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Las señales vienen de todo lado. Son señales alarmantes sobre un plan global de sometimiento definitivo del país y otras naciones de la región que están en la órbita del Socialismo del siglo XXI, con fines imperiales de nuevo cuño, ahora que las fuerzas de derecha han retomado posiciones a nivel continental. En juego están lo que queda de democracia y las libertades colectivas.
En la última semana, la activista internacional Elizabeth Burgos desde París, el expresidente Jorge Quiroga en Buenos Aires, el veterano dirigente campesino y fundador del MAS Félix Santos a su retorno de Caracas, y el senador tarijeño Rodrigo Paz han lanzado advertencias y datos hay que tomarlos en serio porque, desde distintas perspectivas ideológicas, convergen en el peligro que se cierne sobre el país.
Entrevistada por el programa Último Momento de Amalia Pando y este servidor, Elizabeth Burgos explicó cómo el “totalitarismo constitucional” o la dictadura disfrazada de democracia se ha consolidado con mano de hierro en Cuba y Venezuela, además de Nicaragua, y busca enraizarse en Bolivia y otros países con gobiernos autodenominados progresistas.
“Hay un nuevo totalitarismo que está surgiendo en América Latina y que comenzó en Cuba. La Guerra Fría no terminó en América Latina. Cuba siguió funcionando, penetrando, utilizando las técnicas del trotskismo, que es la infiltración calladita”.
“Es un totalitarismo constitucional con leyes represivas y eso aterroriza a la gente. En Venezuela se está usando la tortura de una forma terrible. ¿Por qué no se habla de la tortura? ¿Por qué las familias no denuncian? Si lo hacen, les prohíben el derecho de visita, de alimentar a sus presos porque la dictadura no les da comida”.
“Pueden apresar a los familiares. Ya lo han hecho, por ejemplo, con Rocío San Miguel, una abogada que ha luchado por los Derechos Humanos de una forma muy profesional. La apresaron junto con su hija y sus familiares”. Elizabeth Burgos alertó que Venezuela, país donde nació y del que salió hace décadas, cuando se intentó una guerrilla castrista, es la actual “cabecera de playa”, de intereses geopolíticos de los regímenes de Rusia y China con todos los rasgos de opresión que imponen a sus sociedades.
“Cuba ha servido siempre de Celestina de los imperios, porque a través de Cuba ha entrado Rusia y detrás, de forma muy callada y muy disimulada, está China. China deja que Rusia haga el papel sucio y ellos se preparan para un poder global, utilizando lo económico, que es la nueva estrategia del imperio chino; no le interesan las guerras porque eso interrumpe el comercio, es negativo para el tipo de poder que está instaurando”, explicó la exesposa de Regís Debray, ideólogo de las insurrecciones obras a través de la guerra de guerrillas, en la época del Che Guevara.
Las señales también surgen desde la otra vereda política, desde los sectores conservadores. En su participación en un encuentro internacional de líderes de derecha organizado en Buenos Aires por la Fundación Libertad e inaugurado por Javier Milei, el expresidente boliviano Tuto Quiroga no desaprovechó la oportunidad para retratar a Venezuela de hoy y la dictadura chavista.
Recordó que el fallecido Hugo Chávez “financiaba a Bielorrusia o Rusia” y se reunía con el ex presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, mientras en Bolivia se inauguraba un centro de entrenamiento militar con iraníes. “Hay que distinguir entre autocracia o democracia”, resaltó el sucesor de Hugo Banzer, ya en su etapa democrática.
“En Venezuela se vive una dictadura atroz”, sentenció y al cierre de su alocución hizo un pedido a la concurrencia: “Necesitamos que en Venezuela liberen a los presos políticos y se reestablezca la democracia. Es un territorio ocupado por Cuba, Hezbollah, Hamás, las FARC, Nicaragua, Rusia y China. En esta lucha, los tiranos siguen triunfando”.
Una tercera señal, que en realidad fue una revelación de lo ocurrido en las entrañas del Socialismo del siglo XXI, fue emitida por Félix Santos, entrevistado por el desatacado periodista Nicolás Sanabria en su programa En Otro Formato. El fundador del MAS participó en Caracas en el encuentro de más de 300 líderes sociales del ALBA-TCP, evento al que Evo Morales llegó en vuelo privado y en el que se hizo un pedido con tono de urgencia para los delegados de países que aún no llegaron a los niveles de totalitarismo como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Contó al periodista Nicolás Sanabria que el dictador Nicolás Maduro repitió la caracterización política del imperialismo, capitalismo y neoliberalismo, y que les mostraron videos de discursos de Chávez y Fidel Castro, quien, en un contexto histórico diferente, hace un pedido: “Apúrense, mañana puede ser tarde”. Lo convirtieron en consigna con una clara intención. “Nos han recomendado la liberación de los países que en este momento están en el camino”, obviamente Bolivia entre ellos.
Las delegaciones volvieron a sus países con la tarea de acelerar la aplicación del “totalitarismo constitucional”, advertido por Elizabeth Burgos, por parte de los gobiernos progresistas y alentado por las organizaciones sociales que forman parte de las tiranías en Latinoamérica y El Caribe.
La última señal vino de boca del senador opositor Rodrigo Paz, pero con un tema bien concreto. Alertó sobre un posible Decreto Supremo que pretende controlar las redes sociales, el sistema de comunicación de las familias, los medios de comunicación (tradicionales y digitales), universidades e instituciones públicas y privadas.
“El presidente (Luis Arce) estaría presentando un Decreto Supremo para que el PIT (Punto de Intercambio de Trafico), que comprenden empresas corporativas de telecomunicación y de acceso a Internet, pasen a control del Ministerio de la Presidencia y Ministerio de Obras Públicas”. No hubo desmentido gubernamental.
Por supuesto que la advertencia generó preocupación y repudio en las organizaciones de periodistas, aunque se trata un atentado al conjunto de la sociedad porque la intención sería el control de las comunicaciones de todos los ciudadanos a través de las redes sociales, tal como lo ejercitan los regímenes de Venezuela y Nicaragua, según el parlamentario tarijeño.
Leyes represivas, persecuciones judiciales, conexiones con el terrorismo; tratos con mafias narco, dependencia financiera de los nuevos imperios, autoritarismo político, infiltraciones, torturas, control secante de la sociedad… ¿cómo encarar la gran amenaza? Primero, sistematizando y advirtiendo, en espera de que los sectores democráticos del país reaccionen y hagan lo que corresponde en el plano nacional y a nivel de la comunidad internacional.
Más allá de los intereses electorales de corto plazo, las organizaciones partidarias, cívicas, ciudadanas, empresariales, académicas, sociales y religiosas deberían comenzar a establecer vasos comunicantes y debatir cómo se hace para defender lo que queda de democracia y las libertades colectivas en riesgo de ser expropiadas definitivamente por el “totalitarismo constitucional”.