¿Qué es la tecnología disruptiva?
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Primero tenemos que definir ¿qué es la disrupción? La disrupción es una interrupción o rompimiento con la manera tradicional de ejecutar algo, o, dicho de otra manera, es interrumpir la llegada a un objetivo predecible a través de una acción diferente a la tradicional, que rompe con el pasado y crea un futuro absolutamente diferente, siendo al mismo tiempo destructivo y creativo.
La disrupción no es un fenómeno reciente; en realidad, podríamos afirmar que Cristóbal Colón fue disruptivo al señalar que podía llegar al Asia cruzando el mar, aunque en su camino se tropezó con el descubrimiento del continente americano.
Por ejemplo, los relojes digitales reemplazaron a los relojes con cuerda mecánica basados en muelles y engranajes, o las cámaras digitales sustituyeron a las cámaras de película (que tenían que ser reveladas con químicos).
Lo nuevo de la disrupción es que, en las últimas décadas, se ha asociado al área tecnológica y de negocios, para referirse a la introducción de nuevos procesos, métodos o productos, que cambian la forma en la que tradicionalmente se hacía las cosas, agregando valor al sector al que están dirigidos.
Pero la disrupción no solo tiene que ver con cambios en la tecnología. El walkman utilizó tecnología existente, compactándolo y convirtiéndolo en un reproductor portátil, y aunque la tecnología no cambio sustancialmente, la propuesta de valor sí.
Lo mismo sucedió con Airbnb o Uber, siempre se ha alquilado una casa o contratado un transporte. Aquí, lo que cambio es la utilización de la tecnología para acercar la demanda con la oferta, creando eficiencias de mercado y creando nuevas propuestas de valor para los que participan en el intercambio, creando una disrupción en el mercado.
Otros ejemplos de un nuevo modelo de negocio que genera una disrupción, es Wikipedia, que aunque no tiene la misma “calidad” de un diccionario Larousse o la enciclopedia Britannica, su modelo de utilización de información colaborativa le permite tener un acceso gratuito para cualquier usuario, otorgando suficiente valor como para poder penetrar en el mercado y captar gran parte del mercado de los diccionarios y las enciclopedias.
La tecnología disruptiva genera dos tipos de crecimiento: el crecimiento sostenible y el crecimiento disruptivo.
El crecimiento sostenible es aquella que genera una mejora el rendimiento de los productos o servicios existentes, sin alterar sustancialmente el mercado. Por ejemplo, la mejora de la calidad de imagen de las cámaras digitales o la velocidad de los microprocesadores en las computadoras. El crecimiento sostenible suele beneficiar a las empresas líderes en su segmento, que pueden aprovechar su posición dominante y sus recursos para adaptarse a las nuevas tecnologías.
En cambio, el crecimiento disruptivo es aquel que crea nuevos mercados o segmentos de clientes, ofreciendo productos o servicios más simples, baratos o accesibles, que satisfacen las necesidades o resuelven el problema de un público que no estaba atendido por las soluciones tradicionales. Por ejemplo, el surgimiento de los teléfonos inteligentes, que combinan varias funciones en un solo dispositivo, o las plataformas digitales, que conectan directamente a los proveedores y los consumidores, casi eliminando a los intermediarios. El crecimiento disruptivo suele perjudicar a las empresas establecidas, que pueden perder cuota de mercado o quedar obsoletas ante las nuevas propuestas de valor generadas por los startups, que generalmente son más agiles y reaccionan más rápido a los cambios de los clientes.
La disrupción con base tecnológica afecta a las empresas en general, ya que les obliga a estar atentas a los cambios en el entorno, a anticiparse a las necesidades y expectativas de los nuevos consumidores digitales, y a innovar constantemente para mantener su competitividad.
Las empresas que quieren sobrevivir y prosperar en la era de la disrupción deben estar dispuestas a cambiar su cultura organizacional y adoptar una cultura de aprendizaje, experimentación y adaptación, que les permita identificar las oportunidades y los riesgos que plantean las nuevas tecnologías, y desarrollar estrategias para aprovecharlas o mitigarlas.
La disrupción es un fenómeno que implica una transformación profunda en el mundo de los negocios, y cuando es impulsada por las innovaciones tecnológicas es conocida como transformación digital.
La disrupción puede generar un crecimiento o de declive para las empresas, dependiendo de su capacidad para adaptarse y reinventarse ante los nuevos escenarios. La disrupción es un reto, pero también una oportunidad, para las empresas que quieren diferenciarse y crear valor en el mercado.
Por eso, afirmamos que la transformación digital tiene una capacidad de ser disruptiva en muchas formas, que no necesariamente son tecnológicas, pero que sí plantean un nuevo modelo de negocio que genera una propuesta de valor diferente a la existente. La transformación digital tiene la capacidad de ser disruptiva de muchas formas, pero será tema de otro artículo.