta aventura sin retorno de la reconciliación. Por favor, pido leer con gratitud estos nombres que interpretan muy bien, desde la comunicación y la ciudadanía, el momento augural que transita Bolivia: Casimira Lema, Mario Espinoza Osorio, Ángel Careaga, Tuffi Aré, Jhon Arandia, Andrés Gómez, Raúl Peñaranda, Mery Vaca, Pedro Rivero Jordán, Maggy Talavera, Carlos Soria, Nancy Vacaflor, Raykha Flores, Iván Ramos, Marisol Muñoz, Marco Dipp, Yuvert Donoso, Douglas Romay, Flavio Porcel, Willy Martínez, Alcira Barja, Ramiro Echazú, Oscar Diaz Arnau y Gladis Vedia.
El Bicentenario tiene unas condiciones innegociables para ser aprovechadas marcado por jóvenes, mujeres, producción, consumo, ciudades, clase media, migración, competitividad internacional, inteligencia artificial, y configuran un escenario augural y disruptivo. Debemos terminar de construir una sociedad en la que no se tenga que pedir permiso para trabajar y que hemos descubierto, puede vivir del turismo con historias, territorios, y titanes desparramados haciendo patria con sus emprendimientos. Convenzámonos que el 6 de agosto del año 2025 es mucho más que un hito histórico y se constituye en un momento de quiebre sonriente y ruptura que necesita ser inteligente.
Mientras tanto, ¡basta de bloqueos físicos y mentales!