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Días atrás, el ex titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) de Argentina, Juan Bautista “Tata” Yofre, subió a su cuenta de X un “Manual para la resistencia” atribuido al Instituto Patria, el espacio desde el cual Cristina Fernández forma cuadros y lanza consignas al kirchnerismo.
“El Instituto Patria (los K) distribuyen instrucciones a su gente para voltear al gobierno nacional que lleva 2 meses de gestión. Raro: ¿Por qué esconden los puntos 2 y 7? Se los mando para que estemos atentos”, escribió Yofre, quien suele estar muy bien informado.
Si bien el instructivo no parece ser un documento oficial del think tank kirchnerista, sino algún tipo de comunicado de línea interna (sus operadores mediáticos se han apresurado a desmentirlo tras la filtración), refleja bastante bien la psicología y los métodos de la ex mandataria, sobre quien pesan varias causas por corrupción multimillonaria, y que podría acabar graduando la movilización (en este caso informacional) de sus huestes, en función de la evolución que tengan estos procesos.
En escuetos 10 puntos (dos de ellos parecen haber sido velados o removidos) se dan instrucciones de micro-militancia, que en conjunto construyen una táctica de desinformación que podría tener cierta efectividad.
Ya en el 2016, había circulado con presunto origen en el Instituto Patria un documento con características parecidas, titulado “Técnicas de resistencia activa-micromilitancia”, con el objetivo de desgastar a la entonces naciente administración de Mauricio Macri.
Ahora, la mira está puesta en el nuevo gobierno, con instrucciones que detallan cómo manejar la conversación cotidiana, ya sea en espacios públicos como familiares, laborales o en las redes sociales, apuntando a generar una narrativa en base a casos ficticios de penurias provocadas por el ajuste del gasto estatal emprendido en los últimos meses.
“En este manual te daremos una serie de consejos sobre las acciones que puedes ejercer para ir limando la confianza de los votantes de Milei y de la gente en general en las redes sociales. De nosotros depende que este gobierno llegue a su final lo más pronto posible”, se lee en la cartilla reciente.
Aislado, el instructivo podría parecer apenas una nota de color o una simple muestra de mezquindad política, de parte de quienes legaron la crisis fiscal y monetaria que se intenta resolver en el vecino país. Pero, aunado a expresiones desde el peronismo, que manifiestan el deseo de que el gobierno “caiga en marzo o en abril”, y teniendo en cuenta la experiencia sudamericana de varias décadas (incluida Bolivia en el 2003), debe recordarse que estas estrategias de desinformación suelen ser sólo una fase inicial en la aplicación de un método de desestabilización mucho más amplio, que puede desembocar en un “estallido social” mucho más planificado que espontáneo y con la participación de fuerzas del crimen organizado.