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Desde la implementación de la reforma tributaria en el país la política tributaria ha tenido una clara orientación al incremento de la recaudación fiscal. Es costumbre la creación de nuevos impuestos o el alza en los mismos, y son muy pocas las excepciones en las cuales se dictan incentivos o estímulos a la actividad económica en materia impositiva.
Parece no recordarse que los impuestos son instrumentos de política fiscal que no sólo tiene por objeto la recaudación de tributos, sino también para incentivar o desincentivar determinadas actividades y dirigir el comportamiento de los actores económicos.
El palo sin zanahoria no tiene efecto si no están acompañados, y en nuestra política tributaria es muy claro el dominio del palo, quedando la zanahoria abandonada. En consecuencia, tenemos un crecimiento de la informalidad y un modesto crecimiento de la economía, ambos agravados por efecto de la reducción de las exportaciones de gas, la crisis económica mundial, la pandemia del covid y los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Ante éste escenario, seguir pensando en un enfoque solamente dirigido a una mayor alza de impuestos, no se sostiene si no se reactiva la economía, especialmente bajo una crisis global. Tampoco es realista considerar que sólo a través de un alza de impuestos podrán financiarse los subsidios al que el Gobierno está comprometido.
Para poder cubrir todas las demandas de la sociedad es imperativo un mayor dinamismo de la economía, y una de las vías seguidas con importantes éxitos por otros países ha sido la reducción de cargas en los impuestos.
En estos días se discute el proyecto de Ley N° 256-21 que modifica el Código Tributario y la Ley N° 843 en la lo que se refiere a reducción de multas y flexibilización del pago de obligaciones impositivas. Pero lo más sobresaliente y de avanzada es que las personas que perciben ingresos en forma independiente y que actualmente estén alcanzados por el Impuesto a las Utilidades de las Empresas ahora tributen en el RC-IVA, permitiendo nivelar la carga tributaria respecto a personas naturales que no están en relación de dependencia. Sin discusión un proyecto que busca recaudar pero también ayudar al contribuyente, en este caso zanahoria.
En estos momentos de crisis se necesita medidas como la anterior pero también de otras que sean de estímulo a los emprendedores e inversionistas, que fomenten la inversión en proyectos generadores de empleos y oferta de bienes y servicios, para muchos la forma de combatir el desempleo, el contrabando y la informalidad.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo
