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Etchebarne es un reconocido economista, director de la Fundación Libertad y Progreso.
“Estamos viviendo el colapso final de 20 años de malas políticas económicas. Es una acumulación de problemas, con una aceleración inflacionaria importante. Si tomamos el primer semestre anualizado, da 85% de inflación”, señaló.
El analista dijo que con esto “se cae el salario real, ya estamos 35% por debajo del salario que teníamos en el 2011, y sube la pobreza que está por arriba del 40%. La crisis económica se convierte en política: la mitad del gobierno, como es el caso de Cristina Kirchner, busca despegarse del fracaso de Alberto Fernández, aunque piensen igual y sean lo mismo. La nueva ministra de economía es más de lo mismo, nada indica que tendrá apoyo para hacer algo diferente”.
“Estamos en un escenario pre-hiperinflacionario. Durante 20 años el gasto siempre ha estado por encima de los ingresos, por más que aumentaron los impuestos de manera feroz, achicando el sector privado. Se endeudaron primero en dólares, luego reestructuraron la deuda, ahora los bonos en pesos llegaron a un límite y el mercado dejó de comprar. Los tiempos se aceleran y va a ser difícil ver llegar este gobierno hasta el final. No los veo haciendo las reformas necesarias para evitar la hiperinflación o cepos a los depósitos en dólares”, advirtió.
El economista remarcó que “las ideas importan y en Argentina estamos con ideas equivocadas desde hace 80 años. Son ocho décadas de peronismo. Aún cuando vinieron gobiernos como los del radicalismo o los militares, han mantenido siempre mucho proteccionismo e intervención del Estado sobre la economía, salvo pequeños períodos como el primer gobierno de Menem”.
“Hoy en día hay 6 millones de personas en el sector privado formal, otros 6 en el informal y 22 millones de personas que reciben algún cheque del Estado todos los meses. Este balance es insostenible. Hay que recuperar valores tradicionales, como no robar, no vivir de lo ajeno y estudiar. Se perdió el rumbo con el primer gobierno de Perón. Pero una buena parte de la población ya comprendió el problema”, opinó.
Etchebarne dijo que “el problema con los nacionalismos de izquierda y derecha es creer que lo colectivo está por encima de la persona. Una vez que se entra en los colectivismos es fácil inculcar un enemigo externo o interno. En lugar de basarse en la libertad y la tolerancia, donde cada persona tiene que mejorar su capital humano, se pasa al resentimiento y el conflicto. Cuando eso se acumula muchas décadas se termina en Argentina”.
“Nos fue bien basados en las ideas de la libertad y en la Constitución de 1853, pero después Argentina pasó de 3% a 40% de pobreza. Pocos países, como Venezuela, han llegado a un nivel de deterioro tan grande. Uno llega a la caída porque antes le fue bien. La libertad mejora en términos de riqueza, pero las generaciones siguientes creen que todo es sencillo. Es un ciclo por el que están pasando ahora en Estados Unidos y Europa. La gente se olvida que hay que trabajar duramente para lograr la riqueza, como si no hubiera que producirla”, subrayó.
El economista dijo que “la buena noticia es que el año que viene el peronismo va a perder las elecciones. La oposición tendrá una oportunidad importante de hacer un cambio de shock, bastante probable luego del fracaso del gradualismo de Macri. Un shock puede implicar una dolarización como en Ecuador, que eliminaría la inflación. Esto hay que complementarlo con reformas estructurales profundas, porque Argentina tiene muchas regulaciones que enloquecen a las pequeñas empresas. Hay que cambiar el régimen impositivo: Argentina tiene 165 impuestos, tasas y contribuciones. Se tienen que flexibilizar las leyes laborales, basadas en la Carta del Lavoro del fascista Mussolini, que trajo Perón. Son ideas anquilosadas que no permiten la fluidez en el mundo laboral”.
“El objetivo del próximo gobierno es crear las condiciones para que se generen 4 millones de empleos privados. Eso permitirá ir absorbiendo el sobredimensionamiento del Estado, que tiene 4 millones de empleados públicos, el doble de lo que tenía hace 20 años. No será fácil, porque enfrente estarán los sindicatos y los piqueteros, organizaciones que dominan la calle”, concluyó.