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Hasta fines del año pasado, la institucionalidad cruceña, la que encaró luchas regionales como la abrogación de la Ley 1386 y el paro de los 36 días, estaba encabezada por Rómulo Calvo, presidente saliente del Comité Cívico; Luis Fernando Camacho, gobernador apresado en Chonchocoro por supuesto de terrorismo, y Vicente Cuéllar, rector de la universidad pública de Santa Cruz, la más numerosa del país.
En menos de dos meses, entre el 28 de diciembre y el 11 de enero, dos de sus terceras partes han experimentado cambios y sacudones que anticipan nuevos actores con los mismos desafíos, aquellos que se fueron aprobando en al menos tres cabildos multitudinarios en la ciudad de Santa Cruz, pero de alcance nacional, mostrando el peso que tiene ahora la región en la política boliviana.
Camacho se aferra a la idea de seguir gobernando el departamento desde Chonchocoro, cuando en los hechos está provocando una suerte de vacío de poder en Santa Cruz porque su ausencia en la sede de sus funciones, obligado por las circunstancias, hace dificultosa la gestión departamental y concede terreno al masismo para conspirar permanentemente buscando tomar el control de la Gobernación cruceña.
Por eso, el 11 de febrero se ratificó al Presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, casi tres meses antes del inicio de la nueva legislatura, el 3 de mayo de este año. La continuidad de Camacho como Gobernador podría ser interrumpida por la justicia constitucional de Santa Cruz que postergó para este 16 de febrero la consideración de una acción de cumplimiento interpuesta por asambleístas departamentales del masismo.
Camacho está a punto de ser una autoridad electa con cargo pero sin mando, es decir seguir siendo Gobernador titular del departamento de Santa Cruz encarcelado preventivamente en el penal de Chonchocoro, al otro lado del país, y la administración de la Gobernación bajo responsabilidad Mario Aguilera, el vicegobernador a quien no quiso recibir en el recinto penitenciario y que anticipadamente fue calificado como “funcional a los intereses del masismo”.
