La Semana Política: entre el relator insuficiente y los 36 del “Jefazo”
13 al 19 de febrero de 2022
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El relator deja sabor a poco
Cuando su misión en Bolivia casi llega a su fin, el relator de justicia de la ONU, Diego García-Sayán, va dejando sabor a poco. No porque se esperase un pronunciamiento inmediato sobre el estado del sistema judicial, siendo conocido que su informe será entregado en junio, pero sí por la importantísima señal que ha dado con el manejo de su agenda.
El funcionario ha preferido concentrar la mayoría de sus encuentros presenciales con representantes de los poderes del Estado (obviamente monopartidistas), mientras que, con algunas excepciones, otras voces tuvieron que conformarse con el contacto vía on line con el relator.
Salvo que García-Sayán dé una sorpresa en su conferencia de despedida del martes o en su informe de junio (ya sucedió con Almagro en el 2019, cuando el oficialismo confiaba en que avalara el prorroguismo), todo parece apuntar a un respaldo a las iniciativas de “make up” judicial de un gobierno poco interesado en perder su hegemonía sobre los tribunales.
Crisis de salud de Añez
Tras 11 días de huelga de hambre, la condición médica de la ex mandataria se ha vuelto extremadamente frágil, al punto que un juez resolvió su traslado temporal a una clínica para que reciba la atención adecuada.
Incluso ante esa instancia humanitaria, las bases “espontáneas” del partido azul mostraron una inusitada crueldad, impidiendo el traslado al generar incidentes violentos a las puertas del Penal de Miraflores.
Persecución a líder cívico
Mientras tanto, la maquinaria de judicialización dictó detención domiciliaria contra el presidente del Comité Pro Santa Cruz, en accidentadas audiencias donde llegó a violarse el derecho elemental a la defensa, con la expulsión del abogado de Rómulo Calvo.
El comité cívico tendrá el martes su Asamblea de la Cruceñidad, donde se manejan varias alternativas para reactivar la movilización en defensa de la democracia, sin descartarse el paro departamental.
Los 36 de Evo
Preocupados por la investigación al ex jefe antinarcóticos de Evo Morales, Maximiliano Dávila, y tal vez poniendo las barbas en remojo por los pedidos de extradición que comienzan a librarse desde Estados Unidos contra ex presidentes ligados al narcotráfico (caso de Juan Orlando Hernández en Honduras), 36 ex ministros y viceministros del régimen evista dieron a conocer una carta “solidarizándose” con el caudillo cocalero.
Los ex funcionarios dicen “poner las manos al fuego” por su jefe, señalando que se “busca desprestigiar la imagen de Evo relacionándolo de manera malintencionada con actividades de narcotráfico”. Siendo que aún no hay una acusación formal contra Morales en el tema, la excusa precipitada suena a confesión.
También llama la atención que otros 40 ex ministros y viceministros no hayan firmado la misiva.
CPI: investigación suspendida
Donde el evismo procuró cantar victoria fue con la decisión del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, de desestimar la demanda contra Morales por crímenes de “lesa humanidad”, en el caso por el bloqueo a los camiones que transportaban oxígeno en la peor fase de la pandemia.
Sin embargo, la suspensión de la investigación (“por falta de cooperación del Estado boliviano”, dice el ex procurador José María Cabrera) no implica ningún sobreseimiento o declaratoria de inocencia, quedando abierta la posibilidad de reabrir el proceso en cualquier momento.
Además, la misma fundamentación del fiscal indica la existencia de “información en el sentido de que la conducta de los manifestantes en cuanto al bloqueo o el retraso del transporte de oxígeno haya contribuido notablemente a la muerte de nueve personas”.