El Deber y Página Siete se pronuncian por el rompimiento del contrato de las vacunas Sputnik V por la “irresponsablidad” rusa
El columnista Rafael Puente argumenta su oposición a que la vacunación sea obligatoria. Tenemos el derecho constitucional de negarnos, sostiene.
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Página Siete
La palabra que se repite en los titulares de los editoriales de los principales periódicos del país es “irresponsabilidad” en la crisis delas segundas dosis en el país. Comenzamos con el resume del texto de opinión de Página Siete que cuestiona duramente los argumentos que dieron el Viceministro de Comercio Exterior y el Embajador de Rusia, sin estudio científico de respaldo, para hacer creer al país que el efecto de la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V tiene ahora una duración de 180 días, que no es otra cosa que una ridícula manera de intentar tapar el incumplimiento ruso y la falta de valentía del gobierno boliviano para aplicar sanciones.
“Ya basta de mentiras, señores del Gobierno boliviano y del Gobierno ruso. Es tiempo de que asuman su responsabilidad, que se sinceren ante la ciudadanía, que digan que no tienen capacidad para completar el esquema de vacunación y que se busque otras soluciones en el marco de estudios científicos serios y no en la voz de dos funcionarios diplomáticos, cuya palabra ha perdido valor”, sostiene con firmeza Página Siete porque el Viceministro y el Embajador llegaron a decir que cuanto más sea el período entre la primera y segunda dosis, “mayor fuerza gana” quien recibió a medias el imunizante ruso.
“El Gobierno boliviano que suele ser tan duro con los imperios, tratándose de Rusia baja la cabeza y acepta con resignación los constantes retrasos. (…) En otras circunstancias ya estaría persiguiendo a los culpables, capturándolos sin orden de aprehensión, trasladándolos a La Paz sin que sus familiares se enteren, ejecutando boletas de garantía, rompiendo contratos, protestando, denunciando una conspiración internacional contra la salud del pueblo boliviano y acusando a los poderosos de discriminación con los indígenas. Con Rusia todo bien”, termina el editorial con tono sarcástico pero expresando la molestia de miles de bolivianos protegidos a medias hasta el momento.
El Deber
“La nueva postergación de la segunda dosis de la vacuna rusa Sputnik V que el gobierno de Bolivia compró a un precio que nadie conoce ya es un escándalo: más allá de las connotaciones políticas, implica un grave riesgo para la salud de los bolivianos”. Eso dice parte del párrafo inicial del editorial de El Deber que también critica a los gobiernos ruso y boliviano porque cerca de 1,2 millones de bolivianos que recibieron o están recibiendo la primera dosis “quedarán librados a su suerte quién sabe por cuánto tiempo más, antes de recibir la segunda dosis”.
El Deber anota un detalle no menor. Recupera de las últimas declaraciones del Embajador de Rusia que el motivo de no enviar los segundos componentes a Bolivia y otros países es porque está priorizando la vacunación de su población por el incremento de contagios de Covid-19 en su país, lo que desmiente el burlesco argumento del representante diplomático de que “cuanto mayor distanciamiento, más fuerza adquiere la segunda aplicación de la vacuna anticovid”.
“En estas condiciones, lo mínimo que debiera hacer el Gobierno de Luis Arce es romper el contrato con Rusia por incumplimiento de compromiso, informar al país cuánto costaron las medias vacunas Sputnik V y buscar una solución urgente para el más de un millón de ciudadanos que recibieron una inmunización incompleta”, exige el diario cruceño al finalizar su editorial de este viernes.
Rafael Puente – Página Siete
El tema de las vacunas es abordado con posición crítica por Rafael Puente, columnista de Página Siete y otros medios, en torno a la intención de que la vacunación anticovid tenga carácter obligatorio olvidando que existe el derecho de elegir recibir o no componentes que se desconocen a través de una vacuna y que puede ser contraproducente para la salud. “… se ha llegado al extremo de pretender legislar el disparate de que para ser atendido en un banco haya que presentar certificado de vacunación!!! ¿Qué tiene que ver mi cuenta bancaria con mi estado de salud?”, pregunta irónicamente Puente.
Y luego de mencionar la posición de 86 médicos y médicas que se oponen radicalmente la vacunación obligatoria y repasar los argumentos clínicos de la doctora Patricia Callisperis de que no cualquier inoculación es vacuna, el articulista afirma que “es indudable que el nuevo virus, con sus diferentes cepas y en diferentes lugares, constituye una amenaza para toda la humanidad, pero la respuesta a esa amenaza no puede consistir en modificarla (que por el momento es lo más a que se puede aspirar), ni menos en recortarle a nadie sus derechos fundamentales”.
“Cuanto mayor y más amenazante sea un problema, tanto mayor tiene que ser la prudencia y la calma a la hora de resolverlo. Las ciudadanas y ciudadanos que así lo decidan, tienen el derecho de pedir esa inoculación (incluso nos servirían de conejillos de indias), pero nadie nos puede obligar”, sostiene luego de argumentar que “tenemos el derecho constitucional de negarnos, y esperamos que no se llegue al extremo de modificar la Constitución, por ahora vigente, del Estado Plurinacional”.