California impone autos eléctricos pero pide no cargarlos por ahorro de energía
Hace pocos días el gobernador Gavin Newsom firmó una ley que prohíbe la compra de vehículos a base de combustible a partir de 2035. Pero irónicamente, el estado ahora pide reducir la carga de aquellos que usan electricidad para sus automóviles
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Por Oriana Rivas1
Por más que desde la Casa Blanca se hable de energías limpias y se firmen planes millonarios para supuestamente impulsarlas, el afán por su apresurada adopción termina dejando grandes fallas y contradicciones. California es un ejemplo de ello, el estado anunció en días recientes la prohibición de venta de vehículos nuevos con motores a base de combustible a partir del año 2035.
Mientras tanto, la adopción de vehículos con cero emisiones deberá ser gradual. Es decir, para el año 2026, el 35 % de los vehículos nuevos que se vendan en California deberán ser de este tipo. Así, hasta completar el 100 %. Sin embargo, es evidente que cuando surjan imprevistos en términos energéticos, los ciudadanos se quedarán prácticamente con nulas posibilidades de movilizarse. No solo ellos, el transporte terrestre también forma parte de una larga cadena de abastecimiento de distintos productos que puede salir perjudicada.
Toda esta reflexión surge a raíz de las restricciones que deberán cumplir los ciudadanos californianos debido a una ola de calor que podría empeorar a partir del 31 de agosto, según un comunicado de California ISO, operador del servicio de energía eléctrica. Por eso, el estado pide reducir el uso de electricidad, sobre todo entre 4:00 pm y 9:00 pm. Deberán apagar luces, ajustar aires acondicionados y por supuesto, «evitar el uso de grandes electrodomésticos y la carga de vehículos eléctricos».
La medida viene del mismo estado que obligará a todos a comprar autos eléctricos para 2035. «Así es como se ve el control demócrata, y lo quieren en todo el país», remarcó en redes sociales el congresista Steve Scalise.
California is now telling people to “avoid using large appliances and charging electric vehicles” from 4-9pm.
This from the same state that’s going to force everyone to buy electric cars by 2035.
This is what Democrat control looks like—and they want it nationwide. What a joke. pic.twitter.com/8tS3KsQWqR
— Steve Scalise (@SteveScalise) August 31, 2022
El control demócrata
Además de las contradicciones que deja ver la Administración demócrata, esto es otra consecuencia de tomar medidas sin plan B, ya que usar vehículos eléctricos tampoco es una solución amigable con el ambiente.
Sus baterías se fabrican con insumos minerales que contaminan en su proceso de extracción, el cual incluye mano de obra de menores de edad. De ese tema saben bastante empresas como Google, sobre la que pesan demandas de familias en la República Democrática del Congo porque niños que trabajaban en minas de ese país sufrieron lesiones o fallecieron. Buscaban cobalto, indispensable para la fabricación de celulares, computadoras y baterías de vehículos eléctricos.
Algunas empresas fabricantes de vehículos, como Volkswagen, reconocen que el cuidado del planeta no está solo en el uso de electricidad (generada en su mayoría por combustibles fósiles como el carbón y el gas), por eso están desarrollando vehículos a base de combustibles sintéticos.
Pero mientras tanto, los ciudadanos de California quedarán limitados y controlados por las restricciones de energía y posibles cortes programados producto de la ola de calor que podría llegar hasta lo 46 grados centígrados. Si esto sucediera en 2035, el parque automotor quedaría totalmente paralizado.
Multimillonario plan para el clima
Un multimillonario plan para el clima vio luz a mediados de agosto de este año. Biden lo firmó junto a otros planes orientados al sector salud. En detalle, la inversión para desarrollar planes que permitan enfrentar las condiciones climáticas es de 375.000 millones de dólares y tiene el objetivo de reducir para el año 2030 el 40 % de las emisiones.
Para ese año, «se espera tener 950 millones de paneles solares en todo el territorio, 120.000 aerogeneradores y 2.300 plantas de baterías», citó France 24. Frances Colón, asesora de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, admitió que es la ley «más ambiciosa en cuanto a inversión» hacia una economía de energía limpia.
Pero a pesar de los bombos y platillos por el nuevo plan, el tiempo permitirá comprobar si se habló de intenciones genuinas, ya que mientras salen de la Casa Blanca este tipo de leyes, la persona que las firma no parece abandonar la idea de viajar a cumbres climáticas en avión privado, una de las formas de transporte más contaminantes.