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Mirada Sur: Cumbres borrascosas

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Cumbre del G20 muestra un cambio de era

Sonrisas y seriedad. Foto: Presidencia de Brasil

Las cumbre internacionales se han convertido en un tinglado mayoritariamente intrascendente en los últimos años. Allí se suelen hacer declaraciones tan rimbombantes como huecas, plagadas de buenas intenciones y apelaciones a luchar contra el cambio climático y otras “causas blancas”, que no irriten a ningún sector de influencia. Pero algo distinto se palpó en la reciente cumbre del G20 que tuvo lugar en Rio de Janeiro, diseñada por el presidente Lula da Silva para intentar consolidar su aspiracional rol de jugador político global.

Para empezar, quedó en claro que la llegada de Javier Milei como presidente a Argentina ha significado un cimbronazo político para la región. Si bien Argentina terminó firmando una declaración final bastante hueca, que llama a buscar formas de gravar con impuestos a los “super ricos”, y a mitigar el calentamiento global, su postura férrea de oponerse a compromisos más serios, afectó el tono final. La foto que ilustra esta pieza, muestra cómo le cayó a Lula esta “novedad”.

Argentina anunció que está en desacuerdo con las expresiones “desinformación, información falsa, discursos de odio y otros daños en línea”, porque -a los ojos del gobierno argentino- pueden afectar la libertad de expresión en redes sociales. Otra “línea roja” está en la implementación de la Agenda 2030, que Milei denosta. “Argentina considera que afecta la vida, la libertad y la propiedad de las personas”, dijo el comunicado oficial. Además, Argentina se declaró en contra de los impuestos a los “súper ricos” ya que “implica un trato desigual frente a la ley”. Por último, Argentina se opuso a la palabra “género” porque “Argentina no apoya ningún tipo de discriminación positiva”.

Otro detalle llamativo fue que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, no participó de la foto colectiva, debió ingresar por un camino distinto para no exponerse a una larga caminata pública, y acto seguido, se marchó a su hotel y se perdió el segundo debate sobre la reforma de los organismos internacionales. Se trata de la última cumbre de este tipo a la que asiste Biden, ya que dejará en breve su cargo al nuevo mandatario esatdounidense Donald Trump.

Si la irrupción de Milei ya enfrió los planteos de algunos dirigentes europeos y laitnoamericanos de aumentar las regulaciones internacionales, los impuestos, y las agendas sociales que fomenta la ONU, es de esperar que la llegada de Trump haga todavía más difíciles este tipo de estrategias.

Elección cabeza a cabeza en Uruguay

EL candidato oficialista Alavaro Delgado y el actual presidente Lacalle Pou. Foto: Presidencia del Uruguay

El domingo Uruguay elige presidente en un balotaje para el infarto. El pequeño y tranquilo país sudamericano vivirá una jornada electoral en la que se definirá si quiere continuar con el gobierno de la Coalición Republicana que gobernó estos últimos 5 años o si quiere volver a la conducción de izquierda, con el partido Frente Amplio, que ejerció el poder durante los 3 períodos anteriores.

Se verán en las urnas dos grandes bloques que dividen a la población en mitades prácticamente iguales en caudal de votos, según lo demostraron las elecciones nacionales del pasado 27 de octubre, y las encuestas para este balotaje se esfuerzan en confirmar. A tal punto será peleada la contienda que algunos analistas adelantaron que no se conocerá al ganador hasta que no estén los resultados oficiales de la Corte Electoral. Incluso se ha manejado que serán los votos observados los que acaben definiendo la elección.

Por el lado del oficialismo, la Coalición Republicana presenta a Alvaro Delgado, secretario de Presidencia del actual mandatario Luis Lacalle Pou, con quien mantiene estrecho vínculo. Por la oposición, el candidato es Yamandú Orsi, delfín del ex presidente José Mujica. Dos modelos que, dada la paridad, se muestran como moderados en sus propuestas para no generar fugas de votos, pero que presentan sensibles diferencias a nivel ideológico y filosófico.

El continuismo de Lacalle Pou, Presidente que llega al fin de su mandato con una aprobación cercana al 50%, apuesta al crecimiento de la economía, a la libertad de los individuos, y se ha plantado firme frente a las dictaduras de la región, como la de Maduro y Díaz-Canel. En la vereda de enfrente, la postura es un Estado con más involucramiento en la vida de las ciudadanos. Y que sus sectores mayoritarios han manifestado, en múltiples ocasiones, el rechazo a las relaciones con los Estados Unidos y su afinidad con los gobiernos progresistas de la región.

La voz local. Para saber más cómo será la actividad del domingo y qué se puede esperar de los resultados, contactamos a Hernán Bonilla, del Centro de Estudios para el Desarrollo de Uruguay. Hernán dijo que “El próximo domingo, finalmente, luego de un largo proceso electoral de elecciones internas y elección nacional, vamos a llegar a la segunda vuelta electoral entre Álvaro Delgado, candidato oficialista de la coalición republicana, y Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio. Las encuestas muestran una gran paridad. Probablemente tengamos que esperar los resultados de la Corte Electoral, o sea, los resultados oficiales, para saber quién es el ganador el domingo. Una elección que se presenta, por lo que muestran las encuestas que disponemos, muy pareja”.

Según el analista, “los dos se han presentado como candidatos moderados, y de hecho, probablemente es así, en que es su propio pensamiento y sus propias ideas. Cuando uno mira las propuestas de cada uno de los partidos, sí encuentra más diferencias y una cosmovisión del mundo distinto. El programa económico del Frente habla de la posibilidad de subir impuestos. El programa de Álvaro Delgado se compromete a no subir impuestos. El crecimiento de la economía, en el programa de Álvaro Delgado, se basa en el sector privado, en generar incentivos, en generar las condiciones para que pueda desarrollarse la inversión privada. El programa del Frente Amplio apuesta más a las empresas públicas y a un rol del Estado más activo”.

“En relaciones internacionales, el programa del Frente Amplio habla como un problema del imperialismo yanqui, de la OTAN, realmente con muchas reminiscencias sesentistas. El programa de Álvaro Delgado habla de la apertura de Uruguay al mundo y de cómo insertarse mejor en la economía mundial, en la economía global. Por lo tanto, hay diferencias entre los programas de los partidos y probablemente sea uno de los factores que la gente tendrá en consideración. Además del gran factor que suelen decir las elecciones, que es entre continuidad y cambio. Si la gente reelige en definitiva al gobierno actual, como ha planteado Álvaro Delgado, o prefiere un cambio, que Orsi ha presentado en los últimos tiempos como un cambio seguro, y exista rotación de partidos en el gobierno. Eso es lo que resolveremos el próximo domingo”.

Quiebre entre Noboa y su vicepresidenta Abad

La vicepresidenta ecuatoriana, Verónica Abad. Foto: Cuenta oficial de Twitter de Verónica Abad

Los enfrentamientos entre el Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y su vice, Verónica Abad, se arrastran de lejos. Pero ahora la bronca parece haber alcanzado su punto de mayor tensión y se debe a que Abad fue apartada de su puesto y suspendida por 150 días, sin goce de sueldo, por “abandono injustificado del cargo”. Según expertos, la figura jurídica no es aplicable a su caso por tratarse de una funcionaria elegida por voto popular.

Abad se encuentra fuera del país desde hace un año. Ni bien asumió, en noviembre de 2023, la primera medida que Noboa tomó como presidente fue asignarle la función de colaborar en calidad de “embajadora de paz” en Medio Oriente. Y unos días más tarde, la nombró Embajadora ante Israel, a donde fue enviada inmediatamente. “El presidente me quiere lejos”, declaró Abad y desde entonces, las chispas entre ambos se han hecho cada vez más frecuentes.

La sanción a la Vicepresidenta rige hasta el límite del mandato de Noboa y la excluye de ocupar la Presidencia durante la campaña para las elecciones de 2025, cuando el empresario que hoy preside el país deba dejar el cargo para dedicarse a la campaña electoral en busca de su reelección. No olvidemos que Noboa cumple un período especial tras la salida precipitada de Guillermo Lasso.

Trasfondo. El distanciamiento entre ambos se evidenciaba ya desde la campaña anterior y se confirmó cuando Noboa decidió enviar a Abad a un lugar tan lejano y conflictivo como Medio Oriente en plena guerra. Y desde ese momento, ha sido claro que no quiere que lo reemplace cuando deba dedicarse a la campaña de 2025. Además, Abad ha sido calificada por funcionarios cercanos al mandatario con adjetivos tales como mal agradecida, corrupta y desleal al Presidente. A su vez, la vice ha denunciado a Noboa por violencia política de género y aseguró que “Aceptar la candidatura a la Vicepresidencia de la República, y haber ganado la elección ha sido una condena para mí”.

La voz local. Pero díganme de una vez por qué estos dos están tan peleados, estará pensando el lector. Para ello acudimos a una voz calificada que nos ayude a desentramar la madeja y entender el asunto de fondo. En este caso llamamos a Mauricio Alarcón, Director Ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo.

Mauricio nos dijo que “La relación entre Abad y Noboa se murió durante la campaña electoral. Mucho se especula con el tema del financiamiento de la campaña, pero ante la ausencia de denuncias formales, esto no ha pasado de ser un chisme. Oficialmente se han acusado de traicionar los ideales que inicialmente los unían. Noboa acusa a Abad de ser correísta, Abad a Noboa de ser un autoritario. Lo cierto es que ha sido casi un año de enfrentamiento a costa del país entero, con el único objetivo de satisfacer el capricho de un Presidente que ha sido capaz de violar la Constitución para quitarse a Abad de en medio”.

EE.UU. reconoce a González como presidente

Foto: Cuenta oficial de Twitter deEdmundo Gonzlaéz

Ha sido una semana de noticias positivas para la oposición venezonala, que de a poco veía como la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro para que reconozca su derrota electoral, viene debilitándose. Es que dos gobiernos clave para el país caribeño, y para el contexto internacional, reconocieron a quien según todos los informes fue el ganador de las últimas elecciones, como presidente electo de Venezuela.

Primero fue Estados Unidos, quien a traves de su secretario de Estado, Anthony Blinken, dijo que “El pueblo venezolano se pronunció contundentemente el 28 de julio y nombró a Edmundo González como presidente electo. La democracia exige respeto a la voluntad de los votantes”. La Administración de Joe Biden reconoció el pasado 1 de agosto a González Urrutia como el ganador de los comicios, pero había evitado hasta ahora declararlo “presidente electo” de Venezuela. La razón por la que el Gobierno de Biden ha decidido emplear este término está relacionada con la inminencia de la toma de posesión de Maduro para un tercer mandato, que está prevista para el 10 de enero.

González Urrutia agradeció a Estados Unidos su reconocimiento como presidente electo de Venezuela y afirmó que esta decisión reconoce la “voluntad soberana” de los venezolanos y “honra” el deseo de cambio en su país.

Apenas 24 horas después, fue la mandataria italiana Giorgia Meloni la que reconoció a Edmundo González Urrutia como “presidente electo” de Venezuela durante un encuentro en Buenos Aires con el presidente argentino, Javier Milei.

“Junto con la Unión Europea trabajamos por una transición democrática y en paz de Venezuela para que finalmente se haga realidad la preferencia expresada por el pueblo venezolano por el presidente electo González Urrutia y las legítimas aspiraciones de libertad y democracia”, expresó Meloni.

Por qué importa. A medida que se acerca la fecha oficial de traspaso de mando, y mientras el gobierno de Maduro se niega a publicar las actas electorales que probarían su victoria, la apuesta del regimen chavista es a que el cansancio de la oposición, y la distracción de la comunidad internacional con otros temas, vaya facilitando su aceptación. Estas dos declaraciones dejan en claro que no será tan fácil, y que con la llegada de Trump al poder en Estados Unidos, es probable que la presión sobre el régimen se incremente. Al mismo tiempo, los países de la región temen que la decepción popular instigue una nueva ola migratoria de venezolanos, que afecte la estabilidad de los países vecinos.

Popular periodista apunta a la Presidencia

Para quienes seguimos la información política de Colombia, la revista Semana se había convertido en un referente ineludible. Es que al timón de su aguerrida directora, Vicky Dávila, esa revista publicaba de forma permanente las informaciones más explosivas, en particular, denuncias contra la actual gestión del presidente Gustavo Petro. Pero en las últimas semanas, la noticia más impactante publicada por Semana fue sobre su propia directora, que anunció que dejaba el periodismo para postularse a la presidencia del país.

Con un discurso directo contra la izquierda, y con elogios habituales a los presidentes Nayib Bukele y Javier Milei, Dávila podría jugar ese papel de outsider que tan buenos resultados ha dado en otros países de la región. De hecho, las primeras encuestas la dan bien posicionada de cara a las elecciones de 2026.

“Hay que sacar a la izquierda que solo sabe destruir, y a los políticos corruptos que solo saben robar, sin importar si su orilla política pertenece a la derecha, centro o izquierda”, dijo en una de sus primeras declaraciones como candidata. “Ninguna ideología política vale la pena si el propósito es robar y hacerles favores a los amigos contratistas”, agregó.

Quién es. Vicky Dávila es una periodista colombiana destacada en televisión, radio y prensa escrita. Comenzó su carrera en televisión en 1994, trabajando en programas como “El Senado Hoy” y “Notipacífico”. En 2016 publicó un video sobre corrupción en la Policía Nacional de Colombia, lo que le valió tanto críticas como el reconocimiento por su valentía periodística. En 2020, asumió la dirección de la revista Semana. Allí fue una figura clave en la transformación editorial del medio, manteniendo una línea crítica frente a los eventos políticos y sociales del país.

Con la llegada de Gustavo Petro al poder, Vicky Dávila se convirtió en su opositora número uno, pero también en el medio de comunicación que más revelaciones ha hecho en contra de su Gobierno. Desde antes, incluso, con la revelación de los “Petrovideos” en campaña, luego con la dura declaración de Nicolás Petro Burgos, hijo mayor del jefe de Estado, envuelto en un caso de tráfico de influencias: “No me voy a inmolar por mi papá”.

Para tener una idea más clara del personaje y su impacto en la política colombiana, contactamos a Carlos Augusto Chacón, Director Ejecutivo del Instituto de Ciencia Política, Hernán Echavarría Olózaga, que nos decía lo siguiente: “Vicky empieza a sacar escándalos de este gobierno de corrupción y Semana se vuelve el medio de denuncia pública de todos los abusos del gobierno de Petro. Petro empieza a atacar a Vicky y básicamente la vuelve como su principal figura opositora. De alguna manera lo que estaba pasando era que el ex presidente Uribe, en medio de su proceso judicial, no estaba funcionando como el opositor que muchos esperaban, y Vicky se vuelve esa figura”.

“Los gremios y empresas empiezan a invitar a Vicky a sus congresos anuales. Y ella sale en algún momento con una propuesta en la revista del 10-10-10, que es una especie de flat tax, lo que parece claramente una propuesta de campaña política. Y la empiezan a poner en distintos eventos y paneles a dar speechs, y los speechs de ella eran muy políticos, más que los de la directora de una revista”.

Sobre si puede tener chance de ganar, Carlos Augusto nos dice que “por ahora no se vislumbran candidatos notorios de los partidos tradicionales, y es claro que puede haber lugar para una outsider. De hecho en las encuestas que nosotros hacemos en el instituto mensualmente muestran que la gente prefiere un candidato independiente, por lo tanto Vicky podría empezar a convertirse en ese candidato de oposición a Petro que podría tener alguna chance. Igual estamos muy temprano, es decir, faltan casi 18 meses para las elecciones, poco menos”.

Nota publicada originalmente en Mirada Sur

Martín Aguirre, Director El País, Uruguay, y Advisory Council member, Center for Latin America
Rodrigo Caballero, editor

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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