Colombia: El Foro de Sao Paulo no logró imponerse en primera vuelta
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Toda la maquinaria continental del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, más sus aliados extra-regionales (Internacional Progresista y otros), estaban preparando el champagne y el caviar para festejar una victoria de su candidato, Gustavo Petro, en la primera vuelta colombiana celebrada el domingo pasado.
Sin embargo, las urnas confirmaron el techo histórico del postulante de izquierda, situado en el 40%, mientras que catapultaron al balotaje a un outsider, Rodolfo Hernández (28%), quien puede complicarle seriamente los planes a la entente castrochavista.
Sucede que Hernández, a quien algunos analistas se han apresurado a calificar como el “Trump colombiano”, ha logrado canalizar gran parte del descontento antisistémico de los ciudadanos, al menos el de una amplia franja que parece querer un cambio importante pero no el experimento neocomunista propulsado por el Foro de Sao Paulo.
Para la segunda vuelta, se prevé que la votación del tercer candidato, el semioficialista Fico Gutiérrez (24%), pase a engrosar el apoyo de Hernández, lo que ya sumaría más del 50%. Es sabido que los votos no tienen dueño, pero el electorado de Fico, en gran parte proveniente del uribismo, es lo suficientemente duro para asegurar una disciplina anti-Petro.
Por supuesto, Hernández tiene varias características que pueden dar escozor, y para el lector boliviano podemos poner como referencia al ex alcalde cruceño, Percy Fernández, en sus momentos más extremos, para entender el perfil del personaje. Pero en la coyuntura política disruptiva que parece vivir la ciudadanía colombiana, esta incorrección es más una fortaleza que una debilidad, y los ataques que reciba el ex alcalde de Bucaramanga por sus excesos pueden acabar alimentándolo.
Volviendo a la primera vuelta: el aparato continental del socialismo del siglo XXI trató de superar el techo histórico de Petro infructuosamente, aportando su know how de mecanismos de distorsión electoral.
Como integrante de una misión de observación internacional del Foro de Madrid y la Fundación Disenso, pude constatar varias de estas prácticas en la ciudad de Santa Marta, capital del Departamento del Magdalena, donde el cacique regional petrista montó una impresionante estructura clientelar, que de acuerdo a varios testimonios obliga a las empresas contratistas del sector público a aportar cuotas de votantes para el frente de izquierda.
De igual forma, pudimos observar el uso de propaganda política del petrismo dentro y en torno a los recintos de votación.
En varias zonas del país, las fuerzas armadas irregulares que siguen operando (“disidencias” de las FARC, ELN, Bacrim) procuraron desalentar el voto de las poblaciones que podían sufragar a otras opciones que no fuesen el petrismo, y de hecho existen varios estudios académicos colombianos que certifican el vínculo entre abstención e intimidación armada en diversas regiones.
En todo caso, lo cierto es que Colombia se ha dado una segunda oportunidad para defender su democracia, que en manos del Foro de Sao Paulo se convertiría en una grosera simulación, como hemos visto hasta el hartazgo en otros países de Iberoamérica.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo