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¿Control de divisas en Argentina? ¡Afuera!

Marcos Falcone considera que con los controles cambiarios levantados para los argentinos regulares, la mayoría de la gente ahora puede protegerse legalmente de la inflación y, por lo tanto, son más libres de lo que eran hace tres semanas.

Marcos Falcone

Politólogo, Project Manager de Fundación Libertad de Argentina

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Ha llegado (parcialmente) el momento tan esperado de que se eliminen los controles de divisas en Argentina. El 11 de abril, a poco más de 16 meses de la presidencia de Javier Milei, su gobierno anunció que los particulares ya pueden comprar y vender divisas, una práctica que los argentinos tenían vedada desde hacía seis años. También declaró que el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que hasta ahora fijaba un tipo de cambio oficial, permitirá que el peso compita más libremente contra otras divisas. Para un público acostumbrado a utilizar dólares como salvaguarda frente a la constante caída del peso, el fin del cepo es una medida significativa.

¿Por qué tardó tanto Milei en levantar estas restricciones? El Gobierno vinculó el anuncio a un acuerdo con el FMI, aprobado por el directorio del organismo el mismo día, para añadir 20.000 millones de dólares a las escasas reservas del país. Esto permitirá a Argentina implantar una “banda cambiaria” de entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar. En este sistema, el BCRA comprará dólares si el tipo de cambio cae por debajo de 1.000 y los venderá si sube por encima de 1.400, mientras que el peso flotará libremente dentro de esa banda. Así pues, aunque ahora hay más flexibilidad, el país seguirá gestionando su tipo de cambio.

Líderes de la oposición, como la ex presidentaCristina Kirchnerdenunciaron el fin del control de cambios como una devaluaciónencubierta, alegando que el peso pasaría de 1.100 pesos por dólar a 1.400 por dólar. Pero no ha sido así. Desde el anuncio, el peso ha fluctuado y, en última instancia, se ha mantenido cerca del precio fijado anteriormente por el gobierno. Esto indica la confianza del mercado en que el peso se mantendrá dentro de la banda monetaria.

Con el cepo levantado para los particulares, la ausencia de devaluación es clave para continuar con el programa de desinflación, que ha reducido la inflación mensual del 25% en diciembre de 2023 al 3,7% en marzo. Las devaluaciones están estrechamente asociadas a las subas de precios, por eso la administración Milei esperó hasta estar segura de poder “defender” el tipo de cambio dentro de la banda. Esto también es crucial para mantener la popularidad de Milei, que se pondrá a prueba en las elecciones legislativas de octubre.

Sin embargo, poner fin parcialmente al cepo manteniendo un peso fuerte plantea un reto a Argentina: la necesidad de ser más competitiva mediante recortes fiscales y desregulación en lugar de devaluaciones. De hecho, no hay ninguna razón clara basada en el mercado para que Argentina tenga de repente una de las monedas más sobrevaloradas del mundo, cuando hace sólo unos años tenía una de las más débiles. Para evitar esta sobrevaloración, el Gobierno de Milei ha comenzado a desregular y abrir la economía para aumentar la competencia, aunque aún están pendientes importantes recortes fiscales.

¿Ha desaparecido por completo el cepo? Todavía no, sobre todo si te dedicas alcomercio exterior. Aunque las empresas extranjeras podrán ahora transferir sus beneficios de 2025 y futuros al extranjero, el gobierno emitirá un nuevo bono para cubrir los beneficios anteriores a esa fecha, lo que significa que sigue controlando esos fondos. Además, las pequeñas y medianas empresas siguen teniendo dificultades para pagar bienes y servicios en el extranjero. Normalizar estos flujos será clave para atraer la inversión que Argentina necesita para crecer.

¿Y ahora qué? El futuro es incierto, pero el gobierno de Milei es optimista en cuanto a que el levantamiento del cepo no será en vano. A diferencia de lo ocurrido durante la presidencia de Mauricio Macri –la última vez que se levantaron los controles de divisas, sólo para volver–, esta vez hay un presupuesto equilibrado y el cepo se está eliminando gradualmente. Eso pone al Gobierno en una posición más fuerte para capear las turbulencias, sobre todo en un contexto de incertidumbre internacional y flujos de capital de huida hacia la calidad, alimentados por las guerras comerciales del presidente Trump. Hasta ahora, la dolarización no parece estar en la agenda del gobierno.

Con el cepo levantado para los argentinos regulares, la mayoría de la gente ahora puede protegerse legalmente de la inflación y, por lo tanto, son más libres de lo que eran hace tres semanas. Eso no significa que sean verdaderamente libres, pero el gobierno de Milei sigue su camino liberalizador. Se están haciendo progresos.

Este artículo fue publicado originalmente en Foundation for Economic Education (Estados Unidos) el 26 de abril de 2025.


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Marcos Falcone

Politólogo, Project Manager de Fundación Libertad de Argentina

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