Dimite Boris Johnson como Primer Ministro del Reino Unido por escándalos y falta de respaldo
Su sucesor temporal será el secretario de Justicia Dominic Raab.
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Boris Johnson ha decidido finalmente dimitir al cargo de Primer Ministro de Reino Unido, que ejercía desde el 24 de julio de 2019. El “premier” hará pública su renuncia este jueves, aunque quiere permanecer en Downing Street hasta el otoño, cuando el Partido Conservador elija un nuevo líder, informaron medios europeos.
Pese a la intención inicial de continuar como Primer Ministro en funciones durante tres meses, decenas de diputados “tories” expresaron públicamente su oposición y se mostraron partidarios de una cesión inmediata del poder a su “segundo”, el secretario de Justicia Dominic Raab, como primer ministro interino (como hizo durante la hospitalización de Johnson por el Covid).
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, que acaba de lanzar su propia campaña para un segundo referéndum de independencia, cuestionó también la posible permanencia temporal de Johnson en su puesto: “No es una solución sostenible, teniendo en cuenta la sensación de caos en la que hemos vivido durante meses”.
Johnson anunció su decisión en una llamada al presidente del Comité parlamentario 1922, Graham Brady, que intentó horas antes convencer al “premier” para que arrojara la toalla. Johnson acordó con Brady el calendario, incluida su dimisión inmediata para convocar un concurso por el liderazgo conservador antes del 21 de julio, cuando arranca la pausa veraniega del Parlamento.
Los miembros más fieles de su gabinete, incluido el nuevo secretario del Tesoro Nadhim Zahawi, presionaron al “premier” para que cediera la resistencia y aceptara la realidad: la deserción de sus ministros y la falta total de respaldo entre sus propios diputados en Westminster. Poco antes de confirmarse su dimisión más de 50 miembros del Gabinete habían publicado contundentes cartas pidiéndole al “premier” que se retirara.
La dimisión del político que hizo posible el Brexit, al cabo de seis años de la victoria en el referéndum, tuvo un gran impacto en Bruselas y en otras capitales europeas, donde siempre se le percibió como un líder poco fiable, pese a sus esfuerzos por reforzar los lazos con el presidente Joe Biden y con Emmanuel Macron de Francia en sus últimos encuentros.
El anuncio estuvo precedido con especulaciones de que Johnson podría haber optado en última instancia por una “opción nuclear” a lo Donald Trump, forzando elecciones anticipadas e involucrando a la Reina en la crisis política. Durante el miércoles, durante su doble comparecencia parlamentaria en la que eludió una y otra vez las peticiones de dimisión, el propio Johnson se mostró elusivo sobre sus intenciones.
El líder de oposición laborista, Keir Starmer, celebró entre tanto la dimisión de Johnson como “buenas noticias para el país”, después del “patético espectáculo” de los últimos meses. “La dimisión debería haber ocurrido hace tiempo”, declaró Starmer.
“Este Gobierno se ha mantenido a base de mentiras, escándalos y fraudes. Estaba claro que Boris no era una persona capacitada para el cargo, y quienes se lo han permitido deben asumir su responsabilidad”, añadió el líder el partido laborista.
