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Por Amalia Pando
El cabildo de Santa Cruz de este domingo 13 fue un Cabildazo, tan grande, tan apoteósico, tan inesperado, que ha puesto al gobierno de Arce y a su proyecto dictatorial contra las cuerdas.
Un gobierno que es un desgobierno, incapaz siquiera de realizar un censo, que difunde mentiras que costaron 16 millones de bolivianos en publicidad, que ataca con vileza y encarcela a sus víctimas. Que en vez de negociar buscó aplastar la sublevación de toda una región, pero no pudo.
FASCISMO DEL SIGLO XXI
Arce es un fascista, porque solo el fascismo usa civiles para atacar a los huelguistas y opositores. Y lo hace siguiendo el ejemplo de sus jefazos, los dictadores Maduro, Ortega y los cubanos.
Pero en Santa Cruz la violencia de las hordas combinadas del MAS y la Policía, dirigidas por los ministros Del Castillo y Montaño, tuvo un efecto boomerang. En vez de infundir un miedo paralizante, sacó a miles y miles y miles a la calle. Y en vez de poner fin a un paro indefinido le ha dado cuerda.
PERDIDO EN SU CASA GRANDE
Arce es el causante de este conflicto. Si hubiese cumplido su propio decreto, el 4546 y realizaba el censo este año 2022 que ya contaba con un presupuesto de 140 millones de dólares de la cooperación internacional, Bolivia se hubiese ahorrado un mes de confrontación, muertos, heridos, detenidos y sacrificio económico.
Tuvo 21 días, los previos al paro indefinido, para negociar. Le valió. Comenzó el paro, el 22 de octubre. Su respuesta fue insólita. Lanzó un cerco campesino para ahogar los bloqueos en rotondas, calles y caminos.
En 1956 el presidente Hernán Siles lanzó a los campesinos de Ucureña a un cerco sobre Santa Cruz que entonces era una pequeña ciudad de 50 mil habitantes que pedía las regalías del petróleo del 11 %. Pero, hoy en día no es posible cercar la inmensa Santa Cruz.
Los masistas pagados por el gobierno lograron cerrar los accesos a la capital cruceña, Yacimientos suspendió el suministro de carburantes y el gobierno las exportaciones. Las tres medidas garantizaron el cumplimiento del paro en vez de quebrarlo. Cuando se dieron cuenta de su estupidez, el paro estaba más fuerte que nunca y expandiéndose hacia otros departamentos como Beni, Tarija, Cochabamba y Potosí.
POLÍTICA DEL AVESTRUZ
El 8 de noviembre, en su discurso por los dos años de su gestión, Arce ignoró el paro en Santa Cruz que ya cumplía 17 días. Ni siquiera lo mencionó.
Por el contrario, los ataques organizados de sus fuerzas combinadas de milicianos y policías, continuaron contra localidades que resistieron heroicamente en calles y carreteras, dejando heridos, muchos de ellos periodistas, 20 detenidos, todos defensores del paro y ninguno de parte de los atacantes.
Asimismo, vecinos que cuidaban sus puntos de bloqueo detuvieron a militantes del MAS que llevaban armas, explosivos, petardos e inclusive un fusil, varios vinculados a YPFB y bajo las órdenes de Rolando Borda, de la COD oficialista.
A TRINIDAD, A PERDER TIEMPO
Aislado en la Casa Grande y en medio de una feroz pugna con su ex jefazo Evo Morales, Arce constató que a palos, gases, cercos y balas no se podía aplastar a Santa Cruz. Entonces cambio al tibio Alto Mando Militar que según una versión extraoficial se había negado a trasladar tanques a la zona del conflicto. Y, para ganar o perder tiempo, instaló una mesa técnica en Trinidad.
Ni él ni sus ministros se dignaron a negociar. Usó a unos “técnicos” de un INE descabezado para llegar a lo mismo: su negativa a realizar el Censo en 2023.
VIERNES DE ASONADA
Había perdido otra semana, hasta que llegó al viernes 11 de noviembre, cuando Santa Cruz cumplió 21 días de paro indefinido. Beni ya había cumplido 24 horas y en Tarija las calles y carreteras se llenaron con la misma consigna: Censo 2023. En el resto del país se registraron movilizaciones, todas atacadas por hordas masistas.
Esa mañana se supo que había un preacuerdo logrado la noche anterior para realizar el Censo en marzo del 2024 y distribución de recursos y curules en septiembre de ese mismo año. No estaba mal. El cabildo convocado para el siguiente martes se adelantó para el domingo. Se avizoraba el final del paro.
Sin embargo, el gobierno de Arce de modo inexplicable como si se hubiera arrepentido del preacuerdo, lanzó la asonada más brutal contra la capital cruceña.
Esa mañana sus violentas hordas, encapuchados para meter más miedo, parecían dispuestos a todo. Finalmente, en medio de una nube de gas lacrimógeno, petardos que reventaban por toda la ciudad y llantas incendiarias en las puertas de instituciones, se produjo la quema de la sede de la Federación de Campesinos. Un autoatentado que está registrado en varios videos.
Pero, como ese viernes 11 las fuerzas combinadas tampoco pudieron aplastar a Santa Cruz, a media noche Arce apareció en televisión para anunciar un decreto en los términos del preacuerdo. Asonada por la mañana y decreto por la noche. Para no creer.
