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En lo que resta del 2023, la región pasará por varios procesos de votación, que pueden ser claves para evaluar en qué medida se está debilitando (o no) la “segunda ola progresista” promovida por el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla.
El primer país en ir a las urnas es Paraguay, que el 30 de abril elegirá presidente, legisladores y gobernadores. Con un sistema que no contempla la segunda vuelta, la intención de voto se ha ido concentrando en los dos punteros, Santiago Peña del Partido Colorado y Efraín Alegre de la Concertación, cada uno con cifras de apoyo cercanas al 40%.
Peña fue ministro de hacienda en el gobierno de Horacio Cartes y ha hecho críticas a funcionarios de la administración actual, por supuestos negociados con PDVSA. Por su parte, Alegre recibió el apoyo del Grupo de Puebla durante su detención preventiva del 2021.
En Guatemala, los comicios generales están previstos para el 25 de junio, pero en un escenario de dispersión que hace prever un balotaje para el 20 de agosto. Encabezan los sondeos dos candidatas: Zury Ríos de los partidos Valor y Unionista, hija del general Efraín Ríos Montt, y Sandra Torres del partido UNE, ex primera dama, quien se divorció de Álvaro Colom “para casarse con el pueblo”.
Autodefinida socialdemócrata, Torres sería la carta de los sectores moderados del Grupo de Puebla, mientras que en cuarto lugar aparece Thelma Cabrera, del Movimiento para la Liberación de los Pueblos, partido que tiene sus raíces en la vieja guerrilla de la URNG y que sería la opción de los sectores más duros del Foro de Sao Paulo. La incógnita es cuánta relevancia tendrá Cabrera en la segunda vuelta y en un eventual gobierno de Torres.
El proceso electoral argentino comenzará el 13 de agosto con las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), donde la principal coalición opositora, Juntos por el Cambio (JxC), definirá a su candidato presidencial, espacio que disputan Patricia Bullrich por los “halcones” y Horacio Rodríguez Larreta por las “palomas”.
En el peronismo tienen problemas para encontrar candidato, ante unas elecciones que ven perdidas (22 de octubre la primera vuelta y 19 de noviembre la segunda), y no sería de extrañar que acudan al siempre solícito Daniel Scioli. Por fuera de ambos bloques, Javier Milei viene creciendo y puede dar una sorpresa en base al voto “anti-política”, convirtiéndose en un tercero fuerte que fogonee la reforma del Estado desde el Congreso.
El 29 de octubre, tanto Colombia como Bolivia irán a las urnas, la primera para las elecciones regionales, donde pueden surgir contrapesos importantes al gobierno central, por la caída de aprobación de Gustavo Petro; y la segunda para unas nuevas elecciones judiciales. La duda es si habrá que repetir el voto nulo de las dos ocasiones anteriores (2011 y 2017) o si esta vez la oposición logrará incluir postulantes potables en alguno de los cuatro tribunales, ante la pérdida de los 2/3 por el oficialismo.
Queda pendiente saber si los bolivianos también irán a votar este año en el referéndum de reforma de la justicia, con plazos y requisitos complicados en el Órgano Electoral. Otro plebiscito es el que tendrá lugar en Chile el 17 de diciembre, con el nuevo proyecto constitucional que está diseñando un consejo de expertos y que se prevé menos radical que el anterior, para la caza de votos en el centro.
