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La semana no ha traído grandes novedades políticas ni económicas de interés para los liberales en Argentina. La coyuntura parece dominada, en todo caso, por las consecuencias del llamado del presidente Milei al Pacto de Mayo, que parece ser más exitoso de lo previsto por el establishment. Aún así, podemos referenciar algunas medidas que quizás son de poco alcance pero que indican, para bien o para mal, hacia dónde va el gobierno.
En el terreno económico, el cierre de Correo Compras es más bien simbólico pero en el buen sentido: se termina, al menos en este caso, el delirio kirchnerista de montar una estructura burocrática y corrupta para fingir que el Estado puede competir con cualquier empresa en cualquier rubro. Es necesario que el Estado no mejore, sino que se retire completamente de toda tarea que no debe hacer. Otro simbolismo positivo es el cierre de 59 Centros de Referencia que dependían del Ministerio de Capital Humano: en ninguno de ellos podía realizarse trámite alguno, y solo servían para que el Estado se hiciera propaganda a sí mismo. Aún si el gasto que se ahorra es ínfimo en relación al que realmente importa, la noticia es buena de por sí.
Ya en el terreno de las libertades no económicas, se encienden algunas luces de alarma. En el Día de la Mujer se anunció que por iniciativa de Karina Milei el “Salón de la Mujer” pasa a llamarse “Salón de los Próceres”, en el que por cierto fue agregado Carlos Saúl Menem. El debate sobre la acción afirmativa existe en el liberalismo: así como algunos pueden argumentar que la igualdad ante la ley debe primar y que no hay razón para privilegiar a las mujeres de ninguna forma, otros pueden decir que se les deben reparaciones por la desigualdad legal que han sufrido en el pasado, y ambas posiciones son razonables. Pero el timing de la medida es provocativo e innecesario; no parece el producto de una decisión adulta, sino de un arrebato.
Lo más importante es lo que todavía no sucede. Mientras el Ministerio de Economía sigue adelante con su política de ancla fiscal y ancla monetaria, seguimos esperando la efectivización de la desregulación (esta semana hubo rumores sobre el sector del transporte, pero no más que eso), bajas de impuestos y el levantamiento del cepo cambiario, así como de todo tipo de restricción para importar. Recientemente, un funcionario de la Secretaría de Comercio me contestó un tweet y afirmó que no hay funcionarios que restrinjan importaciones, pero eso no es estrictamente cierto: intenten traer cualquier cosa desde el exterior y después hablamos.
