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Por: Oriana Rivas1
La adopción del bitcoin como moneda oficial en El Salvador le está trayendo más problemas a Nayib Bukele. A su debut lo rodearon las protestas, contratiempo técnicos y riesgos por promover el lavado de dinero. Pasó un mes y las cosas no han cambiado. Ahora, ciudadanos exigieron a la Fiscalía investigar el uso ilegal de datos personales en la billetera electrónica Chivo.
«Con nuestros datos personales se ha hecho uso de esta aplicación, no sabemos con qué fines», aseveró Humberto Sáenz, presidente de la organización Acción Ciudadana. Son alrededor de seis delitos los que estaría violando el gobierno salvadoreño por la suplantación de identidad, según Sáenz.
La organización independiente recibió más de 700 denuncias a raíz de un formulario dispuesto en internet. Otras 200 fueron recabadas por el medio El Diario de Hoy de acuerdo a una reseña de EFE. Adicionalmente, la organización Cristosal recolectó 54.
No son reclamos descabellados. Los salvadoreños ya desconfiaban previamente de la adopción de la criptomoneda porque serviría de vehículo para convertir al país en un paraíso tributario y seguir fomentando los intereses de un presidente tan milenial como autoritario. A inicio de septiembre su despacho compró las primeras 400 criptomonedas por un valor que rondó los 20 millones de dólares.
El silencio de los entes oficiales
Toda la información sobre la criptomoneda sale del Twitter de Bukele. Ni siquiera el Banco Central de Reserva (BCR) da detalles de cómo se está gestionando el dinero y de las remesas familiares que ingresan al país a través de la billetera oficial.
Así, con mensajes breves y memes, Bukele da las noticias más relevantes sobre la otra moneda oficial. «Desde ayer, los salvadoreños están insertando más efectivo para comprar bitcoin que lo que están retirando de la
Chivo Wallet en cajeros automáticos», escribió el pasado 6 de septiembre. «Y si sumamos las remesas (casi $ 2 millones por día), los dólares entrantes CUADRÚPULAN la salida». La entidad bancaria oficial no dice nada al respecto.
Para promover el uso de la billetera, Bukele ordenó un bono equivalente a 30 dólares y así lograr atraer 5000 millones de dólares en reservas. Con más de 2.255.000 millones de usuarios, su gobierno tendría que desembolsillar más de 67 millones de dólares.
Sin embargo, la cifra de usuarios celebrada por Bukele está en duda. La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social, reseñada por France 24, encuestó a 233 empresas de diferentes sectores y descubrió que 93 % de las compañías no informó pagos con bitcoins.
El escepticismo del FMI
La Asociación Tracoda, dedicada a impulsar la transparencia en El Salvador, también «ha recibido múltiples quejas de usuarios que aseguran que han sido víctimas de suplantación de identidad».
El Fondo Monetario Internacional es incrédulo. La institución aseveró que la adopción de monedas digitales en los países emergentes «podría socavar los controles cambiarios y de capital y alterar la estabilidad financiera».
Pero el mandatario salvadoreño —tal como ha demostrado— hace oído sordos a las advertencias y los riesgos. Sin mencionar las críticas por el presunto uso ilegal de los datos de los ciudadanos. Por el contrario, celebra cada aumento en el valor de la moneda, ignorando la volatilidad de la misma y las irregularidades que la empañan en ese país.
1Periodista venezolana radicada en Buenos Aires. Investigación para las fuentes de política y economía. Especialista en plataformas digitales y redes sociales.
*Este artículo fue publicado originalmente en panampost.com el 15 de octubre de 2021.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo