Un análisis complementario al ataque de Hamas del 7 de octubre
La secuencia de acciones que condujeron al 7 de octubre
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La periodista e investigadora española Pilar Irahola, en una reciente entrevista en un medio argentino identifica con claridad los nexos mayores del conflicto en Israel. En su análisis señala que el conflicto no se circunscribe exclusivamente al plano de los intereses de los pueblos de Israel y Palestina. Considera que esto solo responde a una mirada muy corta a los sucesos que permean a la región.
Entre los antecedentes a la presente conflagración identifica, por una parte, un conjunto de reuniones que se han llevado a cabo en los últimos meses en lugares como Turquía, Líbano y la propia Irán, donde han participado las cúpulas de Hamas, Hezbolla, Yihad Islamita y el Cuerpo de Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI). Por otra, recuerda que la CGRI es el principal instructor, proveedor de recursos armamentísticos y asesora en temas militares a estas agrupaciones.
Con el mismo criterio a lo expuesto en mi anterior columna, identifica la desproporcionada acción en que incurre Hamas el 7 de octubre pasado en su invasión sobre suelo israelí, conecta los temas arriba expuestos y concluye de formar similar, que las acciones no pueden haberse ejecutado en forma aislada, sin el conocimiento o acuerdo con las otras partes mencionadas líneas arriba.
Para fortalecer su argumento sobre la secuencia de interacciones, identifica que en las redes sociales (particularmente en Telegram) de estas afiliaciones, existe como una sorprendente sincronización para publicar los videos subidos por los afiliados extremistas de Hamas. Resalta que las redes, se constituyen en las principales cajas de resonancia y medios de difusión empleados para ampliar la campaña antisemita. Igualmente cuestiona que los mensajes provenientes de los círculos árabes, en vez de condenar los actos de barbarie de Hamas, criminaliza a Israel, por supuestos actos en contra del pueblo palestino. Por otra parte, revela que, en los siguientes días, aparecen un número no menor a 40.000 cuentas bots desde Rusia e Irán para potenciar el efecto de los mensajes, un arma potente de la guerra no convencional.
El análisis mayor del porqué de las acciones del 7 de octubre
En concordancia identificamos dos objetivos mayores de las acciones de Hamas en el nefasto ataque del 7 de octubre:
- Frenar la firma de acuerdos que buscaban el establecimiento de relaciones beneficiosas entre Arabia Saudita e Israel. La importancia del mismo, que siguen los pasos del Acuerdo de Abraham entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y EEUU y sus anteriores entre Egipto e Israel, luego Jordania e Israel. Todos estos acuerdos permiten profundizar el reconocimiento del Estado Israelí y avanza en acuerdos sobre intereses palestinos en territorios ocupados.
- Frenar el avance del corredor central que tenía previsto conectar la India, EAU, Arabia Saudita, Jordania, Israel con puertos en Grecia para el flujo de mercancías, incluidos petróleo. Este proyecto se constituye en contrario a los intereses de Rusia e Irán, por restarles los mecanismos de acceso a mercados ya afectados por la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas a ambos países.
Dentro de estos intereses regionales, vemos una oportunidad singular para Irán y Rusia. Ambos países se encuentran seriamente afectados por las sanciones internacionales occidentales, ambos países vienen trabajando para reducir su impacto y buscar proyectar sus propios intereses de mediano y largo plazo. Igualmente, en el cálculo político prevaleciente en el conflicto en Ucrania, persiste como elemento gravitante en estas decisiones: la división interna dentro del Congreso norteamericano; la opinión pública también concentrada en el caso del ex presidente Donald Trump y sus innumerables procesos judiciales; y, la agenda electoral del 2024 donde los candidatos deben medir fríamente sus cálculos en torno a ambos conflictos en función al electorado. Todos factores que tienen un efecto en las determinaciones de la política internacional de ese país.
Hasta el momento, no identificamos un interés directo de China, con quien Irán y Rusia apuestan como eje de contención, pero que no manifiesta que muestra una inclinación o decisión que haya tenido incidencia en desatar el conflicto.
La Cumbre de la Liga Árabe
En días recientes se llevó a cabo la Cumbre de la Liga Árabe, conformado por 22 países miembros permanentes, para tratar en forma exclusiva el conflicto en Palestina y que planteaba como objetivo buscar una resolución que condene las acciones israelís en la Franja de Gaza. La Cumbre no alcanzó ese objetivo y no pudo sacar una resolución unánime que condene las acciones militares de Israel. De singular importancia, las determinaciones fueron rechazadas por los países con los que Israel mantiene acuerdos: Egipto, EAU y Jordania y adicionalmente se considera que Moroco que junto a Bahréin, son dos países que buscan distanciarse del conflicto y ponderan las relaciones e intereses bilaterales.
La falta de llegar a un consenso se califica como un importante avance en el reconocimiento del Estado Israelí, la necesidad de los países árabes de construir y consolidar relaciones diplomáticas, fortalecer la cooperación económica o de otra índole que beneficien los intereses de los países signatarios.
Qué dirección tomará el debate sobre el conflicto
Por una parte, vemos que el debate a nivel de Estados no está siguiendo la narrativa de la victimización palestina. La Cumbre Árabe nos muestran la necesidad de enfrentar los sucesos en base a los hechos y alejarse de falsos postulados. En este sentido, la línea fina en que debe desenvolverse Israel para no fragmentar ese respaldo será clave para poder superar esta crisis. Palestina, debe cuestionar la legitimidad de Hamas, su orientación ideológica y la red de soporte que la sustenta.
En contraste, el debate de tipo dogmático que prevalecen en las redes y que son instrumento de manipulación, tanto para el público de la comunidad árabe como el resto del mundo, que se alimenta de las narrativas creadas por las redes de soporte a Hamas nos demuestran la vulnerabilidad de las redes. Las vemos expresadas en cuantiosas manifestaciones de calle en ciudades del mundo occidental en supuesto apoyo a la causa Palestina, pero más específicamente en contra del Estado de Israel. Años de un persistente ataque antisemítico en las redes, basados en teorías conspirativas, han hecho que la reacción de calle no guarde relación con los sucesos del 7 de octubre. Perdiendo de vista los hechos, se vuelque en contra Israel por una supuesta conspiración Zionista. Es muy posible, que el conflicto permita abrir los ojos de una parte de esa muchedumbre, pero no vendrá por sí sola, sino se producirá fruto del debate serio, la concientización de la realidad de los sucesos y la importancia de desmontar los falsos argumentos de la propaganda de Hamas y sus redes.
