OpiniónInternacional

Chile no fue sorpresa

José Rafael Vilar

Analista y consultor político

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El final de la semana pasada cerró con un resultado político que llenó titulares en todas las tierras de Sudamérica y allende nuestros límites: la elección de los consejeros constitucionales en Chile.

Aunque muchos medios hablaron de “sorpresa” en los resultados chilenos, no hay nada más distante de la realidad del país. Un análisis equilibrado de los resultados electorales entre 2021 y ahora nos llevará a entender que decirle “sorpasso” —etiqueta para despistados— conservador no condice con las reales preferencias políticas de los chilenos en los últimos años. Vayamos recordando desde esta elección hasta las presidenciales —dos vueltas— de 2021 con lo que mejor elimina dudas: los datos estadísticos.

Para la elección de los 50 integrantes del Consejo Constitucional se habían habilitado 15.150.572 posibles votantes y ejercieron su derecho 12.484.109 (78,47%); de ellos 568.673 votaron en blanco (4,56% de los que votaron) y 2.119.506 votaron nulo o pifiaron el voto (16,98%), lo que hace que el 21,53% de los que fueron a votar no ejercieron su derecho válidamente —ésta fue la primera elección con voto obligatorio desde que en 2012 se instauró el voto voluntario.

Para esta elección se presentaron cinco listas: Partido de la Gente; Todo Por Chile (Demócrata Cristiano, Por la Democracia y Radical); Partido Republicano; Unidad Para Chile (del actual gobierno: Acción Humanista, Comunes, Convergencia Social, Federación Regionalista Verde Social, Revolución Democrática, Comunista, Liberal y Socialista), y Chile Seguro (Evolución Política, Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente). Todo Por Chile, aunque participa en el gobierno, volvió a marcar su diferencia con el resto.

Los 9.795.930 votos válidos (78,47% de emitidos) se distribuyeron de la siguiente forma: Partido de la Gente 537.088 (5,48%); Todo Por Chile 877.207 (8,95%); Partido Republicano 3.468.258 (35,41%); Unidad Para Chile 2.800.975 (28,59%), y Chile Seguro 2.063.907 (21,07%). Eso nos lleva a que fueron 6.409.372 los votos de centroderecha-derecha (Partido de la Gente, Partido Republicano y Chile Seguro): el 65,43% de los válidos; de estas tres listas, Partido Republicano obtuvo 23 consejeros (46%) y Chile Seguro 11 (22%), lo que hace que 34 consejeros (68%) estén en manos conservadoras; siguiendo el mapa, también primó el voto conservador: Partido Republicano obtuvo consejeros en 15 regiones (sólo no está en Aysén), Unidad Para Chile en 14 y Chile Seguro en 10; por partidos (ya abiertas las listas), el Republicano tiene los 23 (único de su lista), seguido de lejos por el Socialista y Unidad Demócrata Independiente, ambos con 6; lo que reafirma la victoria particularmente republicana. Considerando que Unidad Para Chile logró 16 consejeros (32%), si ambos grupos conservadores se alían dominarán más de los 3/5 del Consejo y, por ende, podrán redactar sólo ellos la nueva Constitución, aprobarla y evitar cualquier veto, algo que (espero como muchos) no sea así.

Revisemos mi afirmación inicial sobre que estos resultados no son para nada imprevistos.

En el plebiscito constitucional de 2022 —referéndum para que la ciudadanía se manifestara sobre la propuesta de Constitución— votó el 85,86% (13.028.739) de los habilitados y el 61,89% (7.891.296) de los 12.750.518 votos válidos votó NO a la propuesta, ganando la opción de rechazo en todas las 16 Regiones. Como las organizaciones agrupadas este 2023 en Chile Seguro y los Partidos Republicano y De la Gente (estos dos no participaron en 2021 en la elección de constituyentes) hicieron campaña por el rechazo, les corresponde a ellos el éxito.

Por último, la elección presidencial 2021. Con voto voluntario, en primera vuelta lo ejercieron 7.114.800 (47,33% de habilitados) y 7.026.608 (98,76%) votaron válidamente; quedaron punteros en esta vuelta José Antonio Kast (Partido Republicano) con el 27,91% (1.961.387) y Gabriel Boric (Convergencia Social) con el 25,83% (1.814.777). Para el balotaje, Boric recibió todo el apoyo desde el centro y la centroizquierda hasta la izquierda radical y obtuvo la Presidencia con 55,87% (4.620.890).

Haciendo el ejercicio de revisar los votos de propuestas de la centroderecha-derecha en tres de los comicios realizados (elección presidencial, plebiscito y elección de consejeros), encontramos que ha ido en tres años desde el 44,13% (2021) al 61,89% (2022) y al 65,43% (2023), camino inverso al de la centro-centro izquierda que gobernó o cogobernó casi todo el período tras el regreso a la democracia: del 11,60% en 2021 al 8,95% ahora.

Aunque muchos

El final de la semana pasada cerró con un resultado político que llenó titulares en todas las tierras de Sudamérica y allende nuestros límites: la elección de los consejeros constitucionales en Chile.

Aunque muchos medios hablaron de “sorpresa” en los resultados chilenos, no hay nada más distante de la realidad del país. Un análisis equilibrado de los resultados electorales entre 2021 y ahora nos llevará a entender que decirle “sorpasso” —etiqueta para despistados— conservador no condice con las reales preferencias políticas de los chilenos en los últimos años. Vayamos recordando desde esta elección hasta las presidenciales —dos vueltas— de 2021 con lo que mejor elimina dudas: los datos estadísticos.

Para la elección de los 50 integrantes del Consejo Constitucional se habían habilitado 15.150.572 posibles votantes y ejercieron su derecho 12.484.109 (78,47%); de ellos 568.673 votaron en blanco (4,56% de los que votaron) y 2.119.506 votaron nulo o pifiaron el voto (16,98%), lo que hace que el 21,53% de los que fueron a votar no ejercieron su derecho válidamente —ésta fue la primera elección con voto obligatorio desde que en 2012 se instauró el voto voluntario.

Para esta elección se presentaron cinco listas: Partido de la Gente; Todo Por Chile (Demócrata Cristiano, Por la Democracia y Radical); Partido Republicano; Unidad Para Chile (del actual gobierno: Acción Humanista, Comunes, Convergencia Social, Federación Regionalista Verde Social, Revolución Democrática, Comunista, Liberal y Socialista), y Chile Seguro (Evolución Política, Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente). Todo Por Chile, aunque participa en el gobierno, volvió a marcar su diferencia con el resto.

Los 9.795.930 votos válidos (78,47% de emitidos) se distribuyeron de la siguiente forma: Partido de la Gente 537.088 (5,48%); Todo Por Chile 877.207 (8,95%); Partido Republicano 3.468.258 (35,41%); Unidad Para Chile 2.800.975 (28,59%), y Chile Seguro 2.063.907 (21,07%). Eso nos lleva a que fueron 6.409.372 los votos de centroderecha-derecha (Partido de la Gente, Partido Republicano y Chile Seguro): el 65,43% de los válidos; de estas tres listas, Partido Republicano obtuvo 23 consejeros (46%) y Chile Seguro 11 (22%), lo que hace que 34 consejeros (68%) estén en manos conservadoras; siguiendo el mapa, también primó el voto conservador: Partido Republicano obtuvo consejeros en 15 regiones (sólo no está en Aysén), Unidad Para Chile en 14 y Chile Seguro en 10; por partidos (ya abiertas las listas), el Republicano tiene los 23 (único de su lista), seguido de lejos por el Socialista y Unidad Demócrata Independiente, ambos con 6; lo que reafirma la victoria particularmente republicana. Considerando que Unidad Para Chile logró 16 consejeros (32%), si ambos grupos conservadores se alían dominarán más de los 3/5 del Consejo y, por ende, podrán redactar sólo ellos la nueva Constitución, aprobarla y evitar cualquier veto, algo que (espero como muchos) no sea así.

Revisemos mi afirmación inicial sobre que estos resultados no son para nada imprevistos.

En el plebiscito constitucional de 2022 —referéndum para que la ciudadanía se manifestara sobre la propuesta de Constitución— votó el 85,86% (13.028.739) de los habilitados y el 61,89% (7.891.296) de los 12.750.518 votos válidos votó NO a la propuesta, ganando la opción de rechazo en todas las 16 Regiones. Como las organizaciones agrupadas este 2023 en Chile Seguro y los Partidos Republicano y De la Gente (estos dos no participaron en 2021 en la elección de constituyentes) hicieron campaña por el rechazo, les corresponde a ellos el éxito.

Por último, la elección presidencial 2021. Con voto voluntario, en primera vuelta lo ejercieron 7.114.800 (47,33% de habilitados) y 7.026.608 (98,76%) votaron válidamente; quedaron punteros en esta vuelta José Antonio Kast (Partido Republicano) con el 27,91% (1.961.387) y Gabriel Boric (Convergencia Social) con el 25,83% (1.814.777). Para el balotaje, Boric recibió todo el apoyo desde el centro y la centroizquierda hasta la izquierda radical y obtuvo la Presidencia con 55,87% (4.620.890).

Haciendo el ejercicio de revisar los votos de propuestas de la centroderecha-derecha en tres de los comicios realizados (elección presidencial, plebiscito y elección de consejeros), encontramos que ha ido en tres años desde el 44,13% (2021) al 61,89% (2022) y al 65,43% (2023), camino inverso al de la centro-centro izquierda que gobernó o cogobernó casi todo el período tras el regreso a la democracia: del 11,60% en 2021 al 8,95% ahora.

Aunque muchos medios hablaron de “sorpresa” en los resultados chilenos, no hay nada más distante de la realidad del país.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo

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José Rafael Vilar

Analista y consultor político

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