La ola de la inteligencia artificial
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Recuerdo muy bien cuando Andrés Oppenheimer en su libro “Sálvese quien pueda”, analiza cómo la tecnología y la inteligencia artificial están transformando el mercado laboral y qué profesiones y habilidades serán más demandadas en el futuro, nadie esperaba la revolución que ha generado la explosión en el uso de la inteligencia artificial. Según el libro (2019), algunas de las profesiones y habilidades que más se demandarían en el futuro serian:
- Profesiones relacionadas con la creatividad, como artistas, escritores, diseñadores, músicos, etc.
- Profesiones relacionadas con la empatía, como psicólogos, terapeutas, coaches, enfermeros, etc.
- Profesiones relacionadas con el liderazgo y la gestión de equipos humanos y virtuales.
- Profesiones relacionadas con la educación y el aprendizaje continuo, como maestros, tutores, mentores, etc.
- Habilidades como la adaptabilidad al cambio, la curiosidad intelectual, el pensamiento crítico y el trabajo colaborativo.
Algunos expertos creen que la Inteligencia Artificial podría sustituir o afectar a profesiones que requieren habilidades de comunicación, análisis o asesoramiento.
Profesiones como el diseño web, etc. están entre las más expuestas al impacto de la tecnología, junto con los desarrolladores o los escritores. Sin embargo, esto no significa que estas profesiones vayan a desaparecer por completo, sino que tendrán que adaptarse al uso de esta nueva tecnología. Lo interesante de este fenómeno es que, mientras que la automatización tiende a eliminar los empleos que implican tareas repetitivas y requieren menos preparación y menor remuneración, la tecnología de Inteligencia Artificial ha hecho más vulnerables las profesiones con salarios elevados (directores ejecutivos) y estudios superiores (en la mayoría de los casos, estos aspectos van de la mano).
Durante una conferencia organizada por la Universidad Privada Boliviana, Luc Julia (cocreador de Siri) afirmó que la Inteligencia Artificial nunca sustituirá a la inteligencia humana, y que no existe una única forma de Inteligencia Artificial, sino múltiples formas que sirven como herramientas para ayudarnos a trabajar más rápido. Sin embargo, el uso de estas herramientas depende de la persona que las maneja. En otras palabras, el poder de la Inteligencia Artificial lo determina el usuario y la finalidad que le asigne.
La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el mundo empresarial, mejorando la eficiencia y la productividad mediante la automatización de tareas repetitivas y aligerando la carga de trabajo de los empleados. Esto les permite centrarse en tareas más importantes y creativas, impulsando en última instancia la innovación y la competitividad.
El procesamiento en tiempo real de grandes cantidades de datos permite a las empresas tomar decisiones más informadas y precisas, aumentando así la rentabilidad y el éxito. Analizando los datos de los clientes, como el historial de compras, las preferencias y las necesidades individuales, las empresas pueden mejorar la experiencia del cliente mediante ofertas personalizadas, fomentando en última instancia la fidelidad y reforzando la reputación y el éxito de la empresa.
Sin embargo, es importante señalar que la IA por sí sola no puede resolver los problemas de una empresa. Es crucial un cambio en la cultura empresarial, desde la mentalidad tradicional de “así es como siempre lo hemos hecho” a otra que adopte la toma de decisiones basada en los datos y que este centrada en la satisfacción del cliente.
De hecho, la mayor transformación en una empresa es la transformación cultural que puede usar la base tecnológica para crear una disrupción en el mercado, pero eso será tema de otro artículo.