La autonomía estratégica, inicia otra época en Europa
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La Unión Europea viene debatiendo los últimos años, cómo debe ser su reposicionamiento geopolítico en el orden mundial, sabe que su futuro no debe estar atado a grandes dependencias con los dos polos del planeta: Estados Unidos y China. Por ello mismo emerge la necesidad de cimentar la “autonomía estratégica” que le permita desarrollar potencialidades propias en:
. Defensa militar con “capacidades militares y armamentos”. La última Cumbre Europea realizada en Versalles, decidió potenciar sus ejércitos y desarrollar tecnología militar, para no depender exclusivamente del costoso armamento norteamericano, ni de las estrategias del Pentágono.
La decisión del parlamento alemán de presupuestar el gasto militar inmediato de 110.000 millones de dólares, y destinar anualmente el 2% de su PIB, es prepararse para frenar el expansionismo ruso.
. Independencia energética mediante el plan REPowerEU, con energía más “barata, segura y sustentable”, buscando fuentes de abastecimiento alternativas, ampliar capacidad de almacenamiento y redes de distribución continental, para evitar la dependencia de Rusia.
Actualmente la UE alimenta a Putin comprándole 450 millones de dólares al día, alrededor de 163.000 millones anuales. Rusia provee el 78% del gas y el 55% del petróleo.
. Desarrollo propio de inteligencia artificial y conectividad digital. La nueva guerra fría de la red 5G desatada entre EEUU y China, perjudica a la región.
. Competitividad económica y comercio internacional. Cambio climático y desarrollo sostenible. Política migratoria y sanidad; y otras.
La tarea no es fácil, hay que buscar el consenso entre los veintisiete países de la Unión y coordinar con los Estados Unidos; existen diferentes percepciones pero hay unidad. Rusia despliega una serie de acciones políticas destinadas a dividir y crear caos entre sus miembros, y China implementa una agresiva inversión económica y comercial. Los ciberataques desde territorio ruso a instituciones estatales y privadas, son hechos concretos.
La brújula estratégica
Es el conjunto de políticas y acciones que orientará la presencia europea en el contexto internacional. Se diseña un “nuevo rumbo geoestratégico”, para afrontar una “peligrosa mezcla de agresiones armadas, anexiones (territoriales) ilegales, Estados frágiles, poderes revisionistas y regímenes autoritarios”.
La solicitud de Ucrania para incorporarse a la UE, es cruzada por el chantaje nuclear de Putin, la amenaza de cortar el suministro de gas y petróleo, tienen efectos: Ucrania no ingresa por la vía expresa a la Unión Europea.
Ruptura de la confianza
Es profunda la decepción con Putin, es difícil volver al creer en su palabra. Países como Alemania y Francia apostaron a que las relaciones comerciales fortalecerían el vínculo entre naciones.
Los europeos fueron engañados por las empresas y lobistas que avalaron a Putin como socio confiable; entre ellos destaca el excanciller alemán Gerard Schröeder, miembro del directorio de Gazprom.
Resulta inexplicable que los países europeos cebaran a los regímenes autoritarios y sátrapas en los “Estados frágiles”; cerrando los ojos a la violación de los derechos humanos, consintiendo restricciones al Estado de derecho, y manipulaciones electorales —fraude sistémico— en varias “democracias imperfectas”. Todo ello, para controlar recursos naturales, abrir el campo a inversiones, y garantizar obras de infraestructura o industriales para las empresas multinacionales europeas.
Esta política internacional pragmática e impúdica, la experimentamos en Bolivia en 2019 durante el régimen corrupto de Evo Morales, cuando opacamente se adjudicó la explotación e industrialización del litio en el salar de Uyuni a la empresa alemana ACI Systems. También se soslayó el crecimiento del narcotráfico en la región del Chapare y otras aéreas controladas por dirigentes del MAS.
Pero todo tiene un antes y un después, la diplomacia deshonesta y la candidez de Europa están cerrando una época. No se puede predicar los valores de la democracia y simultáneamente convivir con regímenes autoritarios. Si Europa quiere volver a gravitar en el mundo: no puede exigir, lo que no está en disposición de dar.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo