Tres feminicidios por día, 27 mil casos de violencia contra las mujeres, la historia de Najheli en Potosí: Bolivia mira indiferente
Los crímenes de odio a las mujeres bajo la lupa de Los Tiempos, El Deber y una columnista de Página Siete
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Los Tiempos – Un feminicidio cada tres días en Bolivia
En promedio y de manera espeluznante, en Bolivia cada tres días y cuatro horas muere una mujer por feminicidio. Lo dice el editorial de Los Tiempos de este viernes. “El registro oficial da cuenta de 70 feminicidios desde el 1 de enero de este año hasta anoche. A ese ritmo, la cifra de 2021 será de 114, muy similar a la de los tres años anteriores”, proyecta Los Tiempos y toma un dato vergonzante para Bolivia en contexto americano. Según un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, de hace dos meses, el 59% de las mujeres dice haber sido agredida sexual o físicamente por su pareja reciente entre 2003 y 2017. Ecuador nos sigue en el ranking del oprobio con 36%, 23 puntos por debajo.
“Son cifras macabras y evidencian lo arraigado y extendido que está el machismo en Bolivia y las graves consecuencias de la incapacidad de adaptación de los hombres a los roles sociales, económicos y laborales que asumen las mujeres”, afirma con razón el periódico de Cochabamba que además anota como dato preocupante para la seguridad de las mujeres en Bolivia que el 85% de los feminicidios y violaciones sexuales han sido cometidos en circunstancias en las que el excesivo consumo de bebidas alcohólicas desata inimaginables actos de violencia contra las mujeres.
Los Tiempos, al igual que la Secretaría Municipal de Desarrollo Humano de la Alcaldía de La Paz, también expresa su preocupación por los huérfanos de los feminicidios, es decir niños y niñas que pierden a sus madres por crueles asesinatos y a sus padres porque son encarcelados debido a los crímenes de odio hacia las mujeres. “¿Dónde están?, ¿con quienes están?, ¿están estudiando? o ¿en qué quedó su situación legal?”, son las preguntas de la entidad municipal y ahora del diario cochabambino que pide una intervención urgente de las instituciones del país y una reflexión profunda de nuestra sociedad.
El Deber – La ola de feminicidios no se detiene
“¿De qué más está enfermo este pueblo para matar salvajemente a sus mujeres y hacer oídos sordos a las condenas sociales, a las penas corporales o a los 30 años de cárcel?”, pregunta sin anestesia el editorial de El Deber del miércoles para alertar que los feminicidios en el país son cada vez más abominables, como el caso de una muchacha semienterrada en el municipio de Porongo con las manos y pies amputados, además de despiadados golpes en la cabeza o el feminicidio ocurrido en La Paz por un hombre que acuchilló a su pareja hasta matarla con los hijos de testigos y que después dijo a los medios y a la Policía que “tenía un gran amor” por la víctima.
“Por esta ola de feminicidios, la vecindad internacional mira al país como cuando una familia tiene de vecino a un asesino serial que da miedo, y contra el que no se puede hacer nada, solo observar calladamente de lejos y en lo posible evitar cruzarse en su camino por miedo”, afirma con tono de alarma el texto de opinión que repasa las cifras del horror: 70 feminicidios del 1 de enero al 31 de julio de este año, 22 infanticidios, 26.969 casos de violencia contra la mujer atendidos por el Ministerio Público entre el 1 de enero y el 8 de agosto de 2021 en todo el país y 10.270 casos producidos en Santa Cruz, casi el doble de La Paz con 5.223 casos.
“La danza de cifras no se detiene, cada día crece más ante la indiferencia de una sociedad que no se conmueve. Excepto por las familias directamente afectadas donde se pierde una hija, una esposa o una madre, pareciera que para el resto del país el problema no existiese”, critica El Deber que cree que algo más se puede hacer para proteger a niños y mujeres de los hombres violentos del país. Y así como empezó su editorial con una dura pregunta, culmina con otra interrogante de ese calibre: “¿nos vamos a resignar como país a arrastrar indefinidamente esta vergüenza criminal?”.
Evelyn Callapino Guarachi – Najheli, una luz apagada debajo del puente
Como suele hacerlo cada vez que escribe sobre violencia contra las mujeres, la articulista de Página Siete se ocupa de un caso particular para explicar las reacciones de las autoridades y de la propia sociedad ante los feminicidios. “Uno de los casos más recientes que alarmó a la sociedad potosina es el de Najheli Villafuerte, una joven de 19 años, hija muy apegada con su familia y muy colaboradora con la gente. Estudiaba enfermería y según Marco, su tío, después de terminar su carrera ella quería estudiar Bioquímica”, afirma y recuerda que los restos de la víctima fueron encontrados debajo del puente Caracol de la Villa Imperial.
“El cuerpo de Najheli debajo del puente ilustra de forma simbólica el lugar que ocupamos las mujeres en nuestro país. Este es un lugar oculto y subalterno. Debajo del puente “Caracol” está lleno de polvo, basura y desechos. Es poco visible para gran parte de la ciudadanía y sus autoridades. Es por ello que el lugar donde dejaron su cuerpo muestra la reducida importancia que se brinda a las problemáticas estructurales de las mujeres en Bolivia”, lamenta la politóloga y fundadora de la organización no gubernamental Mujer de Plata.
Luego pone énfasis en el silencio de las autoridades potosinas y en la falta de empatía de la sociedad en esa capital que incluso justifica los feminicidios. “Hasta el momento ninguna autoridad de la Villa Imperial se pronunció ante los feminicidios ocurridos. El trabajo que realizan para reducir la violencia contra las mujeres es casi nulo porque carecen de un enfoque de género”.