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La desinformación como arma política

Hugo Carvajal Donoso

Sociólogo. Vicepresidente de ACADEMIA

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¿Cómo ocultan un despropósito? Sencillo, utilizan una estrategia de desinformación para encubrir los hechos. Manipulan la realidad de los acontecimientos, esconden información, dan explicaciones confusas de los resultados y con una dosis de cinismo meticuloso, dan una versión antojadiza del veredicto final.

¿Fuimos a la Corte Internacional de Justicia de La Haya —demandados por Chile—  a exigir la soberanía de las aguas del Silala? Por supuesto que no.  Todo fue originado por el expresidente Evo Morales luego de la estrepitosa derrota en el referéndum del 21 de febrero. A los treinta días, el 23 de marzo de 2016 en el Día del Mar, en un calculado discurso, anunció que interpondría una demanda al tribunal internacional. Pretendía arrinconar a Chile y forzarlo a reconocer que nos estaba robando las aguas de “bofedales”, (humedal de altura), ubicadas enteramente en territorio boliviano. No le interesaba al régimen masista el reclamo del pueblo potosino, solo buscaba desvanecer el fracaso político de la aspirada reelección.

Tanto Morales como el excanciller David Choquehuanca, manifestaron que: “con más razón, con más fuerza,  con más documentación”  demostrarían que no eran aguas de curso internacional. Pero Chile se adelantó y presentó la demanda. La maniobra de distracción les salió muy mal. Una vez más se evidencia que después de una derrota: te desesperas o la asimilas para sobreponerte.

Para evitar que  el exabrupto diplomático del líder cocalero derivara en otra derrota diplomática, contrataron bufetes y expertos internacionales, todo un equipo jurídico internacional para argumentar nuestra reivindicación. ¿Cuál fue el costo económico de esta operación y el gasto efectuado durante la chambonada de la  diplomacia masista? Nadie lo sabe con precisión, existen especulaciones de que se gastaron varios millones de dólares. Lo único evidente es que no existe un informe económico transparente al respecto.

Otra vez el gran perdedor fue el pueblo boliviano, la casta azulina del MAS trata de desvanecer la derrota, manipulan la información —desinforman—, para hacernos creer que el fallo del tribunal de La Haya, es una victoria.

Lo mismo aconteció en octubre de 2018 con la licitación para la explotación del litio en el salar de Uyuni, la elección de la empresa alemana ACI Systems, fue realizada sin consultar a ninguna institución de Potosí y sin informar adecuadamente a la Asamblea Plurinacional, tal como ordena la Constitución Política. ¿Cuál fue la reacción del gobierno?, desprestigiar al movimiento cívico. Con el mayor descaro, después de la huida del binomio del fraude electoral en noviembre de 2019, difunden el relato de que “el golpe de Estado”, tenía entre sus objetivos, entregar el litio y nuestros recursos naturales a empresas extranjeras. El objetivo en esa ocasión fue borrar el fraude electoral vergonzoso.

El gobierno de Arce continúa y perfecciona estas prácticas de manipulación informativa. Oculta datos y gestiones en el proceso de selección de una empresa internacional para la explotación del litio. Efectúa reuniones secretas con empresarios rusos y no brindó hasta la fecha, ninguna explicación de las  “sospechas en el proceso de selección” que denunció el 7 de junio de 2022, el periódico español El País.

Los genes autoritarios permanecen. Continúan ejecutando estrategias de desinformación para ocultar: sus fracasos políticos, los actos de corrupción, el despilfarro de los bienes públicos, y los recurrentes escándalos de los funcionarios y dirigentes de la casta masista.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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Hugo Carvajal Donoso

Sociólogo. Vicepresidente de ACADEMIA

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