El zigzagueo siguió. El gobierno urdió una demanda firmada por un estudiante de El Alto, admitida de inmediato por la Fiscalía de La Paz, por terrorismo contra los dirigentes del paro indefinido y poco después se oyó el pedido clamoroso de dirigentes campesinos del MAS para un Estado de Sitio y ocupación militar de Santa Cruz.
A todo esto hubo una sola respuesta de los habitantes de la capital oriental: caminar y caminar hacia el Cabildo en el Cristo Redentor. Santa Cruz dijo NO, con fuerza, con contundencia, un clamor del alma que retumbó en la Casa Grande. El paro sigue su derrotero.
LO QUE SIGUE
Mediante un video, Rómulo Calvo, presidente del Comité Cívico, que tiene arresto domiciliario, fue el único orador. Pidió una ley porque el gobierno no respeta ni sus propios decretos. El objetivo es lograr a fines de 2024, un año antes de las próximas elecciones, la redistribución de recursos y curules.
Y aquí se abrió una fisura evidente. ¿En qué queda el pedido de Censo 2023? Si esta bandera se mantiene, el conflicto vuelve a foja cero.
ULTIMÁTUM A LOS DEMÁS
En dos de los cinco puntos aprobados por el Cabildo, el documento del Comité Interinstitucional exige a los demás departamentos sumarse de inmediato a la lucha y si no lo hacen amenaza con prescindir de todos ellos para entonces levantar sus propias reivindicaciones.
Es una forma poco democrática y nada fraternal de estimular la unidad de acción con los ciudadanos y organizaciones de otras regiones.
Sin necesidad de un ultimátum cada quien ha hecho lo posible por arropar a Santa Cruz. Desde los compatriotas radicados en España, pasando por Tarija, Beni y cómo no reconocer todo el esfuerzo de Potosí que tiene detenidos a sus principales dirigentes sin que nadie reclame por ellos. Y en Cochabamba o La Paz donde las milicias del gobierno con la protección de la Policía han disuelto con extrema violencia cualquier intento de expresión callejera. Intentos de concentraciones que han dejado heridos y una decena de detenidos en el olvido.
Los cocaleros de los Yungas en feroz combate contra las hordas masistas lograron cerrar el mercado paralelo de la coca. Pero la victoria fue corta. Tienen a ocho dirigentes detenidos y a una base que ha reculado por temor a perder un brazo, la libertad o la vida.
Entonces, no corresponde dar ultimátum cuando a pesar de la ausencia de líderes reconocidos se está haciendo un esfuerzo colosal por apoyar la lucha por el Censo 2023.
NO TODOS GANAN CON EL CENSO
También hay que entender que el Censo 2023 o 2024 favorecerá en redistribución de curules y recursos a Santa Cruz porque hay una evidente migración interna hacia ese departamento.
Pero, Potosí, Oruro y tal vez La Paz perderán esos recursos y esos curules. Y ¿alguien cree que será por las buenas?
Se necesitará un mecanismo de compensación económica como el existente en materia de las regalías petroleras. Pero ésto que no es del interés de Santa Cruz ni siquiera está en la mesa de discusión.
FEDERALISMO BAJO LA MANGA
Sobre las reivindicaciones propias de Santa Cruz, no hay nada ni nadie que impida al Comité Interinstitucional ponerlas sobre la mesa, salvo la oportunidad política y la fuerza social para conquistarlas.
Aunque no lo han dicho con todas sus letras, es evidente que el Comité apuesta por el Federalismo. Sin embargo, levantar esta vieja bandera no atenuará la bronca de las rotondas si pronto no se consigue una Ley que asegure los beneficios de un próximo Censo.
El CENTRALISMO COMO ENEMIGO PRINCIPAL
EL Estado boliviano oprime a Santa Cruz y frena su desarrollo, entonces, vayamos por el autogobierno, por el Federalismo que va más allá de una mal aprovechada autonomía.
Error, hoy en día el opresor no es el Estado boliviano en abstracto. El opresor, el enemigo principal de carne y hueso es el proyecto dictatorial, centralista y represor del partido que desde hace 16 años maneja el Estado. El proyecto del MAS con Evo o con Arce, es el que somete a la justicia, a la Policía, a las FF. AA, el que no tolera la independencia de las organizaciones populares ni de la prensa, el que quiere someter a toda la población y a todas las regiones al mandato del partido único.
FEDERALISMO CON INEPTOS Y CORRUPTOS
Pero también es cierto que las actuales autoridades regionales, que manejan las alcaldías y gobernaciones, las encargadas de administrar las autonomías, no son el ejemplo de un liderazgo hacia un mundo mejor y que con ellos a la cabeza tampoco el Federalismo será una solución pues también estas gestiones están marcadas por la ineptitud y la corrupción.
¡VIVA SANTA CRUZ!
En todo caso, el extraordinario paro de Santa Cruz que hoy cumple 25 días, ya tiene logros palpables. Ha despertado la movilización en el resto del país, ha puesto en evidencia el carácter represor y mentiroso del gobierno, y, al final de cuentas, se está enfrentado con mucho coraje y organización a ese nefasto proyecto dictatorial. Y por eso el apoyo a Santa Cruz es incondicional porque aquí y ahora está en juego el destino de Bolivia entera.
