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Salud mental y emocional para afrontar la crisis

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Tal vez no estemos prestando tanta atención a este factor. La salud emocional puede apoyar o perjudicar la manera en la cual afrontamos la crisis. En una reciente publicación David Garrote menciona que los equipos con alta seguridad psicológica mejoran su rendimiento entre un 20% -30%, además impulsa un 25.7% más la innovación, aumenta hasta un 12% la productividad y genera un mayor nivel de compromiso del colaborador con su trabajo.

En un país donde se vive alta incertidumbre, donde los niveles de estrés laboral van en aumento y las condiciones laborales se deterioran, es muy difícil mantener una óptima salud mental.  El reporte de Gallup 2024 muestra que Bolivia es el país de Latinoamérica y el Caribe donde los trabajadores han padecido el día anterior mayores sentimientos de ira, tristeza y estrés. ¿Cómo lo estamos abordando en las organizaciones?

El bienestar integral cobra mayor relevancia en esta época. Un colaborador con bajos niveles de salud mental y emocional no rinde con su máximo potencial; puede presentar problemas de concentración, dificultad para recordar información, irritabilidad, impaciencia, sensación de desasosiego, impulsividad, entre otros. Además, puede presentar alteraciones del sueño y el riesgo de padecer enfermedades severas e irreversibles.  ¿Lo estamos considerando, midiendo y gestionando?

Comparto algunas prácticas que pueden aportar a este fin:

  1. Crear espacios seguros de diálogo con el personal. Estas instancias deben ser más frecuentes y estar destinadas no solo para comunicar lo que está sucediendo en la empresa y como lo están abordando, sino también para atender las dudas que surjan, escuchar propuestas y permitir la libre expresión. Los colaboradores valoran la transparencia y a la vez el ser escuchados e involucrados.
  2. Evaluar el impacto de la crisis en el personal. Tener datos es crucial para gestionarlos y tomar decisiones efectivas. Es relevante contar con indicadores de los niveles de estrés, ansiedad, preocupación y el bienestar general del colaborador. Las acciones enfocadas en datos permiten optimizar recursos y generar más impacto.
  3. Promover en el equipo el ejercicio y la alimentación saludable. Los buenos hábitos pueden adquirirse en cualquier momento de la vida. Las empresas pueden ayudar a establecer rutinas que favorezcan el cuidado del cuerpo, porque un cuerpo sano funciona mejor también en el trabajo. Cuidar la salud física del colaborador siempre será una buena inversión.
  4. Comunicar buenas noticias e impulsar los reconocimientos internos. A veces en situaciones de crisis perdemos de vista que cada día seguimos teniendo motivos para agradecer y celebrar. El destacar las buenas acciones y los pequeños logros suelen elevar el ánimo, la motivación y la energía en el equipo. Instaurarlas favorece a mejorar el entorno laboral creando un ambiente más positivo.
  5. Fomentar la empatía y la colaboración. Las reestructuras, los cambios internos y todo tipo de decisiones drásticas causan temor, tristeza, desánimo, incertidumbre y muchas veces sobrecarga laboral. El atender la afectación y promover el trabajo colaborativo, desarrolla un espíritu de solidaridad, unión, de apoyo y sororidad. Las redes de contención interna suelen ser muy valoradas por los colaboradores.
  6. Incentivar la creatividad y la innovación. Cuando centramos la atención en lo que podemos controlar, las personas suelen encontrar más recursos para buscar soluciones, hacer propuestas y crear iniciativas. Un colaborador que siente que aporta valor a la empresa tiende a incrementar su seguridad y confianza, ambos impulsores del buen rendimiento.
  7. Fortalecer los recursos mentales. El 95% de nuestras decisiones están guiadas por las emociones y éstas están determinadas por los pensamientos que surgen a partir de cada situación. Es importante ayudar a identificar los tipos de mensajes recurrentes que devienen en los colaboradores y facilitar la autogestión positiva.

Mantener una buena salud mental y emocional en situaciones de crisis es elemental para cuidar la calidad de vida y el desempeño laboral. Transformar la crisis en oportunidad es la manera más resiliente y saludable para avanzar mejor. Cuidarse y cuidar de todos es el primer paso.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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