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No seamos acomplejados, busquemos unidad y mejoramiento

Ciro Añez

Escritor

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Acomplejado, consiste en aquella persona que padece de complejos psicológicos, esto es, adolecer de complejos de inseguridad, el cual, es exteriorizado de varias formas, entre ellas, con el ridículo aire de superioridad o de grandeza (el sobrador), como también mediante el complejo de inferioridad, de mediocridad o el sentimiento de no ser adecuado para ciertas circunstancias o tareas.

La corrupción y el complejo de mediocridad están intrínsecamente ligados, formando una peligrosa sinergia que puede generar graves consecuencias sociales y políticas.

El corrupto es mediocre y es excluyente, pues solo piensa en sí mismo y en los suyos, se enriquece ilícitamente (basado en la mentira y el engaño) buscando beneficiarse a sí mismo, a su grupito (jábega de corrupción y prebendarios) y a los suyos (linaje familiar), en perjuicio de todas las demás personas, sea en detrimento de un determinado segmento social o de toda la sociedad en su conjunto, por cuanto, sonsaca los recursos públicos del erario nacional.

Sabemos muy bien que la corrupción lleva a los países hacia la desgracia, pero todavía a sabiendas de aquello, hay muchos sinvergüenzas que se creen muy inteligentes y afirman: “quien no es corrupto, es un tonto”, para luego, más adelante, éstos mismos merluzos, se pongan a quejarse de sus propios países y hablen de que desean que sus hijos o nietos migren a otros lugares fuera de su país, porque resulta que esa mentalidad mediocre basada en la corrupción acabó destruyendo sus propios países e instauró pobreza, no solo económica sino principalmente mental, encumbrando autocracias y dictaduras. Pero, para el colmo de males, pese a todo ello, estas personas resultan que donde vayan (al país donde vayan a habitar), siguen creyendo que no ser corrupto es ser tonto.

Sumado a ello, hay gente acomplejada, porque no ven las potencialidades de su propio país, no buscan la grandeza de sus naciones, por el contrario, les apesta el país donde nacieron y viven pensando que afuera (es decir, estar en otro país) siempre será mejor (creen que el césped del vecino siempre es y será más verde que el de ellos) y algunos en su imaginación, alucinan ser europeos nacidos en Latinoamérica, ósea, no valoran su propio país y sus raíces, desean que sus hijos estén afuera (no los preparan para que se mejoren a sí mismos y mejoren a su propio país).

Estas personas carecen de un sentido de unidad latinoamericana y una evidencia de aquello, es cuando vemos, a algunos políticos prestos a ser lacayos o vasallos de potencias extranjeras y, afirman que eso de unidad latinoamericana es una utopía y en vez de hacer negocios abiertamente con todos los países del mundo, sin limitarse en fanatismos ideológicos, velando y defendiendo los intereses de su propio país y de la región “latinoamericana” (que incluye lógicamente a Brasil), sin entrar en el juego de los bandos de potencias, sin convertirse en títeres de algún bando y convirtiendo a sus territorios en patio trasero de peleas (guerras proxy) de potencias, resulta que hacen todo lo contrario, típico de los acomplejados (no valoran su propia región latinoamericana).

El tema de fondo, es una cuestión de “mentalidad” pues aquellas personas que tiene una mente miserable, mediocre e indecente, que se cree muy “vivilla” (la viveza criolla desvergonzada, el creerse un genio y una persona muy íntegra, cuando no es otra cosa, que un simple delincuente, facineroso sinvergüenza e hipócrita), que acaba malogrando su propia existencia, su propia tranquilidad, acaba perdiendo su propio país, al convertirlo en una cueva de corruptos, pero a pesar de todo ello, resulta que aun continua con la misma creencia descabellada de que por ser corrupto es una persona muy inteligente (esto es, tener mente de villano); y, pretende culpar de la desgracia generalizada a otros, cuando la realidad, es que dicha persona es parte del problema de su propio país.

Con todo ello, es pues necesario un auténtico cambio para estar bien. Esto es algo básico, ya que el “bienestar” no es otra cosa que: “Bien Ser” y “Bien Hacer” para “Bien Estar”, esto es así de simple, pues lo contrario, será malestar y decadencia total. Esto no es nada nuevo, nadie está con esto inventando la pólvora, es simplemente cuestión de sentido común.

Nuestra actitud depende de lo que pensamos, por ende, primero debemos “ser” antes que “hacer” porque haremos hasta el nivel en que somos y, lo que somos, depende de lo que pensamos.

La decencia no es de boca para afuera, hay que serlo de forma auténtica. Hagamos nuestras actividades como una ofrenda, no por engreimiento tampoco por autogratificación y, sin identificarnos (absurdamente envanecidos) con ellas. Mientras vivamos, tengamos una experiencia de vida agradable y agradecida.

Si buscamos mejores resultados, es decir, la buena cosecha de frutos, tienen que ser lógicamente de árboles sanos y no de los árboles envenenados (a causa de la corrupción generalizada y desvergonzada, que provoca la putrefacción del fruto).

De nada sirve tener un país polarizado, con fanatismos culturales, ideológicos y dogmáticos sobre Derechas Vs Izquierdas, cuando lo racional, es cambiar a toda esa gente que ya tuvo su oportunidad, pues ya fueron autoridades (diputados, senadores, alcaldes, etc.), ya estuvieron en función de gobierno y demás funcionarios que ocuparon cargos públicos durante todo ese periodo (proveniente de una misma matriz de partido político); por lo tanto, creer en el reciclaje, obviamente es algo totalmente absurdo, es una gran tomada de pelo olímpica, pues implica más de lo mismo, cuando bien sabemos, que locura es hacer lo mismo una y otra vez (con los mismos) y esperar resultados diferentes.

