Ana Carola Traverso: “El proyecto cruceño es abierto, inclusivo y horizontal”
Ana Carola Traverso presenta el libro “El proyecto cruceño: historia, región y desarrollo”, que explica los factores fundamentales que hicieron posible lograr en Santa Cruz los índices de desarrollo humano y económico más altos del país.
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Traverso es socióloga, graduada de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, investigadora del proceso de desarrollo regional. El libro fue promovido por el Centro de Estudios Cruceños del Museo de Historia de la UAGRM y por la CRE.
“Santa Cruz siempre ha tenido un proyecto para sí, que se ha ido forjando a lo largo del tiempo. Ha tenido distintas versiones y se ha reiterado mucho en algunos puntos, con un modelo de desarrollo no sólo desde el punto de vista economicista sino sobre todo territorial. Tuvo el Comité de Obras Públicas y una Corporación de Desarrollo apalancando proyectos. En cierto momento se perdió ese modelo forjado para sí, pero luego vuelve con la autonomía. Eso nos permite seguir construyendo un proyecto de sociedad”, señaló.
La investigadora dijo que “existen dos proyectos de sociedad: el que tiene el Estado boliviano para Santa Cruz y el proyecto que esta región tiene para sí misma. Ambos entran en contradicción. Si el Estado intenta imponer el suyo, esos proyectos van a chocar. Son dos visiones cargadas de propuestas ideológicas específicas. El tipo de desarrollo que ha querido el Estado para Santa Cruz es más extractivista, más depredador. Del otro lado se va a forjar lo contrario, un modelo que se va a ir sofisticando o puliendo con el tiempo, creando categorías espaciales, analíticas o de planificación. Con instrumentos que la región va a generar para sí, que contemplan el diálogo con la ciudadanía y con los distintos agentes sociales, incorporando criterios. Ese modelo de desarrollo cruceño es generador, abierto y horizontal. Debe tener nexos directos con las distintas organizaciones de la sociedad civil, ser inclusivo y de base ancha. El libro trata de cómo esas tensiones se vuelven mucho más álgidas en algunos momentos y en otros no tanto. Es un proyecto que nace de un contrapoder cruceño que se piensa a sí mismo”.
“Con las políticas de los 90 parecía que ese contrapoder se había extinguido, porque se aniquiló la institución madre que le daba cobijo, que era la Corporación de Desarrollo. A comienzos del 2000 vemos surgir movimientos sociales en todo el país y aquí la Nación Camba, con la necesidad de generar modelos alternativos de interacción con el Estado. Con la autonomía, que se arraiga en el resto del país y se vuelve un movimiento nacional. Se rearticulan distintos sectores de la sociedad que eran parte de la toma de decisiones de desarrollo a nivel departamental, los volvemos a ver en escena. Ese contrapoder muta, ya sin la Corporación de Desarrollo como colchón, pero sí con los gobiernos departamentales. La autonomía es el espacio donde ese contrapoder se fortifica”, remarcó.
Traverso destacó la importancia de las instituciones de la sociedad civil, con “asociaciones orgánicas que perduran porque tienen utilidad para la sociedad. Nos falta entender mejor las instituciones mirando fríamente lo que han hecho, despojándonos de sesgos. También tenemos que ver qué es lo que realmente logró la autonomía y dónde nos falta, para ir creando más institucionalidad, más legislación departamental y ejercicio de las competencias, para ir por más”.
“La Santa Cruz de hoy no es la misma de los 70. Hay un mercado y un sector privado mucho más complejo, que ha sido posible gracias a esas instituciones, resultado de esfuerzos y decisiones que se tomaron en el pasado. En el léxico de ahora, el Comité de Obras Públicas y la Corporación de Desarrollo eran alianzas público-privadas, manejaban las regalías pero su visión siempre fue trabajar de forma colaborativa con la sociedad civil, con el sector privado. El directorio era diverso. El cooperativismo nace en la sociedad civil y el Comité de Obras Públicas lo incorpora como un método para llevar agua potable y electrificación al resto del departamento. Hay que encontrar ese punto medio entre lo público y lo privado”, indicó.
La socióloga también se refirió a la circunstancia actual de movilización, con “la inmensa creatividad en cada rotonda, en cada punto. No conozco en otras partes del mundo movimientos de esta magnitud, tan masivos y con esa cohesión. No tengamos miedo a decir que es un movimiento político. No debemos dejarnos llevar por relatos que no están acompañados por la realidad. Tenemos que luchar por lo que nosotros creemos que es la verdad y lo justo, en este caso el Censo, que implica redistribución de recursos y representación política”.
“El corazón de todo está en la capacidad de asociarnos, de pulir asperezas. El secreto del éxito está en la unión. La contradicción principal de este país no es de clase ni étnica, es territorial y a veces trasciende los departamentos. La clave está en el diálogo y en la construcción de confianza, en sentarnos en torno a una mesa a soñar en igualdad de condiciones. El desarrollo es esa capacidad, un proyecto donde todos nos podamos ver reflejados”, concluyó.