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¿Cuál es el impacto del censo en las medidas de salud pública?

Nicolle Jessica Arce Monje

Médico cirujano

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A la pregunta ¿para qué sirve un censo? muchos responden, para contar cuántos somos actualmente. Sin embargo, el censo es un instrumento lleno de información que no explotamos ni en la décima parte de su capacidad, sirve para poder cumplir mejor con una redistribución equitativa de los recursos del Estado al traer el conocimiento de su realidad poblacional en las diferentes regiones.

La postergación del censo para el año 2024 ha sido motivo de debate y de manifestación en todo el país, pues invisibiliza la situaciones de millones de bolivianos en la actualidad, siendo la salud uno de los sectores también afectados ya que no hay datos para equilibrar mejor las asignaciones económicas y prestaciones a dicha área. El censo es fundamental para la elaboración de indicadores y tasas de salud, como la fecundidad, mortalidad y natalidad. Nos permite una mejor intervención de la salud pública, brindándonos estadísticas vitales para la planificación, ejecución, control de programas e investigación de dicha área. Evaluar los resultados del censo con enfoque en las condiciones socio económicas puede ser indispensable para llevar a cabo proyectos no solo curativos, sino preventivos de salud. Mediante este, se puede establecer una jerarquía de factores de riesgo ante diversas enfermedades a las que pueda estar expuesta cada familia según sus condiciones de vida.

En Bolivia, la atención médica es manejada en niveles según la complejidad de atención. De los aproximadamente 3900 establecimientos de salud en todo el país, 80% son de primer nivel. Estos son los que brindan atención básica a toda la población, es aquí donde se realizan los controles prenatales, esquemas de inmunización (vacunas), control de enfermedades crónicas compensadas, vigilancia epidemiológica, entre otros servicios de promoción y prevención. Por ello, es importante que todas las regiones tengan acceso a estos centros. A pesar de su relevancia, se deja de lado las condiciones bajo las cuales estos funcionan, muchos trabajan de manera limitada por problemas carenciales de servicios básicos y otros han paralizado sus funciones de manera definitiva. Por ejemplo, en diciembre del 2019, en la provincia de Warnes, varios centros de primer nivel quedaron sin luz y agua durante toda la jornada laboral, por varios días.

¿Cómo logro acompañar un trabajo de parto a una gestante o suturar alguna herida de un niño sin luz adecuada? ¿Cómo consigo realizar los anteriores si no cuento con las soluciones antisépticas, mucho menos agua?

En una entrevista con América Pérez, voluntaria que realizó diferentes viajes brindando asistencia médica, dio a conocer que comunidades enteras de la ciudad de La Paz, como Teoponte, Mayaya, Chuquini, Pahuirno, Uyuapi y Tomachi, carecen de centros de salud próximos a sus pobladores, los cuales se ven en la necesidad de realizar viajes en bote de 4 horas aproximadamente para llegar al centro de salud más “cercano” en el departamento del Beni. Como también, quedó sorprendida por la cantidad de comunidades, en la provincia Cordillera de Santa Cruz, sin acceso a agua potable, presentando deterioro rápido de salud en la población y con complicaciones precoces incluso en personas jóvenes. Es importante tomar en cuenta todo esta información, ya que en Santa Cruz de la Sierra, durante la anterior gestión, los centros de salud de primer y segundo nivel atendieron 925.000 pacientes aproximadamente, de las cuales el 68% acudieron a los de primer nivel (atención básica) y el 32% a los de segundo nivel; de este total, el 45% de los atendidos no son de la capital cruceña, son pacientes que sufren complicaciones en sus respectivas provincias, pero por la ausencia de centros de salud en su región, son transferidos a la ciudad para recién poder ser atendidos.

El censo, acompañado de los registros de estadísticas hospitalarias, así como las encuestas dirigidas a ciertas áreas de la salud, nos permitirán direccionar nuestros programas preventivos con un mejor enfoque. Considerando las condiciones del ambiente expuesto y datos diferenciales de edad y sexo de la región estudiada. Por ejemplo, en una comunidad con predominancia en mujeres en edad fértil, los centros de salud encargados deben hacer énfasis al informar sobre la realización del Papanicolaou como prevención el cáncer de cuello uterino, uso de métodos anticonceptivos y planificación familiar, entre otros datos de educación sexual e higiene. Si bien estas medidas de promoción y prevención ya están implementadas, la cantidad de personas que ignoran la realización de estos servicios y la persistencia de cifras altas de cáncer de cuello uterino, a pesar de su plan de prevención desde el año 1984, es un llamado de atención para realizar modificaciones y direccionarlas de mejor manera. Por otro lado, debido a la frecuencia de migración del área rural al área urbana, así como del occidente al oriente, es indispensable evaluar cifras actuales de distribución poblacional para la construcción de centros de salud según la demanda. Santa Cruz cuenta apenas con 70 centros de primer nivel, para una población de más de 2 millones, aún en crecimiento.

La necesidad continua de actualización de datos ha convertido a los censos en una herramienta muy importante para finalidad política, administrativa y técnica. Con los resultados obtenidos, también se podrá identificar mejor las necesidades de salud en poblaciones del área rural y urbana:

Asignación adecuada de personal, establecimientos y equipamientos, según cantidad de habitantes y demandas, son algunos de los ámbitos que se lograrían desarrollar en el sistema de salud. Resultando en un acompañamiento más eficaz al paciente y disminuyendo la predisposición de complicaciones de salud a corto plazo.

 Reducción en las plataformas de retiro de fichas en línea y menor concentración de personas en las filas de espera en los hospitales, permite mayor dedicación de tiempo para optimar el manejo de los centros de mayor complejidad para pacientes con enfermedades crónicas descompensadas.

Estos, son algunos puntos que mejorarían a largo plazo, al potenciar los servicios brindados en los centros de salud de primer nivel.

La salud no es solo la ausencia de enfermedades, sino es consecuencia de las condiciones económicas, políticas y sociales en las que viven las personas. El resultado de todos los factores que inciden en ella, como el acceso a la vivienda, a la educación y a los servicios básicos, son esferas que podemos optimizar, a través de los datos de un nuevo censo de población y vivienda.


*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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Nicolle Jessica Arce Monje

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