Ahora bien, para aquellos que son acérrimos “creyentes” tanto de la Derecha como de la Izquierda, es menester dejar todos esos dogmatismos políticos recalcitrantes, cuando podría existir en Latinoamérica, países que tengan un patriotismo sano, que exista un nacionalismo sano (el cual no es una bandera, de un bando dogmático en particular) y prepararse como país en el capitalismo (como ocurrió y ocurre en China – quien es actualmente, incluso, mejor capitalista que EEUU-; lo mismo ocurre en Singapur, entre otros), generadores de recursos económicos, servicios, infraestructura, meritocracia en los negocios con un sentido de integridad (inclusivo no excluyente), etc.

Aprendamos lo que funciona, aprendamos de los que actualmente han demostrado que saben, por ejemplo, Singapur es considerado el Estado más eficiente del mundo, con un gasto público equilibrado que no supera el 13% de su PIB, brinda una gran facilidad para hacer negocios con seguridad y certidumbre jurídica, posee un gobierno digital al 99% (tramites en línea, mediante la plataforma singpass), inversión en infraestructura del 4 al 5% del PIB anual; y, en China, los funcionarios locales son evaluados con datos comprobables, como ser: crecimiento del PIB regional, atracción de inversiones y estabilidad social, si cumplen ascienden, si no es así, son removidos o se quedan estancados. Es decir, existe la remuneración del sector público por resultados y bajo responsabilidad, con fuertes sanciones por corrupción y con la correspondiente recuperación del daño económico causado o provocado.

A diferencia, de los países latinoamericanos, donde el funcionario por más que sea un incompetente o un inepto, igual recibe remuneración mensual sin responsabilidad y sin medición de resultados (transparencia), por lo que, tampoco se sanciona (rendición de cuentas) por el delito de nombramientos ilegales a quien nombra a una persona incompetente para un cargo público (Ej.: art. 157 del código penal), por lo tanto, en nuestros países se requiere de tecnócratas patriotas y no de aventureros e improvisados.

Por otro lado, en Latinoamérica, no es cuestión de hablar de boca para afuera sobre la industrialización del litio, pensando que eso se obtiene con tan sólo poner una fábrica. Quien tenga esa creencia, es un neófito en temas de negocios empresariales.

No es así, eso (el litio) no se va a vender solo y tampoco en buenas condiciones, así por así, por el solo hecho de tener una fábrica.

Es menester crear una red logística y comercial, que es parte de la inversión. Y para eso, se requiere de equipos capacitados, preparados para alcanzar eso, con calidad y eficiencia (una muestra de ello, es la propia China, con su ruta logística denominada, “la Ruta de la Sera”, acompañada de toda una gran campaña comercial de alcance mundial).

Como vemos, China al exterior es capitalista y nos enseña cómo se hacen estas cosas; y, si el capitalismo está demostrado, que es la forma de salir del subdesarrollo (es decir, el capitalismo es necesario, para generar recursos económicos), por ende, en Latinoamérica deberíamos pues estudiar y aprender de los mejores sobre el capitalismo y prepararnos para ello, incentivando la inversión privada y las libertades individuales.

No seguir con las acostumbradas, trilladas, perniciosas y ociosas disputas entre dogmáticos con aquel cuento polarizador de Derechas Vs Izquierdas, con politiqueros latinoamericanos inescrupulosos enriquecidos mientras que sus pueblos están cada vez más empobrecidos, esclavizados y hasta en algunos casos, son rehenes, de sus propios gobernantes o rosca política.

En el ámbito económico, en nuestros países, no es cuestión de que el Estado saquee al sector privado o le cobre impuestos sin darle los servicios por los cuales recauda, por cuanto pierde autoridad moral y legitimidad en el cobro de impuestos; y, tampoco consiste en repartir la herencia de la abuela para luego, acabar en crisis y colapso económico, como Cuba, Venezuela y esperemos que no nos quedemos así de estancados en Bolivia, como una “Venezuela 2.0”.

Desde una perspectiva empresarial (concerniente a las estrategias competitivas, que fueron enseñadas por Porter), si bien, por ejemplo, no podremos ganarle a China, en costos (pues ellos, indiscutiblemente tienen un gran liderazgo), pero si, hablando en términos técnicos de Michael Porter, podríamos destacarnos por “diferenciación” (en calidad de servicio) y por “enfoque” (en nichos de mercado).

Pero para lograr todo aquello, es pues con visión, con trabajo y preparación, nada vendrá como fruto del azar tampoco vendrá por la simple lectura y la conversación sobre teorías filosóficas, por los apasionados discursos en diferentes palestras, ni por los ampulosos artículos académicos citando a varios autores foráneos (considerando con eso, de que tiene un alto nivel, dicho documento); o, por andar quejándonos de nuestra desgracia, mientras procrastinamos  entretenidos en la diversión, la jarana y el show mediático, siguiendo a gente que gana dinero, a costa de aquellos ingenuos que gastan sus recursos y su valioso tiempo, distrayéndose con la exhibición que hacen (de su vida privada) estas personas por el Internet; o, siendo acomplejados, buscando que nuestros jóvenes, que nuestros hijos, se vayan del propio país para engrosar las largas filas de la migración tóxica a otros rincones del mundo. Nada mejorará, si no nos preparamos, si no tenemos unidad ni apuntamos al mejoramiento continuo, con pragmatismo, patriotismo y meritocracia ética.


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