“Habrá condena”: Cristina Kirchner anticipa lo que le sucederá hoy en cierre de juicio por corrupción
Las aguas políticas de Argentina se agitarán con la decisión judicial.
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Argentina aguanta la respiración. Este martes, un tribunal federal decidirá si condena o absuelve en una causa por corrupción a Cristina Fernández de Kirchner. En la víspera del fallo, la vicepresidenta repitió en una entrevista con el diario brasileño Folha do São Paulo lo que ya ha dicho ante los jueces: “Habrá una condena”.
La expresidenta está convencida de que lo que llama “el partido judicial”, apoyado por la oposición de derecha, la quiere fuera del camino. La sentencia, dijo, “está escrita desde el 2 de diciembre de 2019″, cuando habló por primera vez en el juicio. “Por razones muy simples. Primero: todas mis garantías constitucionales fueron violadas. Segundo: todo lo dicho es mentira”.
Kirchner concedió una entrevista al diario brasileño y subió el vídeo de una hora a sus redes sociales este lunes en la madrugada para asegurarse la adecuada repercusión local. No suele hablar mucho con la prensa. La última entrevista a un medio internacional fue en 2017, con El Pais de Madrid. Estaba entonces en campaña para ser senadora. Dos años después se convertía en vicepresidenta, tras ceder el primer puesto en la boleta electoral a su exjefe de Gabinete, Alberto Fernández.
La pareja en el poder ya no se habla. Mientras la crisis arrecia, Kirchner se ha concentrado en sus problemas judiciales, sobre todo en uno en particular, la llamada “causa Vialidad”. La justicia la acusa de encabezar una asociación ilícita que desvió 1.000 millones de dólares de fondos públicos entre 2007 y 2015, cuando era presidenta.
En la trama están acusados un exministro de Planificación, Julio de Vido; un alto funcionario de Obras Públicas, José López, y el empresario Lázaro Báez, receptor de 51 contratos en la provincia de Santa Cruz, bastión patagónico del kirchnerismo.
Desde el inicio del juicio, Kirchner sostuvo que los jueces y la prensa la han tratado como si ya fuese culpable, violando el principio de presunción de inocencia. “Se construye la imagen de un ladrón, imputándome delitos contra la propiedad cuando, en realidad, cuando terminé mi mandato, tenía los mismos bienes por los que ya había sido investigada tres veces”. Recordó entonces que un juez, Julián Ercolini, la sobreseyó a ella y a su marido, el expresidente Néstor Kirchner (2003-2015) en una de las causas por enriquecimiento que ahora se juzgan.
“El 6 van a dictar la sentencia. El día 7 saldrá en las tapas de los diarios Condenada Cristina”, dijo a la Folha do São Paulo. Cristina Kirchner no irá presa. Tiene fueros como vicepresidenta y su defensa puede apelar una condena ante la Corte Suprema, proceso que puede durar años.
Pero la sentencia de este martes, cualquiera sea, cambiará el mapa político argentino. Kirchner es, aún con sus altibajos, la persona con más influencia. Una condena agitará al peronismo, aunque de manera dispar según su fidelidad con “la jefa”, como la llaman.
La Cámpora, la agrupación que lidera su hijo Máximo, no ha convocado a manifestaciones frente a los tribunales, como hiciera en el pasado, temerosa de que se produzcan incidentes. Sí lo han hecho sindicatos menores, pero sin demasiado poder de movilización.
El presidente, Alberto Fernández, apenas se ha referido al juicio; Kirchner no nombró al presidente en su entrevista con la Folha do São Paulo. Si, en cambio, Kirchner es absuelta su figura crecerá de cara a las elecciones de 2023. Será una mala noticia para la oposición, enfrascada como está en elegir un candidato que logre neutralizar las divisiones que la fracturan.