La frenada ley policial entraña “urgencia inexplicable”, “tensión”, “pusilanimidad”
Página Siete y Los Tiempos mediante editoriales y Cabildeo Digital a través de un columnista analizan lo que hay detrás del proyecto de Ley de Carrera de Generales y Ascensos en la Policía. Las claves que exponen van desde la falsa armonía entre el gobierno y los policías, una urgencia inexplicable por reordenar jerarquías cuando existen problemas más serios como la corrupción y la inocultable debilidad de la administración de Luis Arce para enfrentar turbulencias internas y externas.
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Página Siete
Este lunes, Página Siete pone su mirada analítica sobre el proyecto de ley de los generales verde olivo y explica que después del motín de 2019 “la relación del gobierno de Luis Arce con la Policía no es de las mejores”. “Saltan a la vista las mutuas desconfianzas y las tensiones, agravadas por los procesos disciplinarios internos en contra de los participantes en el levantamiento”, afirma el editorial del diario crítico a las administraciones gubernamentales del MAS.
Para el periódico paceño, la “aparente armonía no es tal” en la Policía que como nunca en la era democrática “llegó a su aniversario sin generales ni ascensos y con un comando interino al mando”. La situación se agrava, según Página Siete, porque “hay policías que denuncian malos tratos, abandono y hasta extorsiones para evitar cambios de destino y, en muchos casos, se denuncia una especie de venganza por el motín de 2019”.
“… la relación entre la Policía y el Movimiento Al Socialismo es frágil y por eso el Gobierno, que seguramente quisiera encarcelar a quienes se amotinaron en 2019 o a quienes participaron en la represión de Sacaba y Senkata, no puede hacerlo, porque la reacción podría ser muy compleja. (El ministro) Del Castillo juega, entonces, al equilibrista, aunque eso le cueste la furibunda crítica de su compañero (Juan Ramón) Quintana”, concluye el editorial que le otorga una dosis de comprensión al Ministro de Gobierno.
Los Tiempos
El influyente periódico de Cochabamba pregunta en su editorial de este domingo “¿qué hay detrás de la nueva ley para la Policía?” “La razón es evidente: la subordinación plena a la autoridad del Ministro de Gobierno implica que la ya existente injerencia política en los mandos policiales será total”, responde Los Tiempos en un encomiable esfuerzo por descifrar para sus lectores la “urgencia inexplicable” del gobierno por “reordenar las jerarquías” policiales cuando existen temas de mayor profundidad como la corrupción y la desconfianza ciudadana.
“… aunque las autoridades del Ejecutivo, y las policiales, lo nieguen, la politización de los estamentos jerárquicos de la institución de orden existe desde los años 60 y se ha intensificado, sin disimulo, entre 2006 y 2014, durante la administración de (Evo) Morales, al punto que, en 2018, su Comandante General ofreció, al entonces presidente del Estado y candidato presidencial ´todo el apoyo de más de 37.000 hombres de la Policía Boliviana´”, recuerda el diario cochabambino.
Y vuelve sobre los problemas medulares de la Policía: “la corrupción en sus filas y la consecuente desconfianza que inspira en la ciudadanía”. “Eso lo demuestran estudios académicos, encuestas y los casos de policías, de todos los grados, implicados en todo tipo de delitos: desde violaciones hasta robo agravado, pasando por narcotráfico, nacional e internacional, y extorsión organizada o perpetrada de manera individual”. Por eso, cierra su editorial con la inquietante pregunta: “¿cuál es el propósito real de someter al mando policial a la autoridad total del Ministro de Gobierno?”
Cabildeo Digital
En su columna quincenal para el portal Cabildeo Digital, el periodista Edwin Herrera marca la “pusilanimidad” del gobierno de Luis Arce en temas polémicos como la ley policial frenada en el Senado tras las advertencias veladas de los policías y la dura crítica de Juan Ramón Quintana, hombre fuerte del masismo. La encrucijada que enfrenta ahora el gobierno, según Herrera, es: “o elimina el anzuelo de los 20 generales para que la Policía acepte someterse a un civil que es considerado un premio para quienes ´se amotinan y dan golpe de Estado´ o renuncia a que la cabeza del alto mando policial sea el Ministro de Gobierno, lo que puede ser entendido como una nueva y torpe concesión a los verde olivo”.
Y añade que “el gobierno del economista Arce no tiene un verdadero gabinete político, generalmente compuesto por los ministros de Relaciones Exteriores, Presidencia, Gobierno, Defensa y Justicia, entre otras autoridades, al que suele sumarse el Vicepresidente, cuya tarea permanente es planificar y evaluar los costos o beneficios políticos de las medidas que lanza el Ejecutivo o que las pone a consideración de los otros órganos del Estado”, por lo que la ley en cuestión podría ser “una iniciativa del Ministro de Gobierno que cobró notoriedad en el último tiempo y está buscando incrementar sus bonos en el Poder Ejecutivo y ante la cúpula del masismo”.
En todo caso, el columnista afirma que al término del receso parlamentario “sabremos si el gobierno modifica el contenido del proyecto de Ley de Carrera de Generales y Ascensos en la Policía haciendo concesiones en una u otra dirección o, por el contrario, dispone que el documento quede archivado en algún escritorio del Legislativo”. “En cualquiera de esos escenarios, será más evidente para el país que la administración de Arce es como una hoja movida por el viento”.