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A inicios de la pandemia, diferentes autores sugerían que fruto de la misma iba a generarse un ‘nuevo ser humano’. Se trataba, como quedó demostrado, de un deseo. Así las cosas, es prudente observar datos, tendencias y fechas ya establecidas para estar preparados y enfrentar los principales desafíos para el 2022. ¿Qué desafíos hay en lo social? Veamos:
En cuanto a las perspectivas sociales, debemos ser categóricos: el fin de la pandemia podría llegar a las regiones metropolitanas y ciudades intermedias con su respectivo retorno formal a las actividades presenciales en el segundo semestre del año. Sin embargo, la caída generalizada en los salarios junto a presiones inflacionarias y otras restricciones financieras -por la escasez de recursos- generará malestar y sensación de recrudecimiento de la crisis en la población, lo que implicará que el mercado informal y el uso intensivo de tecnología seguirán siendo la principal alternativa social para miles de familias bolivianas. Podrán darse cuenta que buena parte de los desafíos sociales tienen un origen económico, pero eso corresponde a otra columna.
Cabe señalar que el retorno a la normalidad será paulatino, pero desorganizado, como lo ha venido siendo en el segundo semestre de 2021. El actual marco normativo no brinda certidumbre. Queda demostrado, también, que nunca se trató de una dicotomía entre salud o economía, sino de decisiones complejas y descentralizadas que debieron tomarse en base a datos, pero como lo vimos en 2021: no fue siempre así.
Entre los problemas sociales más fuertes estará el de la educación y el incremento de la pobreza extrema. Lamentablemente, estos se agravarán en las áreas rurales -donde no se habrá acabado el COVID por los bajos niveles de vacunación-. En este sentido, la calidad de educación será mucho más desigual entre las áreas urbanas con acceso a internet versus las áreas rurales. Pero el principal desafío social estará en el campo de la salud; si algo bueno pudo traer la pandemia no solo fue el reconocimiento de lo esencial (la vida de nuestros seres amados: la familia, amigos, etc.), sino las potenciales mejoras en el sistema de salud del país. Es inconcebible que los sistemas de salud no se vean mejorados, si ingresamos a la pandemia siendo el país más vulnerable y menos preparado de América del Sur según Oxford Economics y el PNUD LAC, por lo menos términos la pandemia con la lección más importante: la salud importa.
La resolución a la crisis social que se profundizará implica resolver la crisis política y las señales de nuestras élites políticas no son esperanzadoras. Por más que uno lo desee, lo cierto es que no hay buenas señales sociales para Bolivia en este 2022.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo