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A lo largo de los últimos años hemos exigido que el gobierno nacional sea más transparente frente al uso de los recursos, es más, seguimos exigiendo una mejor redistribución de los mismos mediante el pacto fiscal, petición justa y digna de siempre tenerla presente. Pero frente a los últimos casos de corrupción en la ciudad, creo pertinente preguntarnos ¿porque no poner a Santa Cruz como referente en procesos de transparencia y participación ciudadana?, Nuestra universidad, alcaldía y gobernación como nuevos posibles ejemplos a nivel nacional de gestión con integridad.
Es fácil dar el discurso de “corrupción cero”, pero difícil es comenzar poniendo en orden la casa, en un contexto donde la población cada día tiene menos confianza frente a sus instituciones (fenómeno mundial), estas no se están adaptando a las necesidades de la población y no por que no existan los recursos, sino por la falta de iniciativa, liderazgo y voluntad política lo que es aún más penoso. No necesitamos inventar la pólvora, copiar bien los ejemplos de otras ciudades y países es más que suficiente.
Un gobierno transparente y abierto, es un gobierno responsable, que promueve la inclusión, la democracia y la confianza pública, con mecanismos fuertemente vinculados al ámbito tecnológico favoreciendo la conexión administradores-sociedad, dando espacio a consultas y deliberación de manera directa con el ciudadano, promoviendo el respectivo monitoreo de las políticas públicas que se lleva adelante y la co-creación con los mismos. Esta es una gran herramienta que funge como catalizador de gobernanza pública efectiva que es totalmente ignorada en nuestros distintos niveles de gobierno.
Esta podría ser una respuesta donde se siente a todos los sectores del departamento para resolver problemas que son transversales y complejos, con lineamientos claros para una Santa Cruz 2050, con políticas de estado que permitan aún más nuestro desarrollo.
Es así que, mediante esta interacción sociopolítica, basada en la integridad, transparencia, rendición de cuentas, participación y colaboración, se puede gobernar con una ciudadanía corresponsable y activa.
Para esto necesitamos claridad (para llegar a todos los cruceños), coherencia (entre el mensaje y la política pública) y perseverancia (para hacer palpable los avances). Hoy más que nunca urge la participación y la transparencia, no necesitamos más un hermetismo estatal. No permitamos que lo urgente (coyuntural), sobrepase lo importante, dedíquense a hacer gestión, es fácil apuntar al otro por sus males, comencemos a trabajar en casa.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo