Mirada Sur XXV: Bolivar sin ceros, Uruguay, Bolivia, Abinader y ToLa newsletter con todo lo que importa saber de lo que pasa entre el Río Grande y Tierra del Fuego en menos de 10 minutos.
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Esta vez traemos una edición con menos noticias “duras”, y un poco más de comentario y análisis ya que, para variar, la agenda no estuvo tan intensa en la región. Antes de arrancar, una aclaración y una disculpas, porque la semana pasada dijimos que la remoción del fiscal Sandoval en Guatemala había sido decisión del presidente Giammattei. Pero la fiel lectora de Mirada Sur, María del Carmen Aceña, nada menos que ex ministra de Educación de ese país, tuvo a bien aclararnos que la decisión fue de la jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras. Esta es la ventaja de tener gente amiga y capaz en el terreno, que nos evita pasar papelones. O al menos nos permiten compensarlos a tiempo. Más allá de eso, hoy le vamos a hablar de la economía venezolana, del nuevo edificio del Parlamento en Bolivia, de cómo Uruguay empezó a dar una tercera dosis de vacuna y se abre al turismo, del primer aniversario del presidente Abinader en Domincana. Y como si todo eso fuera poco, vamos a hacer un pequeño balance de lo que dejaron los Juegos Olímpicos para los latinoamericanos. Todo eso y mucho más, si nos regala tan solo 10 minutos.
1. El Bolívar como síntoma
La inflación en Venezuela es tan exorbitante que el Banco Central deberá realizar una nueva reconversión de su moneda, la tercera desde que el régimen bolivariano socialismo Siglo XXI gobierna el país. La primera había sido en 2007, cuando el gobierno eliminó tres ceros al bolívar y dio paso al bolívar fuerte. En 2018 hubo que reemplazarlo por el bolívar soberano, con cinco ceros menos que su antecesor. El 1o de octubre será suplantado por el bolívar digital y todo aquello cuyo valor esté expresado en moneda nacional se dividirá entre un millón. O sea que esta vez son 6 los ceros que le sacarán al Bolívar, sumando 14 los suprimidos en apenas 13 años. El cambio, según se informó, no afecta al valor de la moneda y se aplica apenas para simplificar su uso y evitar al usuario entreverarse con complicados cálculos matemáticos. El bolívar papel se encuentra tan devaluado que prácticamente no se utiliza. Un millón de bolívares equivalen a una moneda de un cuarto de dólar americano, cifra que apenas alcanza para comprar un par de boletos de autobús urbano en Caracas.
Es el dólar precisamente la divisa que se suele utilizar para las transacciones en efectivo. Los pagos en bolívares se realizan con tarjeta o mediante transferencias automáticas a través de una plataforma llamada Pago Móvil aunque no siempre son posibles debido a la mala conectividad que muchas veces impide estas operaciones. Venezuela terminó el 2020 con un 2.959,8 % de inflación acumulada y el 2019 con un 9.585,5 %.
Muy lindo todo, pero ¿qué significa todo esto en la vida cotidiana de los venezolanos? Para entenderlo, le preguntamos a Andrés Guevara, Senior Fellow del instituto CEDICE de Venezuela.
“Este anuncio evidencia el estruendoso fracaso de la política monetaria que ha tenido el país en las últimas décadas. Hoy la reconversión se anuncia con el avenimiento del llamado “bolívar digital”, con lo cual el gobierno venezolano estaría buscando profundizar la denominada economía digital y la modernización de los sistemas de pago en Venezuela. En el día a día, sin embargo, el descalabro del bolívar ha hecho que esta moneda quede relegada a un papel secundario en la economía nacional: cada vez más opera una dolarización de facto en el país, al tiempo que se profundiza la presencia de banca offshore y sistemas de pagos ajenos al uso del bolívar. En resumen, la población cada vez usa menos el bolívar venezolano, y su rol dinerario queda ceñido a instancias muy puntuales, especialmente dependientes del gobierno. El resto del país, sigue abrazando la moneda extranjera con preferencia. La nueva reconversión, lejos está de solucionar estos problemas. Más allá de ciertas mejoras técnicas en sistemas contables, las fallas macroeconómicas continúan y, lamentablemente, desde un punto de vista estructural, no se ven a la vista ningún tipo de cambios. Entretanto, quien más sufre es el ciudadano sometido a una mayor exclusión e informalidad”.
