Excanciller Longaric rechaza que el informe ratificatorio de la OEA sea un acto de injerencia
Recuerda que hubo un acuerdo de "buena fe" entre el Estado boliviano y el organismo internacional.
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La exministra de Relaciones Exteriores Karen Longaric descartó este martes que el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) pueda ser tomado como “injerencia política”, porque, según ella,es un acuerdo asumido entre Bolivia y esa institución, que debe ser cumplido “de buena fe”, reportó Página Siete Digital.
“El informe de la @OEA_oficial sobre el fraude electoral no es injerencia. Es resultado de un acuerdo internacional entre Bolivia y la OEA que debe cumplirse de buena fe. Injerencia es que gobiernos foráneos se inmiscuyan en nuestras elecciones y determinen la política boliviana”, tuiteó Longaric.
En esa línea, la exautoridad publicó el comunicado de prensa del organismo internacional, referente a los hallazgos hechos por la OEA durante la auditoría al proceso electoral de 2019 en el país.
La Cancillería emitió ayer un comunicado en el que acusa al secretario general de la OEA, Luis Almagro, de cometer un acto de injerencia, al pronunciarse sobre la validez de la pericia solicitada por el Ministerio Público a Deep Tech Lab de Bisite y le advierte que no permitirá “un nuevo intento de acciones desestabilizadoras”.
El organismo interamericano emitió el lunes un pronunciamiento en el que reitera los hallazgos de irregularidades en esos comicios y desestima la pericia realizada por la Universidad de Salamanca a pedido del Ministerio Público.
Ese informe apunta que de los comicios observados durante la última década, “la de octubre de 2019 en Bolivia es probablemente la peor de todas”.
“De las elecciones observadas por la OEA en la última década, la de octubre de 2019 en Bolivia es probablemente la peor de todas. Constituye una vergüenza hemisférica por el cúmulo de irregularidades y por la manipulación flagrante del proceso electoral. Intentar validar este conjunto de irregularidades y manipulaciones, a través de estudios extemporáneos, constituye una grave afrenta a la democracia en el hemisferio”, indica el pronunciamiento de la OEA.