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En un mundo cada vez más consciente de los desafíos medioambientales, sociales y de gobernanza a los que nos enfrentamos, las empresas tienen un papel crucial que desempeñar. El éxito empresarial ya no se mide únicamente por los beneficios financieros, sino también por el impacto positivo que generamos en el mundo que nos rodea. La creencia en una filosofía de inversión sostenible y responsable que integra criterios de análisis y selección de valores en una cartera de inversión, se incrementa cada vez más, pues la mirada actual de muchos está puesta en compañías que cuentan con un modelo de negocio que integre dentro de sus operaciones y estrategias factores de sostenibilidad a largo plazo.
En este marco, nacen los criterios ESG o ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) por sus siglas en español, criterios que valen la pena analizar debido a que engloban factores que tienen el objetivo de medir y evaluar el desempeño de una empresa en áreas clave relacionadas con la sostenibilidad y la responsabilidad social.
Es importante comprender qué significan los criterios ESG. Environmental o ambiental, se basa en el impacto que la actividad de la empresa tiene directa o indirectamente sobre el medio ambiente. Este criterio incluye la gestión de los recursos naturales, la reducción de la huella de carbono, la conservación de la biodiversidad, el manejo adecuado de los residuos, entre otros factores. Los criterios Sociales, cubren una amplia gama de problemas, esencialmente los que engloban las relaciones sociales, por ejemplo, la relación que la empresa tiene con sus trabajadores. Se centran en las prácticas laborales justas, la diversidad e inclusión, la salud y seguridad de los colaboradores, así como las relaciones con las comunidades locales. Finalmente, los criterios de gobierno corporativo se relacionan con la transparencia, la ética empresarial, la gestión de riesgos y la responsabilidad de los accionistas.
Numerosos estudios demuestran una relación positiva entre las prácticas ESG y el rendimiento financiero a largo plazo. Las empresas que incorporan estas consideraciones en sus estrategias y operaciones tienden a tener un mayor desempeño económico en comparación con aquellas que no lo hacen. Esto se debe a que los factores ESG pueden influir en la gestión del riesgo, la eficiencia operativa, la atracción de talento y la satisfacción de los clientes.
En Bolivia, el proceso de adopción de estos criterios por parte de las empresas se ha venido dando gradualmente. Algunas empresas líderes de diferentes sectores reconocen la importancia de incorporar la sostenibilidad dentro de la empresa y han venido desarrollando prácticas más responsables que reflejen este compromiso. Al igual que en la mayoría de los países, la sostenibilidad se ha convertido en un tema cada vez más relevante para las empresas. Incluso, existe una iniciativa a nivel mundial que justamente tiene el mandato de trabajar junto al sector privado por economías globales más sostenibles e incluyentes, el Pacto Global de las Naciones Unidas. Esta iniciativa de la ONU apoya en Bolivia a más de 100 organizaciones en este proceso de transformación positiva hacia la sostenibilidad.
Aunque existan avances en la implementación de la sostenibilidad en las empresas bolivianas, queda mucho camino por delante. La sostenibilidad ofrece oportunidades significativas para mejorar la competitividad de las empresas bolivianas y contribuir al desarrollo sostenible del país en su conjunto. El enfoque ESG es el camino hacia una nueva forma de hacer negocios.
