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Del crecimiento lineal al exponencial: cómo las leyes de la disrupción empresarial están cambiando el mundo

Gamal Serhan Jaldin

Experto en Gestión de Servicios Públicos, Políticas Públicas y Transformación Digital

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Aunque el uso de la tecnología digital no es un suceso reciente (la primera patente data de hace más de 100 años) su evolución en los últimos años ha sido muy rápida, incluso más rápida de lo que puede captar la intuición humana. Eso ha permitido que se desarrollen nuevos modelos de negocios o disrupción en diferentes empresas que les ha permitido tener un crecimiento exponencial en vez de uno lineal.

Pero, ¿cuáles son las leyes que han permitido o permiten la disrupción empresarial? Existen al menos seis leyes fundamentales que han hecho todo esto posible.

Gordon Moore, cofundador de Intel, en 1965 observó que se podía reducir el tamaño de los transistores sin dejar de mantener su eficiencia. Esta afirmación; ahora conocida como la Ley de Moore, establece que cada 18 meses las computadoras duplican su capacidad para procesar la información.

Mientras que Robert Metcalfe en 1976, estableció que el valor de una red de telecomunicaciones aumenta proporcionalmente al cuadrado del número de usuarios del sistema. La Ley de Metcalfe fue formulada en relación con Ethernet.

La ley establece que el valor de una red aumenta exponencialmente con cada usuario adicional que se une a ella. Esto significa que a medida que cuantas más personas se unen a una red, su utilidad crece a un ritmo exponencial y también lo hace el valor de la tecnología.

Por ejemplo, cuando se creó Facebook, contaba con pocos usuarios y tenía limitadas capacidades, pero a medida que más personas se unían a la red y aportaban más contenidos, volviéndola más útil y valiosa para sus usuarios.

Estos principios no solo son aplicables en cuanto a las telecomunicaciones, sino que también están aplicables a cualquier sistema que transmita información, desde los teléfonos hasta las últimas aplicaciones y redes sociales, y, más recientemente, los activos digitales basados en blockchain.

La ley del ancho de banda o Ley de Hartley establece que la cantidad de datos que pueden transmitirse a través de una red viene determinada por su ancho de banda, o la cantidad de información que puede transportar. Es decir, las redes con mayor ancho de banda son capaces de transmitir más datos en menos tiempo. Las leyes de Moore y Metcalfe están estrechamente relacionadas con esta ley.

La ley de Edholm dice que la velocidad de transmisión de datos aumentará el doble cada dieciocho meses, y se cumple desde la década de 1970. Por ejemplo, podemos ver esta ley en funcionamiento con Internet, los teléfonos móviles y las redes inalámbricas.

Los efectos combinados de las leyes de Moore, Metcalfe y Edholm han conducido a un notable aumento de las capacidades de la tecnología informática en las últimas décadas.

La ley de Butter, afirma que la cantidad de información transmitida por una única fibra óptica se duplica cada nueve meses, lo que significa un aumento exponencial con los años. Hay una variación de esta ley para otros medios de comunicación, sea el cable, el ADSL, VDSL o inalámbricas como 3G, LTE y más recientemente, 5G.

Mark Kryder formuló una observación a finales de los 90 y principios del 2000, que la capacidad de almacenamiento y la cantidad datos almacenados por centímetro cuadrado del disco duro se dobla cada 13 meses. La verdad es que la tendencia ha disminuido, y se duplica cada 16 o 17 meses. Pero, de todas formas, sigue siendo más rápido que la ley de Moore.

La ley de Kryder describe el potencial teórico de la tecnología. Solo una parte de ese potencial va a mejorar el rendimiento de los dispositivos de mercado masivo. La otra parte, sin embargo, irá a reducciones de costos para el consumidor: los equipos, la conexión a Internet y la capacidad de almacenamiento pasan a ser no solo mejores, sino también cada vez más baratos.

Estas leyes tienen en común, que el crecimiento es exponencial, ya sea la capacidad de procesamiento, la velocidad de comunicación o la capacidad de almacenamiento, y el resultado son innovaciones tecnológicas más rápidas, mejores y más baratas. Además, estas leyes tienen un impacto en los costos de transacción, que son cada vez más baratos, afectando las cadenas de valor de muchas industrias.

La velocidad del avance de la tecnología digital ha permitido generar modelos de negocios disruptivos en las empresas, con crecimientos exponenciales en vez lineales, así que su crecimiento acaba reforzando su posición dominante en el segmento del mercado, convirtiéndolos en casi monopolios tecnológicos.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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Gamal Serhan Jaldin

Experto en Gestión de Servicios Públicos, Políticas Públicas y Transformación Digital

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