¿Causará desempleo la Inteligencia Artificial?
Jeffrey A. Miron dice que la evidencia de siglos de predicciones erróneas sobre el desempleo por causa de avances tecnológicos es que la demanda de trabajadores humanos continuará.
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Por Jeffrey A. Miron1
La administración Biden acaba de promulgar una orden ejecutiva que regula la inteligencia artificial. Esto refleja en parte el temor a que la IA provoque un desempleo masivo.
Sin embargo, esta preocupación no es más que el último ejemplo de temores infundados en torno al cambio tecnológico.
Las especulaciones sobre la posibilidad de que la tecnología haga innecesarios a los humanos se remontan a Aristóteles, quien pensó que las herramientas suficientemente complejas podrían dejar obsoletos a los trabajadores.
Durante la Revolución Industrial, esos temores se reavivaron de forma infame cuando unos manifestantes (los luditas) destrozaron máquinas textiles para resistirse a ser desplazados. El economista Thomas Mortimer se opuso a tales máquinas porque “excluirían el trabajo de miles de personas de la raza humana, que están empleadas útilmente”. Muchos trabajos de tejeduría desaparecieron, pero surgieron nuevos empleos en su lugar.
En 1964, un grupo de científicos advirtió al Presidente Lyndon Johnson de que las computadoras provocarían pronto un desempleo masivo. Tales predicciones se han multiplicado en las últimas décadas en respuesta a casi todas las formas de tecnología novedosa.
Hace una década, por ejemplo, un estudio de Oxford estimaba que el 47% de los puestos de trabajo de Estados Unidos estarían sujetos a la automatización en las próximas dos décadas. Una década después de la predicción, la relación empleo-población es mayor que cuando se publicó el documento.
Hoy, algunos afirman que “esta vez es diferente” y que la IA reducirá el empleo de forma permanente. Pero la lección de siglos de predicciones erróneas sobre el desempleo tecnológico es que la demanda de trabajadores humanos continuará.
Si bien es cierto que las nuevas tecnologías destruirán algunos puestos de trabajo, el dinero que se ahorre con la automatización se gastará en otros sectores. El número de puestos de trabajo puede incluso aumentar a medida que los avances tecnológicos den lugar a nuevas funciones antes impensables, como gestores de redes sociales o especialistas en ciberseguridad.
En lugar de intentar frenar la tecnología, los responsables políticos deberían permitir que la IA destruya algunos puestos de trabajo aunque cree muchos más.
1es director de estudios de pregrado de la Universidad de Harvard y es un Académico Titular del Cato Institute.
*Este artículo fue publicado en elcato.org el 08 de diciembre de 2023