Imperio de la ley: una técnica de Xi Jinping para alcanzar «la igualdad» social
El mandatario chino quiere que escuelas e institutos enseñen sobre las leyes chinas, no para empoderar a sus ciudadanos, sino para hacerlos iguales y cerrar filas dentro del PCCh en búsqueda de la consolidación del socialismo "con características chinas"
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Por Oriana Rivas1
Si algo mira con escepticismo la sociedad occidental es el grado de poder que tiene actualmente Xi Jinping sobre China. La magnitud es tal que su forma de pensamiento está incluido en la Constitución desde 2017. Ha sido un trabajo de años, instaurando en cada nivel de la sociedad medidas de adoctrinamiento para que exista una sola forma de pensar. Sin embargo, es importante destacar algo: el mandatario chino no se ha legitimado a través de su figura como presidente, sino de su papel como el secretario general del Partido Comunista de China (PCCh).
El norte es consolidar «el socialismo con características chinas». El propio Xi Jinping se encargó a mediados de año de presionar al PCCh para que se amplíe la publicidad y educación en torno a este propósito. En aquella petición se especificó la necesidad de «llevar adelante el espíritu nacional y el espíritu de la época, fortalecer la educación en patriotismo, colectivismo y socialismo, y fortalecer la educación en el materialismo marxista y el ateísmo».
Una de las ramas del pensamiento de Xi Jinping es la consolidación del Estado socialista a través del imperio de la ley. La explicación viene de un artículo de Guillem Pursals, especialista en Teoría del Estado, Seguridad y Relaciones Internacionales publicado por el Observatorio de la Política China. Argumenta que bajo esta línea, el dictador chino quiere incluir el conocimiento de la ley vigente en el país en las escuelas e institutos.
No solo en China, también en Región Especial Administrativa de Hong Kong, y en la Región Especial Administrativa de Macao. «La idea de este proyecto es formar a la ciudadanía para que esta conozca aquello que la vincula al Estado, la ley, y que a su vez la vincula al Partido Comunista de China, el legislador que la ha hecho», indica.
El imperio de la ley vs. las nuevas generaciones
La idea es abarcarlo todo e influenciar inclusive a quienes no formen parte del PCCh. El partido fundado en 1921 en la clandestinidad actualmente está conformado por más de 90 millones de miembros. El autor, recurre a una similitud con el Mandarinato de la China imperial, en el que no había persona que no estuviera sujeta a la ley, por lo que había una igualdad entre todos los ciudadanos, pues todos tenían sus deberes y sus obligaciones porque todos tenían sus deberes y sus obligaciones.
Y es que las leyes más importantes del período actual con el presidente Xi Jinping, afectan directamente al núcleo del Estado, explica el politólogo. Como ejemplo, está la soberanía nacional, la diferenciación entre Partido-Estado, cuestiones de soberanía económica y también reformas en el campo de la Seguridad Nacional.
Estas intenciones, sin embargo, podrían enfrentarse a un obstáculo. Este año trascendió cómo los jóvenes se están alejando de las directrices del PCCh y están inclinándose al maoísmo debido a factores como la sobre exigencia laboral, sin beneficios reales para quienes buscan independizarse. «La intensificación del adoctrinamiento bajo el mandato de Xi Jinping ha hecho que los jóvenes sean más nacionalistas y estén más inmersos en la ideología comunista», apuntó en ese momento un análisis de The New York Times.
Sin espacio a errores
No obstante, no hay que olvidar que la mirada de Xi Jinping es estratégica. «Lo que busca Xi con la predominancia de la ley es acabar con las llamadas ‘bandas’, que son cuadros del PCCh de una determinada región, que aprovechan su posición para alterar el funcionamiento del partido, de la administración pública o de las fuerzas armadas en beneficio personal», agrega Pursals.
¿En qué se traduce todo esto? En que si los ciudadanos conocen sus leyes, podrán redactarlas mejor si llegan a formar parte de las filas del PCCh. Además, «serán capaces de informar al respecto, y la citada mala praxis ya no quedará impune».
Pero como dentro de sistemas autoritarios, ningún individuo pasa por encima del líder, el autor deja una última conclusión. «La idea de la ley como igualador, como vínculo común de toda una comunidad, la encontramos en el pensamiento de Confucio, y de allí la importancia del legislador. Tendremos que ver a medio y largo plazo que resultados tiene, y si consigue su cometido de crear una colectividad más unida y responsable.».
*Este artículo fue publicado originalmente panampost.com el 04 de diciembre de 2021.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo