Medalla de plata para Bolivia en biología sintética
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El sábado 26 de octubre, se llevó a cabo el Jamboree de iGEM, la competencia de ingeniería genética más renombrada del mundo. 400 equipos de más de 50 países, formaron parte de la competencia de este año.
iGEM, que significa “International Genetically Engineered Machine,” es una competencia internacional de biología sintética que reúne a estudiantes de diversas disciplinas para diseñar y construir sistemas biológicos utilizando herramientas de ingeniería genética. Fundada en 2003, iGEM fomenta la innovación y la colaboración en el ámbito científico, permitiendo a los equipos desarrollar proyectos que abordan problemas del mundo real, desde la sostenibilidad ambiental hasta la salud pública.
Los participantes presentan sus proyectos en un evento anual, donde son evaluados y pueden ganar medallas según sus logros y enfoques creativos. Destaca Bolivia, entre los 12 países hispanoamericanos que participaron este año y pese a distintos obstáculos y desafíos logró obtener uno de los reconocimientos otorgados.
El equipo iGEM Bolivia ha logrado un destacado reconocimiento en la competencia internacional de biología sintética iGEM 2024, al obtener la medalla de plata por su innovador proyecto, a pesar de enfrentar significativos desafíos logísticos y burocráticos. El equipo de Bolivia ya participó el 2021 con excelentes resultados.
En la primera participación, se logró presentar el diseño de un biosensor de arsénico para el agua. Siguiendo esta línea y manejo de información, este 2024, se presentó un diseño mejorado de biosensor para detectar mercurio.
Este grupo de jóvenes científicos de distintas partes del país, presentó un enfoque creativo para abordar problemas ambientales y de salud en Bolivia, demostrando que la falta de acceso a laboratorios no detuvo su determinación. Uno de los desafíos de esta competencia es abordar temas sociales, por lo cual algunos de ellos se trasladaron al Foro Social Panamazónico, para comprender mejor sobre cómo la contaminación por mercurio en ríos, afecta a comunidades indígenas.
A lo largo del proceso, el equipo lidió con complicaciones en las aduanas que dificultaron la importación de materiales esenciales para su investigación. Sin embargo, su capacidad para adaptarse y buscar soluciones alternativas fue clave para el desarrollo de su proyecto. La colaboración y el trabajo en equipo fueron fundamentales, permitiéndoles superar barreras que muchos consideran insuperables.
El diseño de este proyecto incluye un dispositivo, que permite tener las lecturas del biosensor. Este dispositivo es de un tamaño bastante portátil, lo que lo hace accesible en cuanto a su manejo. En términos de costo, un análisis de agua contaminada con mercurio resulta mucho más accesible con este biosensor y dispositivo, que los medios convencionales, que además, quedan confinados a laboratorios con complejos protocolos y procedimientos.
Al final, de eso trata la biología sintética, de generar soluciones accesibles a mucha más población, desarrollando ciencia y capacitando a la vez a muchas otras personas. El detalle está en si algún día más empresas, universidades y hasta el gobierno entenderán todo su potencial, así como la capacidad que tienen nuestros jóvenes.
El proyecto no solo refleja la innovación y el talento del equipo, sino también su compromiso con el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida en su comunidad. La medalla de plata es un testimonio del arduo trabajo y la perseverancia del equipo iGEM Bolivia, que se ha convertido en un ejemplo inspirador para futuros científicos en el país. Su éxito en iGEM 2024 resalta la importancia de la ciencia colaborativa y el ingenio ante la adversidad, posicionando a Bolivia en el mapa global de la biología sintética.