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Las ideas no valen nada

Salomón Eid

Socio de PPO Abogados, Presidente de ASEB

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La película comienza así: estás en tu casa, y de repente se te ocurre lo que parece ser la mejor idea de negocio del mundo.

El próximo paso es que te invada esa sensación de no querer contar a nadie esa idea. Te preocupa que sea tan buena que otros la copien.

¿Por qué somos así? ¿Qué nos lleva a convencernos que nuestras ideas son tan únicas que nadie más las pensó?

Creer que nuestras ideas son extraordinarias nos hace sentir especiales, y también nos da una sensación de que estamos haciendo progreso. Más peligrosamente, nos da una satisfacción antes de haber logrado algo significativo.

Pero yo estoy convencido que no querrías contentarte con solamente tener las ideas. Creo que lo que realmente buscás es usar esa idea en algo útil.

Convertirlas en un proyecto, un libro, un restaurante, en un negocio, o, en mi caso, en este blog que estas leyendo.

Hasta acá, no dije nada que probablemente no podrías descifrar solo. Nada novedoso. La idea por detrás de este blog todavía no vale nada.

Lo que si vale algo es ayudarte a comprender que las ideas solo valen sí las ejecutas. Este cambio en tu manera de pensar puede ponerte en el siguiente nivel de tu vida.

Acá van tres lecciones que aprendí en el camino y que te pueden servir para lograr lo que estas posponiendo.

  1. ¿Qué tan copiables son las ideas?

Si alguien llevó al extremo el concepto de copiar ideas, es Rocket Internet.

La empresa alemana es básicamente una fábrica de crear empresas, enfocándose obsesivamente en la ejecución y preocupándose poco con la originalidad de la idea de cada negocio que trata de crear.

¿Cómo hacen eso? Replicando modelos de negocios que han sido exitosos en otras regiones como Estados Unidos o China.

Para Rocket Internet, empezar un nuevo negocio no se trata de un proceso creativo, es un proceso totalmente operativo de ejecución.

Ninguno de los equipos iniciales de sus nuevas empresas tuvo que preocuparse por cosas mundanas como levantar capital, contratar empleados o servicios para operar, o tener una buena idea.

Rocket Internet les entrega todo y solo tienen que preocuparse de arrancar y escalar el negocio.

En un momento de su historia, Rocket Internet tenía más de 100 empresas que empleaban alrededor de 30 mil personas en 110 países. El 2019, la valuación de su negocio llegó a $4.900 millones de dolares.

Si alguna vez usaste Pedidos Ya, Rocket Internet es dueña de Delivery Hero, que es dueña de Pedidos Ya.

Si te da la impresión de que la historia de Rocket Internet se trata principalmente de copiar ideas, no va tanto por ahí.

Se trata de la obsesión por la ejecución, replicar ideas de otros es un subproducto de esa obsesión.

Se trata de que tener ideas originales es solo parte del proceso de hacer algo. A veces una parte grande, a veces una parte pequeña. Lo que vale es convertir esas ideas en realidad.

Si te suena distante el término “ejecución”, básicamente se refiere al proceso de convertir ideas y estrategias en realidad mediante acciones e implementación efectivas, para impulsar la empresa hacia adelante.

  1. Entonces ¿Qué hace que nuestras ideas sean difíciles de copiar?

Por suerte, no todos nosotros tenemos que lidiar con competidores como Rocket Internet. Pero si tuviéramos, hay una lección aquí.

El 2011 Brian Chesky, el CEO de Airbnb, recibió una oferta complicada de rechazar por parte de una empresa llamada Wimdu: o compras mi operación europea o voy a competirte hasta sacarte del mercado. Más que una oferta, era un ultimátum.

Una vez esta noticia se filtró, la situación era clara: Airbnb no está en Europa, ¿de que sirve una empresa de viajes si no está en Europa?

Por si fuera poco, Wimdu fue construida por Rocket Internet y financiada con $100 millones. Contrataron 400 personas en 30 días.

Airbnb estaba compitiendo con la mejor empresa de la historia para copiar ideas. Cada vez que Airbnb cambiaba un botón en su página, Wimdu cambiaba ese mismo botón en la suya.

Con todo esto, Brian Chesky recurrió a uno de sus mentores, quien lo hizo reflexionar: “ésta es una historia de mercenarios versus misioneros. A Wimdu no le importa la misión, la conexión con los clientes, son mercenarios a sueldo”.

La decisión de Brian Chesky fue apostar a largo plazo: “ningún mercenario quiere manejar la empresa por 20 años. Si los forzamos a estar en esto a largo plazo, no les va a gustar. Ningún mercenario se importa con la misión, no tienen una conexión real con los clientes. Va a ser una guerra larga, pero vamos a ganar”.

Airbnb ejecutó magistralmente su plan de competencia: vamos a competir en Europa con una estrategia país por país y enfocarnos en ser hiperlocales pero a escala global.