Pasando raya, lo que queda claro es que más allá de los nombres que se le pongan a la moneda, y que al pobre héroe Bolívar se lo acompañe de calificativos como “fuerte” o “soberano”, un gobierno que no respeta su moneda, y gasta más de lo que puede, al final del día siempre termina dependiendo de monedas ajenas.
2. Uruguay vacuna de nuevo y abre el turismo
En relación con la pandemia, Uruguay no conoce de medias tintas. Durante el primer año, pareció que el coronavirus no generaba mayores problemas, comparado con el resto de países de la región. Pero cuando golpeó (entre febrero y mayo de este año) el pequeño país sudamericano tuvo de las peores cifras del mundo. Algo similar ocurrió con las vacunas, que demoraron en llegar, pero que cuando lo hicieron, rápidamente lo ubicaron entre los países más vacunados del planeta. Hoy, un 67% de los uruguayos ya están totalmente inmunizados, lo cual ha llevado a un derrumbe de casos y muertes. En todo el país, el miércoles se detectaron apenas 160 casos nuevos, y hubo 1 muerto.
A tal punto está avanzado el proceso de vacunación, que el gobierno ya ha comenzado a agendar a gente para aplicar una tercera dosis de la vacuna, que esta vez será con la que produce Pfizer. ¿Por qué? Porque la mayoría de los uruguayos se ha vacunado con la china Sinovac, y quiere “blindar” la temporada turística que en el sur de América comienza en noviembre y diciembre. De hecho, el presidente Lacalle Pou anunció esta semana una paulatina apertura de fronteras, luego de más de un año de cierre total.
Para entender por qué Uruguay toma estas medidas, consultamos a Agustín Iturralde, director del Centro de Estudios para el Desarrollo, que nos aportaba lo siguiente:
“Uruguay decidió empezar a abrir sus fronteras porque la situación sanitaria lo permite, pero sobre todo porque la situación económica lo requiere. El último dato del PBI de Uruguay (enero-marzo de 2021) ilustra esto. Fue un dato particularmente malo en comparación regional, estancamiento total. Eso se debe, sobre todo, a que el turismo tiene una preponderancia mayor en Uruguay que en otros países de la región. Enfrentar un verano sin temporada turística nuevamente sería un golpe muy duro para la economía uruguaya, y en particular para el empleo, tan golpeado”.
De todas formas, Agustín nos explica que “tampoco promete éste ser un verano particularmente bueno porque estamos muy caros con respecto a nuestros vecinos Argentina y Brasil, pero la apertura de fronteras garantiza un piso de visitantes. El riesgo que se enfrenta es comprometer los logros sanitarios, la estrategia del gobierno parece claro que camina por el lado de reforzar la vacunación todo lo necesario pero no detener la apertura”.
Un dilema de hierro que todos los países de la región van a tener que enfrentar más tarde o más temprano.
3. Primer año de Abinader en Dominicana
República Dominicana, como Uruguay previamente, son dos países que no suelen salir mucho en las noticias. Eso tal vez sea consecuencia de que son países bastante ordenados, y donde no suelen pasar cosas escandalosas, por lo que no es una mala situación. Pero como nos gusta estar al tanto de lo que pasa en todos lados, esta semana quisimos destacar que el nuevo presidente dominicano, Luis Abinader, cumple un año de gestión. Algo trascendente ya que su arribo “cortó” con 16 años seguidos de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Y encima le tocó enfrentar la pandemia de coronavirus que golpeó de manera severa al turismo, una de las principales fuentes de ingresos para el país caribeño.
Según algunas encuestas, Abinader mantiene hoy una popularidad de más del 65%, y la población en general apoya la gestión de este economista y ex empresario de ascendencia libanesa. Pero también hay voces que le critican no ser lo suficientemente activo en algunas reformas económicas, así como no haber cumplido con algunas promesas de campaña en el campo social. Pero para tener la cosa más clara, le preguntamos al economista dominicano Miguel Collado Di Franco, directivo del centro de estudios CREES.
“Yo diría que este primer año de Abinader ha sido satisfactorio, teniendo en cuenta la situación de emergencia por la pandemia. Hay puntos positivos, pero también se desperdició la oportunidad de implementar algunas políticas públicas que hubieran sido muy importantes y que todavía están pendientes”.
¿Cómo definirías a Abinader ideológicamente para alguien que no conoce la política dominicana?
“Eso en República Dominicana eso es muy muy relativo. Desde mi punto de vista creo que lo podríamos definir como de centro izquierda”.
¿Cual sería el principal desafío a futuro?
“En lo económico, sería generar reformas estructurales que están pendientes en el país hace mucho tiempo, y que son clave para salir de la situación de crisis actual. Una reforma tributaria que simplifique el sistema, una ley de responsabilidad fiscal, con reglas fiscales de deuda, algunas medidas en el mercado de hidrocarburos, transporte público, eliminar algunos monopolios. Y podríamos hablar también de reformas laborales y en la seguridad social, para hacer más flexible el mercado de trabajo. Pero el principal problema que tiene pendiente hoy el país, es lo fiscal”.
4. Inauguran nuevo edificio del Congreso en Bolivia
El presidente boliviano Luis Arce inauguró la nueva sede del Parlamento y señaló que marca una nueva etapa en la vida política del país. Asegura que termina así la República de Bolivia, a la que definió como “discriminadora”, y pasa a ocupar su lugar la representación del Estado Plurinacional. Al evento no asistieron las bancadas opositoras, por considerar a la construcción un derroche frente a carencias más importantes que tiene el país. De hecho, el costo de la obra es un misterio ya que el gobierno no lo han querido informar.
Señalado por el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, como el más moderno de Bolivia, el edificio tiene 25 pisos, su infraestructura es antisísmica y en los diferentes ambientes hay símbolos de los diversos pueblos originarios reconocidos en la Constitución de 2009, la cual declaró el Estado Plurinacional y creó la Asamblea Legislativa Plurinacional.
La voz local. Para que saber más sobre el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa Plurinacional, consultamos a dos analistas en Bolivia, Agustín Echalar y José Rafael Vilar.
Para Agustín, “el nuevo hemiciclo de la Asamblea Plurinacional ha sido decorado con una figura familiar a todos los bolivianos, se trata de la deidad representada en la llamada Puerta del Sol, que algunos lo identifican como un dios Sol, y otros como el señor de los báculos. Si consideramos que la llamada puerta del sol es una de las reliquias arqueológicas más valiosas no solo de Bolivia, sino de toda la región andina, podríamos decir que reproducir ese detalle es una decisión muy acertada”. Sin embargo, aclara que “el problema subyace en el uso y abuso de símbolos, que podrían englobar la nacionalidad, utilizados como parte de la creación de la hegemonía política del partido que nos gobierna. Hubiera sido deseable que la construcción de un nueva espacio para el poder legislativo hubiera sido hecho en forma consensuada, y a partir de concursos abiertos, que hubieran llevado a escoger símbolos que no generen resistencia. La construcción del nuevo palacio legislativo, que es un atentado a la estética urbana del casco viejo de La Paz es en un todo una aberración, y una muestra del autoritarismo que caracteriza estos tiempos”.
Por su parte José Rafael nos explicaba que para entender el tema, deben considerarse “tres aspectos: funcionamiento, megalomanía e indianismo”. “Respecto del funcionamiento, es cierto que el edificio republicano, inaugurado en 1905, resultaba insuficiente. Otro elemento es lo estético y su ubicación. Tanto el nuevo edificio de la Asamblea como el de la Presidencia rompen completamente la estética de la Plaza Murillo, que hasta entonces sólo tenía edificios que mantenían una unidad arquitectónica desde la original Plaza Mayor. Tanto la actual sede del Legislativo como la de la Presidencia me recuerdan el constructivismo y el brutalismo soviéticos: estructuras rectangulares de cemento, adicionadas con grandes paneles de vidrio, construcciones casi monolíticas “aterrizadas” en medio de una arquitectura entre neoclásica y art noveau con la que rompe. Edificios monumentales que son la expresión tanto de la megalomanía totalitaria del evismo con su socialismo 21, como del derroche irracional (costó 73 millones de dólares), todo con la venia del entonces ministro de economía y actual presidente, Luis Arce, a pesar de la contracción económica y el déficit público iniciados en 2015″.
“Por último: la imposición del indianismo disfrazado de indigenismo. Lo que empezó en 2006 con el discurso de crear una economía comunitaria y campesina indígena originaria devenida en capitalismo de Estado y la creación del Estado Plurinacional en 2009 con la nueva constitución, se ha convertido en una aymarización de la imagen del país, a pesar que el censo de 2012 dio que sólo el 27,1% de la población boliviana se consideraba parte de algún pueblo indígena y que, del total del país, sólo el 11,5% se identificaba como aymara, detrás de los autoidentificados como quechuas (12,4%).”
5. Balance mixto para América Latina en Tokio
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se caracterizaron por lo atípico. Pospuestos un año a causa de la pandemia, y con varias amenazas de suspenderse definitivamente, acabaron por llevarse a cabo sin público presente. Además, los atletas tenían prohibido salir de la Villa Olímpica y muchos, incluso, debieron retirarse antes de que terminaran los Juegos para reducir el riesgo de propagación del virus. Fue por eso que la ceremonia de clausura no contó con la presencia de los deportistas representantes de 62 países, cuyas banderas fueron portadas por voluntarios locales.
Pero lo cierto es que, después de tantos temores, los Juegos se hicieron. Y América Latina marcó presencia con 150 atletas de 19 países distintos, que cosecharon un total de 50 medallas para la región. Brasil fue la nación que más aportó a la canasta, 21 en total, entre las que se cuenta el oro en Fútbol, Vela, Surfing, Natación en aguas abiertas, Canotaje, Boxeo y Gimnasia Artística. Seguramente la medalla de oro obtenida en fútbol, le vino muy bien a los brasileños para levantar el ánimo tras la derrota ante Argentina, sufrida hace unas semanas nada más en la final de la Copa América de Selecciones.
Cuba, por su parte, mantuvo su buena tradición olímpica. Así como la URSS, China y Corea del Norte, los totalitarismos comunistas siempre han buscado que sus atletas de elite logren alcanzar el palmarés olímpico y así generar en el mundo una buena imagen de sus regímenes. 15 medallas se fueron para la isla, 7 de oro, 3 de plata y 5 de bronce. De esa forma continua siendo el país latinoamericano con más cantidad de medallas en su historial: 240. Lo sigue de lejos Brasil con 150 y más atrás Argentina con 77. Como siempre le ocurre a Cuba en las competencias que se disputan fuera de su territorio, varios integrantes de la delegación aprovecharon la oportunidad para desertar. Esta vez fueron 5 los deportistas que se escaparon: 3 beisbolistas, un basquetbolista y la figura y promesa cubana del salto triple: Jordan Diaz.
Ecuador logró posicionarse entre los países latinoamericanos ganadores de medallas con un total de 3: dos de oro en halterofilia y una de plata en ciclismo de ruta. Venezuela, a pesar de su preocupante situación socioeconómica, logró una medalla de oro en triple salto femenino y tres medallas de plata. Colombia sumó 4 de plata y una de bronce. Y México trajo para la región 4 de bronce, algo preocupante considerando que se trata del segundo país más poblado de Latinoamérica. Argentina parecía perdida y encaminada a no ganar ninguna medalla, y varios de sus deportistas fueron duramente criticados por su rendimiento. El país sudamericano sufrió una de las cuarentenas más largas del mundo durante la cual el gobierno de Alberto Fernández prohibió la práctica del deporte. Fue por eso que el remero Brian Rosso, ante la presión de los medios de su país por las bajas performance, publicó un tweet donde expresó: “Para los que se empiezan a poner nervioso por la falta de medallas argentinas, recuerden que el año pasado entrenar era delito. Coherencia por favor”. Sin embargo y pese a las críticas, Argentina consiguió 3 medallas: 1 de plata en Hockey femenino y 2 de bronce, 1 en Vóley masculino y otra en Rugby Seven.
Puerto Rico obtuvo una sola medalla y fue dorada. La corredora boricua Jasmine Camacho-Quinn ganó los 100 metros con vallas y batió el récord olímpico. Las naciones latinoamericanas que no ganaron ninguna medalla en Tokio 2020 son 11: Bolivia, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Martín Aguirre, Director El País, Uruguay, y Advisory Council member, Center for Latin America
Rodrigo Caballero, editor
Artículo publicado originalmente en Mirada Sur