El resto es historia.

Wimdu cerró operaciones el 2018 y Airbnb es de lejos la plataforma de alojamiento más grande del mundo con más 150 millones de usuarios que han reservado más de mil millones de estancias. 6 huéspedes se registran en un Airbnb cada segundo.[1]

El modelo expansión global de Airbnb se convirtió en un referente sobre cómo expandir negocios internacionalmente, posteriormente usado por Uber, entre otras empresas.

El fracaso de Wimdu, como lo resume el sitio EU Startups:[2]

“Al final, Wimdu no estaba enfocado en ofrecer alojamiento de manera original, sostenible y basado en buenas experiencias para los viajeros; solo quería copiar Airbnb y crecer por el simple hecho de crecer.

Al final, la imitación simplemente no fue suficiente.

 

  1. Entonces ¿si pones tu idea en acción y te la copian?

Desde hace algún tiempo vengo pensando en un concepto que me tiene fascinado: “hagamos cosas que no nos pueden copiar”.

Suena simple, ¿no? Pero creo que la idea es engañosamente compleja. Te doy un ejemplo:

Si tienes una tarjeta de crédito o débito en tu bolsillo, probablemente sea Visa. Pero, ¿qué hace realmente Visa?

No da créditos, no emite tarjetas, no procesa pagos, no opera las terminales donde pasas tu tarjeta para pagar en persona, no opera el software que usas para comprar en internet, no opera las cuentas desde donde sale el dinero para pagar, o hacía donde va el dinero que recibe el comercio que vende.

¿Qué hace Visa?

Por si no fuera suficientemente misterioso, todas las tareas que arriba menciono son realizadas por partes diferentes: tu banco, quien emite la tarjeta y te da la línea de crédito, la pasarela de pago que procesa la compra online, y otras tres o cuatro partes, que ninguna de esas es Visa.

Visa hace algo muy simple pero complejo: coordina entre todas esas partes para que una transacción de pago pueda realizarse en cualquier lugar del mundo, en segundos y de forma segura.

¿Te parece fácil de copiar? Probablemente no, por los grados de complejidad que involucra un negocio así.

Esa es otra idea con la que estoy obsesionado: otra versión de hacer cosas que no te puedan copiar es más matemática: mientras más complejidad y camadas tu negocio o idea tenga, más dificil es de copiar.

  1. ¿Cómo me sirve esto?

Seguro que se siente momentáneamente bien quejarse de que la competencia te copia las ideas, descartarlos como poco originales y seguir tu día.

Pero la versión brutalmente honesta de eso es que vos tenes la culpa. Estas dejando que la competencia te copie ideas al ejecutarlas de manera que son fáciles de copiar.

Tu esfuerzo es superficial.

Si tu idea solo fue ejecutada en al nivel más básico de su potencial, ¿de quién es la culpa que te la copien? ¿De tu competencia? ¿Tuya?

Ese es de pensar si realmente quisieras perpetuar esa dinamica de ser copiado, sentirte bien con quejarte y seguir adelante, o si quisieras añadir complejidad a tus proyectos para que difícilmente sean copiables.

La lección es simple, si te van a copiar, que les cueste.

Que les cueste dinero, que les cueste reputación, que les cueste tiempo y que les cueste esfuerzo.

Cuando las cosas cuestan, la mayoria de los que querrían copiarte, probablemente sientan que es muy complicado y no lo hagan.

Y para los que se animan a pesar de que les cueste, vas a tener una interesante competencia, una de esas competencias que te desafía a ser mejor o quedar atrás.

La última versión de hacer cosas que no te puedan copiar, es como dice uno de mis grandes referentes, Naval Ravikant:

“la manera más dificil de que te copien, es ser vos mismo”.

Sos una persona única, y si lo reflejas en tus proyectos, tu identidad es imposible de copiarse.

 

  1. Y ahora ¿qué hago con todas estas ideas?

Capaz este blog te suena con un tono pesimista, que tus ideas no valen mucho y que son fáciles de copiar, y entonces ¿para qué siquiera molestarse?

La intención es todo lo contrario: motivarte a pasar de la idea a acción. Motivarte a reconocer que tu valor no está en pensar, si no en hacer.

A convencerte de que tu futuro está en tu control y que tu éxito depende directamente de la cantidad de consistencia y complejidad que le pones a la ejecución de tus ideas.

A enfocarte en sentir satisfacción en lograr cosas, y no en pensar cosas.


[1] Extraído de: https://www.searchlogistics.com/learn/statistics/airbnb-statistics/#:~:text=Airbnb%20has%20more%20than%20150,America%20is%20%24163%20per%20night

[2] Maricel Sanchez, 2019. Disponible en: https://www.eu-startups.com/2019/07/imitation-simply-wasnt-enough-a-wimdu-post-mortem/

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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